Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

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La disputa de agosto y los laberintos de la matemática electoral

En Juntos por el Cambio habrá PASO para la intendencia. De qué manera se integran las listas luego de las primarias y los límites finitos para Fabiana Ungaro y Marcos Streitenberger. El factor Quartucci.

Streitenberger, Moirano, De Leo y Ungaro. (Ilustración: Guillermo Arena)

Luego de una primaria casi testimonial en 2015 en la cual Héctor Gay aplastó al radical Roberto Ursino, nuevamente habrá PASO en Bahía Blanca dentro de Juntos por el Cambio. Esta vez, a priori, bastante más competitiva entre Nidia Moirano (del Pro, alineada con Patricia Bullrich) y Andrés de Leo (de la Coalición Cívica, encolumnado con Horacio Rodríguez Larreta).

Desde ya, el dato más relevante es quién quedará como candidato único a intendente de esa alianza, que viene ganando todas las elecciones en nuestra ciudad desde hace 8 años. Pero también es interesante observar cómo se integrarían ambas listas de concejales después del 13 de agosto, en especial por el condimento de que competirá una de las periodistas más reconocidas de la ciudad, Fabiana Ungaro, cuya inclusión como primera precandidata en la nómina de De Leo fue la gran sorpresa del cierre de este sábado.

¿Cómo se armará esa boleta de concejales definitiva? En principio conviene mirar quiénes son los dos primeros precandidatos de ambas opciones. Moirano eligió a un hombre de su extrema confianza como Marcos Streitenberger seguido de la radical Silvina Cabirón. Con De Leo figuran Fabiana Ungaro y el lilito Luis Tonin.

Una vez que esa noche de agosto estén los resultados de las urnas, la mecánica es la siguiente: se deben tomar los votos de ambas propuestas y con ese número hacer un 100%. Es decir, si una lista obtiene 18% y la otra 17% (total, 35%), a los efectos de la interna esa cantidad pasa a ser un 100.

En el ejemplo dado, de 18% contra 17%, se trataría de un triunfo muy ajustado y el perdedor habrá conseguido más del 45% de los votos del total de la coalición. En ese caso, el primero de la lista perdedora pasa a ser segundo de la boleta final.

Traducido a nombres: si Moirano le gana a De Leo por esa diferencia, Juntos por el Cambio irá a las generales de octubre con Streitenberger en el casillero 1 y Ungaro en el 2. Si triunfa el senador en la primaria, el binomio será Ungaro-Streitenberger.

En cualquiera de esas posiciones, los dos candidatos a ediles tendrán asegurado un lugar en Sarmiento 12 desde el 10 de diciembre porque nadie duda de que Juntos obtendrá más que esa cantidad de bancas.

El problema empieza cuando el perdedor se ubica por debajo del 45% de los votos de la alianza. Aquí se deben considerar varios datos, entre ellos que el piso electoral es del 25%, o sea que si un precandidato no alcanza ese porcentaje su lista queda fuera por completo.

A su vez, hay otras dos alternativas en el reglamento de Juntos por el Cambio. Una de ellas dice:

--Cuando la lista que consiga el segundo lugar dentro de la alianza obtenga más del 30% y hasta el 45% de los votos válidos afirmativos emitidos, la minoría se integrará en los lugares titulares 3°, 6°, 9°, 12°.

Según esa norma, el primero de los concejales de la lista perdedora va al tercer puesto de la nómina final. Pero el inconveniente en el caso de Bahía es que ambas propuestas tienen a la cabeza a personas de género diferente, con lo cual si una mujer es 1, un varón no puede ser 3 y viceversa, ya que se debe respetar la paridad. Es decir, ni Streitenberger puede ser el 3 de Ungaro ni a la inversa.

¿Cómo se resuelve este "detalle"? No está escrito, con lo cual quizás haya margen para discusiones post PASO, aunque según pudo averiguar La Nueva. el acuerdo en la junta electoral fue que el segundo de la lista perdedora pase al tercer lugar y, el primero de los derrotados, al sexto.

Léase: si De Leo la gana a Moirano, entonces Ungaro irá de 1, Silvina Cabirón de 3 y Streitenberger de 6. Al revés, si Moirano se impone a De Leo, Luis Tonin va de 3 y Ungaro de 6. Al límite de los lugares "a salir".

