Pablo Hernández: "Estamos orgullosos de la gran capacidad de respuesta"
Cumple varias funciones en forma simultánea: es secretario de Prensa; referente sindical de todas las áreas de Salud Municipal y presidente de DOSEM, la obra social de los municipales.
Empleado municipal desde hace 37 años, Pablo Hernández cumple varias funciones en forma simultánea en el STMBB: es secretario de Prensa; referente sindical de todas las áreas de Salud Municipal y, hace dos años, fue designado como presidente de DOSEM (Dirección de Obra Social del Empleado Municipal) para conformar el Consejo de Administración.
Orgulloso de que su abuelo fue el primer secretario Adjunto del sindicato y de ser hijo de una empleada municipal, transitó su experiencia sindical como delegado, conformando la Junta de Disciplina del gremio, como miembro paritario y como representante en distintos Consejos de Administración, ya sea del SIEmPre (Sistema de Emergencias Prehospitalario), del Hospital, de DOSEM; y en Juntas de Ascensos y Calificaciones vinculadas a Salud.
Lo une una relación de casi 4 décadas con Miguel Agüero, con quien, en la década del '90, trabajó en el Hospital Municipal.
“Si bien desde muy joven me acerqué al sindicato, es mucho tiempo después cuando Miguel Agüero me invita a tener una participación más activa, de mayor compromiso y responsabilidad. Soy un convencido que los referentes se forman, más allá de alguna condición innata que alguien pueda tener. Pero Miguel vio en mi la posibilidad de convertirme en alguien que no era y formarme y capacitarme en el mundo sindical”, señaló.
Y añadió: “Le debo la oportunidad de haber disfrutado de nuestro trabajo juntos y de nuestra amistad. Agradezco la enorme confianza que depositó en mí, su docencia para enseñar cada tarea y su falta de egoísmo para compartir su experiencia”.
Sostiene que en materia de salud es donde se ha podido consolidar de manera más visible el proyecto que Agüero tenía para ese sector y que los motivos son multifactoriales.
“En primer término la comunicación y la claridad del proyecto que en su inicio Miguel me presentó para concretar. En segundo lugar, los logros se deben al equipo de trabajo de Salud en forma particular y a mis compañeros secretarios y de Comisión Directiva. Y en forma especial a Lorena Malvar, quien comparte mi trabajo en el SIEmPre y que rápidamente se consolidó en esa materia”.
Señala que en el Hospital Municipal se conformó un equipo de 30 personas que acompaña cada una de las inquietudes de los afiliados.
“Se trata de más de 1.000 afiliados trabajando las 24 horas, que merecen que siempre estemos atentos a sus demandas. En este sentido se torna importante mencionar la tarea que desde años desempeña Julio Prieto como referente natural del sector. En los últimos años se han logrado mejorar las condiciones en más del 60% de los sectores”.
Respecto del año anterior y, en plena crisis, más de 285 trabajadores fueron reconocidos con ascensos de categoría.
“Somos conscientes que falta mucho, pero lo hecho constituye un hito que supera cualquier previsión que teníamos”.
El conocimiento que Agüero tiene en materia de salud fue fundamental.
“Gracias a ello se logró modificar el trabajo del personal. Conseguimos instaurar el tope de 6 horas diarias de trabajo para parte del personal en resguardo de su bienestar; las distintas bonificaciones que incentivan el trabajo asistencial; la licencia profiláctica de 12 días que sostiene la salud mental del personal que trabaja con pacientes y que generan un stress particular; la provisión de elementos de cuidado para cada trabajador en plena pandemia fue vital, ya que Miguel fue designado Representante Nacional de Gestión de Crisis de Covid 19 y el sostenimiento para preservar el cobro del recurso genuino son apenas algunos títulos de los beneficios que detenta el trabajador de la salud. Nada de todo esto existía y deseo enfatizar esta cuestión, porque la memoria a veces traiciona y nos olvidamos de detenernos y valorar lo obtenido”.
