Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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García Gurrea: a 2 años del hecho, su madre no baja los brazos

Cristina Gurrea ratificó que hay “muchos indicios” contra los sospechosos del presunto homicidio de su hijo y que se produjeron “novedades” en la investigación.

Cristina "sobrevive" desde el día que su hijo Gabriel desapareció. (Fotos: Pablo Presti-LN.)
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Audionota: Danilo Belloni

A dos años de la desaparición de Gabriel García Gurrea, su familia no baja los brazos en la lucha por el esclarecimiento del hecho, pese a que hasta ahora la fiscalía, al parecer, no cuenta con pruebas firmes para sostener imputaciones.

Sin embargo Cristina Gurrea, madre del hombre que tenía 45 años al momento de su desaparición, confirmó que en el último tiempo se produjeron “novedades” en torno de la investigación direccionada al presunto asesinato de su hijo, pero prefirió mantener la información en reserva para no entorpecer la causa.

Según ella, existen “muchos indicios” contra los sospechosos Pamela Antúnez, quien era pareja de Gabriel al momento de lo sucedido; Cristian Pampín, exnovio de ella; Marcelo Campetella, supuesto amante y vecino de la nombrada y Tamara, hija de Antúnez.

Cristina aseguró estar convencida de la responsabilidad de los cuatro sindicados en lo ocurrido con “Tibu”, pero -opinó- “falta alguien que diga algo” para resolver el caso.

Gurrea destacó la intensa labor del fiscal de homicidios, Jorge Viego, con quien ella y el resto del grupo familiar están en contacto permanente.

En el marco de un nuevo aniversario del episodio incierto, la mujer resaltó la agradable personalidad de Gabriel, padre de un hijo.

“Por supuesto que por ser su madre voy a decir lo mejor de mi hijo, que era una persona buenísima y recariñosa. Todos los días o día por medio venía a mi casa para verme; era muy familiero, una excelente persona”, describió.

“No tenía problemas con nadie y era un pibe resociable. Andábamos en el centro y todo el mundo lo saludaba; le decían ‘eh, “Tibu”, cómo andás’. Todos se paraban a charlar con él. No tenía enemigos”.


Sobre la relación sentimental entre su hijo y Antúnez, reconoció que “tenían sus idas y vueltas, como toda pareja”.

“Los veía bien y jamás hubiese sospechado que iba a suceder todo esto, pero no puedo decir más que eso porque Gabriel vivía en su casa y yo en la mía”, explicó.

La esperanza intacta

Cristina “a veces” se aferra a la esperanza de que su hijo esté con vida, pero dejó en claro que ese sentimiento depende de con qué ánimo se “levante de la cama” ese día.

“En algunas oportunidades pienso que ojalá se haya ido a algún otro lugar, pero por otra parte si Gabriel estuviese vivo se hubiera comunicado conmigo de alguna manera, aunque sea con señales de humo”.

“A dos años de su desaparición tratamos de sobrevivir, como se suele decir, porque tengo tres hijos más y nietos, y la vida sigue”, reflexionó la mamá de Gabriel, de quien no se sabe nada desde el 19 de mayo de 2021, cuando se retiró de su vivienda después de discutir con su novia.

Cristina señaló a Antúnez como “principal sospechosa” del incidente y afirmó que la Justicia se “encargará” de condenarla.


“Si ella no tiene nada que ver con lo sucedido, por qué nunca más me atendió el teléfono ni me recibió cuando fui a su domicilio. Hizo que me pusieran una perimetral para que no pasara por su casa”, remarcó.

“Por qué va a hacer eso una persona que supuestamente es inocente. Si es así, lo primero que tendría que haber hecho es venir a mi casa como lo hacía siempre, porque teníamos una buena relación, y decirme ‘Gabriel desapareció, vamos a buscarlo juntas; te ayudo’. Pero eso nunca pasó”, amplió.

