Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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A qué hora conviene hacer ejercicio para vivir muchos años

Investigadores compararon, en un estudio, los patrones de movimiento y los fallecimientos en 90.000 hombres y mujeres que participaron de un análisis de salud de adultos.

Esta nueva y amplia investigación sugiere que hacerse tiempo para intercalar ejercicios durante la mañana tiene beneficios únicos.

Para prevenir una muerte prematura, hacer actividad física por la tarde ayudaría más que ejercitarse por la mañana o por la noche, según un nuevo estudio de gran escala a más de 90.000 hombres y mujeres. 

Pero los que prefieren entrenar de mañana o de noche no tienen que desesperar: el estudio también confirmó que para tener una larga vida, la actividad física en cualquier momento del día siempre es mejor que no hacer ejercicio.

Y otra nueva investigación sugiere que hacerse tiempo para intercalar ejercicios durante la mañana tiene beneficios únicos, dando a entender que el mejor momento para ejercitarse depende del beneficio que queramos obtener.

Ya hay mucha evidencia acumulada de que los efectos del ejercicio físico para la salud dependen, hasta cierto punto, del horario del día en que hacemos actividad. 

Una investigación anterior mostró que las personas con riesgo de diabetes regulaban mejor sus niveles de azúcar en sangre si entrenaban a la noche en vez de a la mañana, mientras que en otros estudios los participantes perdieron más peso cuando entrenaron durante la mañana y no en la segunda mitad del día.

Pero la mayoría de esos estudios anteriores eran de pequeña escala y sus resultados eran ajustados o inconsistentes, así que es difícil extraer conclusiones generales sobre cuándo deberíamos entrenar.

Sin embargo, uno de los estudios más recientes disipa cualquier duda sobre el alcance de la investigación: publicado este mes en la revista científica “Nature Communications”, el nuevo estudio presenta datos de 92.139 hombres y mujeres que participaron del UK Biobank, un estudio de salud de adultos en el Reino Unido, usando un rastreador de actividad durante una semana.

Sobre la base de las lecturas de los rastreadores, los investigadores dividieron a los voluntarios según la frecuencia y el momento en que estaban activos, verificaron los registros de mortalidad hasta siete años después de que las personas se unieron al Biobank y compararon los patrones de movimiento y los fallecimientos.

La correlación más fuerte y menos sorprendente que encontraron fue que los hombres y las mujeres que realizaban actividad física moderada o vigorosa con mayor frecuencia –el equivalente a una caminata rápida– vivían más que las personas que rara vez hacían ejercicio, sin importar a qué hora del día se ejercitaban.

Pero los investigadores también descubrieron sutiles vínculos entre ejercitarse al mediodía y probabilidades aún mejores de tener una larga vida.

Las personas que concentraban su actividad física entre las 11 y las 17 o la repartían a lo largo de todo el día tenían menos probabilidades de morir prematuramente por enfermedades cardíacas u otras causas, excepto cáncer, que las personas que se ejercitaban antes de las 11 o después de las 17.

Esa ventana temporal de 11 a 17 coincide claramente, según los investigadores, con la hora del día en que estadísticamente las personas tienen menos probabilidades de sufrir un ataque al corazón.

En el estudio, los beneficios del ejercicio vespertino para prolongar la vida fueron más pronunciados en los hombres y los adultos mayores. Pero en líneas generales los hallazgos sugieren que el momento del día en que nos ejercitamos “podría maximizar los beneficios para la salud de la actividad física diaria”, apuntan los investigadores.

Si lo que queremos es quemar un poco más de grasa con cada entrenamiento y reducir lentamente las reservas de grasa del cuerpo, puede convenir hacer ejercicio antes del mediodía. 

Pero si el objetivo principal es vivir más, dentro de lo posible conviene más ponerse en movimiento por la tarde.

Pero lo más importante sigue siendo lo mismo: ponerse en movimiento.

¿Cómo decidir el mejor momento?

   1. “Este estudio identificó algunos efectos fascinantes”, dijo el profesor Jeffrey Horowitz, que estudia la relación entre ejercicio físico y metabolismo.

   2. Pero también complica la decisión de cuándo nos conviene hacer ejercicio. Sin embargo, cualquier diferencia en el horario “es apenas marginal”.

   3. Al fin y al cabo, el estudio confirma que los mayores beneficios en términos de una larga vida se obtienen de la actividad frecuente, a cualquier hora del día.

   4. Si el ejercicio matutino aumenta la quema de grasa, seguramente la diferencia es mínima. “Estamos hablando de un ajuste muy fino”, dijo el investigador.