Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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Los alimentos aumentaron casi 2.000 % en los últimos 4 años en Bahía

Una familia debía destinar $ 25.519 en enero de 2021 para cubrir sus necesidades básicas, mientras que el mes pasado gastó $ 484.684, según datos del CREEBBA.

Archivo - La Nueva.

Los alimentos y bebidas aumentaron casi 2.000 % entre principios de 2021 y septiembre de 2024, de acuerdo con un informe del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (CREEBBA).

Al podio de subas en los capítulos del IPC lo conforman Alimentos y Bebidas (1.932%), Bienes y servicios varios (1.842%) y Esparcimiento (1.793%), todos por encima de los valores promedio.

En enero de 2021 una familia tipo —compuesta por dos adultos y dos niños— debía destinar $ 25.519 en alimentos y bebidas y $ 59.971 para estar por encima del nivel de pobreza. En septiembre de 2024 la misma familia debió hacerse de $ 484.684 para las provisiones alimenticias básicas y de $ 1.124.466 para no ser considerados pobres.

Se trata de un aumento del 1.932,5% en alimentos y bebidas, sensiblemente por encima del 1.668% del nivel general de precios que releva el mismo centro de estudios.

La representación de este rubro también sufrió un ligero aumento, que pasó de significar el 42,5% de la Canasta Básica Total (CBT) en 2021 al 45,2% en enero de este año.

Los aumentos más significativos se observaron en la carne de ave fresca (2.696,1%), pan envasado (2.277,6%), facturas (1.687,7%), quesos duros (2.688,4) y vino (2.649,2%); más abajo se encuentran la leche fresca (2.360,8%), verduras tubérculos y legumbres frescas (2.308%), todos muy por encima del índice de precios.

Dentro del último rubro, el kilo de tomate y de papa fueron los que más aumentaron, 3.844,1% y 2.520,3% respectivamente. Los 200 gramos y el medio kilo de café completan el podio con 2.711,1% y 2.385,1%.

Los Alimentos y Bebidas, junto con Transporte y comunicaciones, representaron el 60% de los aumentos acumulados, consigna el mismo informe.

El período más doloroso para el boslillo de los bahienses fue el año pasado, cuando debieron hacerle frente a un 197,7% de inflación acumulada, lo que ubicó a Argentina entre uno de los países con mayor inflación en todo el mundo.

Esa cifra, que fue en descenso desde diciembre, cuando llegó a un pico de 26,1%, y comenzó un paulatino descenso hasta ubicarse en 2,4% en octubre, se espera que se ubique en 120% anual, de acuerdo con el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza el Bancro Central.

Impacto en los salarios

El rubro alimentos y bebidas es de los más sensibles al bolsillo por lo imprescindible de su consumo. Sus valores impactan aún más fuerte si se lo contrapone con el Índice de Salarios (ISAL).

Esta estadística, también relevada por el CREEBBA, acumuló entre enero y agosto de este año —última medición— un 106,7% de aumento, apenas por debajo del 109,2% de IPC.

Sin embargo, la cifra recrudece si se toman los valores interanuales. De acuerdo con el ISAL, el deterioro de los salarios entre agosto de 2023 y de 2024 fue del 40,2%, ya que los ingresos aumentaron en promedio 215% y el IPC fue del 255,2%.

Con este panorama, el nivel de actividad en los supermercados se vio afectado. A nivel nacional, el consumo masivo cayó 17,2 % interanual en agosto, siendo el mayor desplome de los últimos tres años.