Recientemente se ha logrado equiparar condiciones laborales de trabajadores de Bromatología y Veterinaria y Zoonosis para gozar, al igual que el resto del equipo de la partición, de 3 días de licencia cuando lo requieran. En este sentido destacó la predisposición del Dr. Federico Bugatti.
“Las necesidades son muchas. Muchas veces la falta de empatía y reconocimiento de algunos responsables de áreas, que son quienes deben solicitar e insistir para que su trabajador tenga mejores condiciones y además sean recategorizados, genera conflicto y desinterés y coloca al sindicato en una posición de responsabilidad de intervenir en todo aquello que no le compete. El ejercicio específico para valorar, reconocer a cada trabajador es de “cada jefe”. Y la responsabilidad de velar por sostener los derechos de los trabajadores es del sindicato”, aclaró.
Pero muchas veces, ante la inacción de los mandos intermedios, es el sindicato quien termina asumiendo roles ajenos y se confunde la verdadera misión gremial.
“En el SIEmPre trabajamos con comodidad, nuestro equipo de comisión y delegados, junto a referentes y compañeros, hacen una tarea impecable y nos encontramos de alguna manera frente a un proceso de reordenamiento de algunas cuestiones que trabajamos con ambos directores del Ente”.
“Todos los que se desempeñan en APS (Atención Primaria de la Salud), salas médicas, centros de salud realizan un trabajo formidable, por lo que se torna imperioso elaborar un plan que los incentive a través de recategorizaciones o premios. La situación económica es condicionante y lo entiendo”.
“Los trabajadores son muchos y de manera mágica todos no van a poder ser beneficiados, pero estoy convencido que --al igual que se hizo en el Hospital Municipal--, con orden y previsión se puede lograr que los compañeros de APS mejoren su condición. No dudo que la actual gestión del Ejecutivo acompañará esta idea de la misma manera que en su momento lo hizo el Dr. Carestía en el Hospital Municipal”.
La obra social
En cuanto a su labor en DOSEM, para Hernández es una tarea que le requiere tanto o más tiempo de aquello que lo ocupa en lo sindical.
“Estamos en una situación de crisis, en la cual los medicamentos han aumentado un 173% y las obras sociales y prepagas aumentaron sus cuotas en un 123%. Hemos tenido la fortuna de poder afrontar y, a su vez, poder costear 5 trasplantes en los últimos años”, contó.
Orgulloso de tener esa capacidad de respuesta para los afiliados, Hernández reconoció que fueron duramente impactados por los costos de ese tipo de prácticas.
“Hablamos de 50 o 60 millones de pesos para cada caso como base del tratamiento. Afrontamos dos cirugías cardíacas que superaron los 25.000 dólares; medicación especial cuyo precio supera los 10 y 20 millones de pesos la caja de comprimidos y que en ocasiones son dos por mes por cada paciente”, agregó.
Para determinar el contexto en materia de salud, en Argentina, cerca de 60 obras sociales y prepagas quebraron en los últimos años, aún aumentando desmedidamente sus cuotas y recibiendo reitegro del Estado por gastos en medicación especial, tratamientos oncológicos y demás.
“DOSEM, por ser un ente descentralizado, no recibe ningún tipo de reintegro y sólo se sostiene con el aporte de sus trabajadores, lo que ha obligado a generar políticas de reacomodamiento en las prestaciones para detentar el equilibrio que hoy tenemos y que debemos sostener”.
En este sentido, DOSEM aumentó su cuota hace unos meses sólo en un 1% para el afiliado titular y porcentajes similares en sus adherentes.
“Queda evidenciado que el trabajo que se lleva a cabo, principalmente por la administración de recursos que desarrolla su director Oscar Rivera y por el resto de nuestro equipo, es de excelencia frente a las demás obras sociales que disponiendo aumentos de casi un 200% tuvieron que cerrar”, opinó.
Pese a todo, en el último año se convirtieron en centro de referencia en materia de salud.
“Nuestros Policonsultorios cuentan con la última tecnología en distintas áreas que nos colocan a la vanguardia en la ciudad. Distintos convenios nos permitieron instalar dos ecógrafos de última generación; un Tomógrafo Ocular con prestaciones inmejorables en el mercado; una cabina de Audiometría y una Plataforma Multidiagnóstica con Retinógrafo basada en inteligencia artificial que nos otorga un liderazgo a nivel local indiscutido”.