Y falta explicar un artículo del reglamento, el que establece que "cuando la lista que consiga el segundo lugar dentro de la alianza obtenga entre el 25% y el 30% de los votos válidos afirmativos emitidos, la minoría se integrará en el lugar titular 5°, de acuerdo al género que le corresponda a ese lugar".

Por las mismas razones del caso anterior, el primero de los perdedores no puede ir al quinto lugar sino que deberá conformarse con el sexto.

La conclusión política es que, salvo que la PASO para la intendencia en Juntos por el Cambio termine muy pareja, Streitenberger y Ungaro corren el riesgo de bajar a la sexta colocación de la lista final. Por lo tanto, quedarán muy al filo para entrar al Concejo, donde este año se renuevan 12 bancas y JxC pone en juego 7.

¿Puede Juntos, con cualquiera de ambos candidatos a intendente, sacar los votos suficientes en las generales de octubre para asegurarse 6 bancas? Hasta ahora siempre pudo, pero no todos los escenarios electorales son idénticos. Si el peronismo repunta respecto de la muy mala performance de 2021 a nivel local y La Libertad Avanza, con Oscar Liberman, tiene buena inserción entre los bahienses, no le resultará sencillo.

¿Qué necesita JxC para garantizarse 6 escaños? Hay múltiples opciones y todas tienen asteriscos. Pero muy simplificadamente se puede mencionar que le haría falta ganar la elección para intendente con más del 41,65% de los votos o bien con más del 33,33% y que al menos uno de sus dos principales competidores esté por debajo del 16,66%.

Los laberintos de la matemática electoral son muy engorrosos, pero para los interesados directos e indirectos resultan de imprescindible comprensión.

Al centro, Elisa Quartucci.

A todo esto, se debe agregar el factor Elisa Quartucci. La dirigente radical presentó lista para competir en las primarias de Juntos, contra Moirano y De Leo, y aguarda por la oficialización de la junta electoral.

Aquí hay cuatro escenarios. Uno, que no sea habilitada, lo cual derivará en presentaciones judiciales bajo el argumento de que es inaceptable eliminar una propuesta política que presentó todos los trámites y avales.

Dos, que la boleta se oficialice y, a partir del alineamiento de Quartucci con Gerardo Morales, precandidato a vice de Larreta, pueda adherir su lista a esa rama de Juntos por el Cambio. En tal caso, las opciones larretistas en Bahía serán dos, Quartucci y De Leo, lo cual dividirá el voto de esa corriente y aumentará las chances de Moirano de ganar la interna (además de dificultar la integración de los concejales del lilito en la nómina que competirá en octubre).

Tres, que su propuesta se oficialice pero que la cúpula de Juntos le impida pegar su boleta a los principales candidatos nacionales y provinciales, con lo cual solo le quedaría la alternativa de ir al cuarto oscuro con boleta corta. En ese caso es muy difícil saber si erosionará más a Moirano o a De Leo.

Y cuatro, la menos probable, que se baje y acepte un lugar en la lista de concejales de De Leo, que recién sería el tercero porque de ningún modo van a correr a Ungaro del tope de boleta.

En las próximas horas o días la junta electoral debe tomar una decisión sobre el reclamo de Quartucci. La respuesta, sea cual fuere, será clave para terminar de proyectar el tetris de la alianza gobernante en Bahía.

¿Y en Unión por la Patria, donde también va a haber PASO? En Bahía competirán Federico Susbielles, Sebastián Mas y quizás Leandro Nievas, que al igual que Quartucci espera el visto bueno de la junta electoral. El acta constitutiva de este frente indica que el piso electoral es del 30% para que las listas perdedoras ingresen aspirantes a concejales en la boleta final. En el peronismo el primero de los perdedores apenas se integraría en el puesto 6 o 7, según el género.

A la pregunta de si UxP está en capacidad de obtener ese número de bancas, la respuesta es la misma que en el caso de Juntos por el Cambio. Necesita ganar la elección de octubre, por ejemplo, con más del 41,65% de los votos o hacer cuentas con otras alternativas.

En principio es una interna menos atractiva que la del oficialismo local, porque todo indica que Susbielles ganará con amplitud. No obstante, resultará interesante ver de qué manera las fuerzas justicialistas se diferencian entre sí durante esta campaña y, sobre todo, cómo se reposicionan una vez superado el 13 de agosto.

No hay que olvidar que hoy las miradas están muy enfocadas en las PASO. Y es lógico. Sin embargo, con los resultados puestos de esa noche, el lunes 14 empezará un partido muy diferente. El decisivo.