“A Pamela ahora no le diría nada porque no podría estar cara a cara con ella, que sabe lo que hizo”, continuó.

“Nochecita complicada”

Un compañero de trabajo declaró que la tarde del 19 de mayo de 2021 Gabriel se retiró de la verdulería en Punta Alta, donde era empleado, con la idea que iba a tener una "nochecita complicada".

Esa frase se la repitió a su colega antes de verlo por última vez y luego de hacerle alusión a algunos mensajes de WhatsApp que había intercambiado por la tarde con Antúnez.

La mujer le habría informado a Gabriel que tenía pensado ir a una concesionaria Ford para que le tasaran su camioneta Ford EcoSport Titanium, con el fin de venderla y comprar los pasajes para viajar a España.

La idea del viaje de ambos para instalarse en Europa fue motivo de más de una discusión fuerte en la pareja.

Está documentado con la declaración de excompañeros de García Gurrea en el mercado de frutas que, a principios de 2020, ella lo rasguñó y le habría roto el pasaporte porque aparentemente él no quería irse en pareja sino de manera individual.

La versión de la "nochecita complicada" la ratificó Roberto Gurrea, tío de Gabriel.

Admitió que su sobrino le comentó al compañero de trabajo que “iba a tener una noche 'heavy' porque ella (por Antúnez) quería vender la camioneta para irse a España con él, pero Gabriel había decidido viajar solo o con su mamá”.

Por su parte, Antúnez siempre reconoció que la relación era inestable y que ese día le pusieron fin tras una discusión, pero en buenos términos, y él se fue.

Sospechas y pericias

A los investigadores siempre les llamó la atención que “Tibu” se haya ido del departamento aquella noche sin su celular, pero también es cierto que si al hombre lo hubieran "desaparecido", no tendría sentido haberse quedado con el teléfono, cuando pasaron varios días hasta que intervino la Policía.

Otro dato sospechoso es que el GPS del celular de Pamela se apagó a las 18.45 del 19 de mayo (día de la desaparición), cuando estaba en la casa de Tamara Pampín, en Grünbein (allanada más de una vez), y se volvió a activar al otro día, a media mañana, en el mismo lugar.

Prácticamente a la misma hora del día 19 se determinó que Gabriel viajaba en un colectivo de la línea 319, desde Punta Alta hasta Bahía. A esa hora, el micro hacía el recorrido por la calle Rafael Obligado.

Los investigadores se preguntan si Gabriel pudo haber bajado en Grünbein en vez de llegar hasta su domicilio en el centro.

Pamela declaró que esa tarde/noche ambos discutieron en el departamento de General Paz y que él luego se fue.


También dijo que su hija de 12 estaba en una habitación, que escuchó los gritos y los portazos y que cuando salió de la pieza Gabriel ya no estaba.

La tarjeta SUBE de la menor, según se acreditó después, la ubicó el día 20, a primera hora de la tarde, viajando desde Grünbein hacia el centro. Si bien los plazos temporales son factibles, la hipótesis de los investigadores es que la niña no estuvo presente en el lugar de la discusión.

Silencio del fiscal

Hermetismo. Desde el Ministerio Público Fiscal bahiense se dijo, de manera escueta, que el expediente judicial está “en trámite y se está trabajando, por lo que Viego prefiere no comentar detalles para no atentar contra su propia tarea”.

Contacto. El titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 5 “atiende a la familia de manera regular y se le informa sobre el avance y el estado general” de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), manifestaron desde fiscalía general, en consonancia con lo dicho por la madre.

Movimientos. Tras los dichos de un testigo, en febrero pasado se allanó una vivienda en Azopardo 447 (Tiro Federal), donde alguna vez residieron los padres de Antúnez. Días antes habían rastrillado un terreno en Grünbein (Scalabrini Ortiz al 5000), siempre en la búsqueda de Gabriel. Los resultados de ambos procedimientos fueron negativos.