También incorporaron nuevas especialidades, como psiquiatría, fonoaudiología, cirugía y psicología, entre otras.
“Gracias al apoyo del sindicato, hoy nuestros jubilados afiliados a IOMA pueden atenderse en los consultorios como si fueran trabajadores activos. Y pese a todo, sostenemos la medicación 100% gratuita para todos los afiliados con co-seguro. Quiero ser responsable en mi aseveración, pero ya no existen otras obras sociales que brinden esa cobertura y si lo hacen aplican restricciones en cantidades o marcas, mientras que DOSEM no”.
Como complemento asistencial, junto con el sindicato, aplican el plan 40-40-20.
“Esto significa que el afiliado que deba ser derivado para práctica y/o tratamiento fuera de la ciudad no tiene que preocuparse por sus gastos de alojamiento, comida, transporte u otros ya que él y un acompañante están cubiertos en todos sus gastos durante su estadía, reintegrándosele un 80% entre ambas instituciones y abonando el afiliado sólo el 20% del total”.
A modo de ejemplo, cada afiliado luego de ser trasplantado realiza un seguimiento una vez por mes donde se le realizan estudios de todo tipo, especialmente durante el primer año del trasplante.
“Cada revisión mensual tiene un costo aproximado de 3 millones de pesos por persona”, ejemplificó Hernández.
Muchas son las medidas y las mejoras en las prestaciones de Dosem, aunque seguramente en este contexto de tanta necesidad algunas permanezcan opacadas por la crisis.
“Decidimos ser distintos y lo hemos logrado. Cada afiliado y su grupo familiar disponen de lentes en forma gratuita. Antes lo hacían cada 2 años y en la actualidad no sólo es todos los años sino que si existe un cambio de graduación ocular antes del año, también se le reconoce un par de lentes”.
Hernández contó una experiencia que, de alguna manera, lo enorgullece como parte del equipo de DOSEM.
“Recientemente, y en un trabajo formidable que hace el equipo del sindicato, interpretamos que algunos afiliados en base a distintos comentarios, habían adoptado una actitud crítica hacia DOSEM. Siempre los comprendimos, porque reordenar y cuidar los recursos que impactan en las prestaciones no le gusta a nadie, claramente. Pero en base a esta percepción, Miguel propuso a modo de colaboración que el Consejo analice medidas para brindar la posibilidad a los afiliados de permanecer o elegir otra obra social si así lo deseara”.
Por ese motivo, se habilitó por 60 días la posibilidad de tramitar la baja a quien lo deseara para elegir su prepaga.
“El resultado fue que, de más de 4000 afiliados, sólo dos eligieron cambiar. Esto permite claramente concluir que el afiliado quiere a DOSEM, elije estar donde está, la reconoce como propia y pudiendo cambiar no lo hizo. También evidencia que al afiliado le cuesta comprender el contexto económico que vivimos y necesita un abrazo y no una respuesta parcial, y es este sentido en que nos sentimos especiales. Pretendo, al menos, cambiar ligeramente esa relación con el afiliado. Es innegociable que el equipo de trabajo de DOSEM, comprenda que administramos una obra social que no es nuestra sino de todos los municipales”.
La clave, según Hernández, es ser empáticos, gentiles, comprensivos y expeditivos a la hora de dar respuestas.
“Son cualidades que me permito exigir de cada compañero de trabajo. Es un proceso de cambio que lleva tiempo, hacer docencia de las buenas costumbres es imprescindible. Deseo que cada trabajador municipal se sienta orgulloso de su obra social, que nos corrijan, nos ayuden, nos comuniquen. Tenemos las mejores intenciones, un equipo formidable, muchas cosas que mejorar, un apoyo invalorable del sindicato y la capacidad para adaptarnos a las necesidades de nuestros compañeros. Agradezco a los afiliados que reconocen nuestro esfuerzo y me comprometo en mejorar en lo que pudo ser mejor y aún no se logró”, cerró.