El Colegio de Ingenieros responsabiliza a funcionarios municipales por los errores técnicos en las obras de semipeatonalización
Tanto el proyecto de intervención en Villa Mitre como en el eje Belgrano-Donado no fueron evaluados por las áreas municipales con incumbencia en cuestiones de infraestructura.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
El Colegio de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires, Distrito I con asiento en nuestra ciudad, manifestó su preocupación por lo sucedido con la obra de ensanche de veredas y peatonalización del sector de las cinco esquinas en Villa Mitre, cuando una lluvia puso de manifiesto el mal diseño de los desagües pluviales y la consiguiente inundación del sector.
Sobre el tema, la entidad planteó que en caso de hacerse la auditoría solicitada desde el bloque Juntos del Concejo Deliberante, se incluya también a los funcionarios que participaron de la elaboración del proyecto, por considerar que los mismos no dieron lugar a los profesionales con la incumbencia que correspondía para ese tipo de infraestructura.
“Si se concreta esa auditoría creemos que la misma deber considerar la conducta de quienes tomaron decisiones desde el total desconocimiento, sin recurrir a los profesionales del municipio con incumbencia en ese tipo de obra. No se trata solo de enfocar esto como una cuestión técnica, sino de analizar si el proyecto pasó por las áreas que correspondía”, señaló el ingeniero en construcciones Pablo Ascolani, secretario del Colegio.
Se recuerda que al detectarse el inconveniente, el secretario de obras y Servicios, Gustavo Trankels, reconoció que las cañerías y las rejillas destinadas a evacuar el agua en las cinco esquinas eran insuficientes, con lo cual el líquido se estanca sobre pavimento y veredas.
“La gestión anterior (siendo Héctor Gay jefe comunal) hizo el proyecto, lo licitó y lo adjudicó. Es responsabilidad de ese equipo técnico haber hecho mal el diseño”, enfatizó Trankels.
A raíz de esta situación, los concejales Gisela Caputo y Emiliano Álvarez Porte solicitaron al Departamento Ejecutivo se realice “una auditoría integral de la obra”.
“Ese trabajo brindará una visión imparcial sobre lo ocurrido y si se cumplió con el proyecto original”, señalaron los ediles. También solicitaron “la documentación necesaria para evaluar las especificaciones e identificar posibles inconsistencias”.
Fundamentan su pedido en la voluntad de “garantizar la calidad, eficiencia y transparencia de las obras públicas, así como el adecuado uso de los recursos municipales”.
Un circuito incompleto
En ese contexto, el Colegio de Ingenieros menciona que la gestión saliente realizó el proyecto de esta obra sin seguir los caminos que corresponden ni dar participación a los profesionales con incumbencia en los temas de infraestructura.
“Esto es también en apoyo de los ingenieros del municipio que se desempeñan en áreas como Proyectos y Obras o Vialidad. Porque tanto en el caso de la semipeatonal Falucho como en el ensanche del eje Belgrano-Donado no fueron consultados, el proyecto no pasó por sus manos cuando son los profesionales preparados para diseñar este tipo de trabajos”, indica Ascolani.
Efectivamente, las obras mencionadas fueron derivadas a la Dirección de Planificación Urbana, dependiente de la secretaría de Gestión Urbana a cargo del abogado Tomás Marisco. “El gobierno de turno decidió que el proyecto no pasara por las oficinas donde están los profesionales especializado, con experiencia e incumbencia. Fue en cambio a manos de otros profesionales, sin experiencia y sin la preparación adecuada. Por eso pasan las cosas que pasan”, agregó Ascolani.
Alertó además que hay otras obras en marcha –caso plaza Pellegrini, parque de Mayo o Parque Independencia—que tuvieron idéntica modalidad de resolución en cuanto a que oficinas se encargaron de los proyectos y las cuales sería conveniente revisar para anticipar inconvenientes.
“Es importante que, en líneas generales, en cada proyecto participen los cuerpos técnicos adecuados. Que además los mismos no se desarmen con cada cambio de gobierno. Por otra parte, es clara la necesidad de sumar profesionales con incumbencia para atender los rubros de cada tipo de proyecto”, menciona.
Ascolani señala el Colegio de Ingenieros pretende que se visualice esta situación, que se establezcan las responsabilidades también ed quienes hicieron mal su trabajo al no resolver los proyectos recurriéndo a los profesionales adecuados.
Déjà vu
Las cinco esquinas inundadas permitió graficar a las nuevas generaciones el aspecto del lugar cuando se inundaba por el desborde del Napostá, situación habitual hasta mediados ed la década del 50. Cada lluvia en la zona serrana desbordaba el cauce del arroyo y las aguas ganaban las calles de las villas, alcanzado hasta un metro de altura.