Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Más cerca de México: Bautista Bonacci salió de Bahía a dedo y llegó a su primer destino

El joven viajero, piloto y creador de contenidos digitales que recorrió 43 países realiza un voluntariado en un hostel de Mar del Plata. Partió hace una semana para recorrer Latinoamérica de forma económica e inspirar a más personas a ir por sus sueños.

Costó un poco el arranque porque estuvo tres horas esperando en la ruta hasta que alguien lo levantó, pero a las 9 de la noche de su primer día de viaje ya había lograd unir su domicilio en el barrio Universitario con la ciudad de Mar del Plata, habiendo gastado en todo el recorrido solo 250 pesos que utilizó para ir desde la terminal de ómnibus de "La Feliz" hasta la Playa de los Acantilados.

Así, Bautista Bonacci, el piloto de aviones de 28 años que recorrió más de 43 países del mundo viajando solo como mochilero inició el desafío que se propuso hace algunos meses de unir Bahía Blanca y México a dedo. 

Antes de esta aventura solía tomar trabajos para así poder ahorrar y seguir conociendo culturas y destinos. Trabajó con visas en EE.UU. y dos veces en Australia, por ejemplo.


Con su fiel compañera de emociones en la primera salida a dedo.

En este viaje el trabajo será voluntario por techo y comida a través de la plataforma @wordlpackers.es, de la cual es embajador, para recorrer los sitios que desea conocer (o volver a visitar) y compartir con sus seguidores de las redes ya que es un activo creador de contenidos con más de 43 mil seguidores solo en Instagram (@bbaubonacci).

"Salí el martes desde Bahía y fui hasta el triángulo y ahí empecé a intentar conocer algún camionero que me sacara de la ciudad por ruta 3. Fue complicado, estuve como tres horas dando vueltas, consiguiendo contactos,intentando, preguntando. Aparentemente estaba complicado porque hubo mala cosecha y había pocos camiones en circulación", contó.


Según Bautista estos 100 km en la chata de una camioneta hasta El Perdido fueron los mejores de su vida.

Entonces lo levantó una camioneta y lo llevó en la caja hasta El Perdido, en cercanías de Coronel Dorrego.

"Ahí estuve haciendo dedo una hora más hasta que paró mi ángel guardián Agustín, un camionero de 33 años que me llevó hasta Quequén, lo cual era perfecto porque mi destino final era Mar del Plata. Me bajé ahí y me levantó un chico en el auto y me trajo hasta la terminal de Mar del Plata", comentó.


Con Agustín, quien le dio un aventón hasta Quequén.

"Fue increíble la cantidad de gente que conocí, la cantidad de situaciones que viví tan cerca de mi casa. Me hizo darme cuenta de que viajar está a la vuelta de la esquina, que uno no necesita irse lejos ni conseguir una visa ni tener mucho dinero para viajar. Llegué a Mar del Plata prácticamente gratis. Es más, hubo gente que me quiso ayudar con plata, aunque decidí no aceptarla", dijo.

En este momento está en la Playa de los Acantilados realizando un voluntariado de tareas de limpieza y preparación de desayuno en un hostel de la ciudad. Trabaja 4 horas por día a cambio del alojamiento (la cama) y el desayuno.

"La experiencia al día de hoy está siendo increíble: trabajo con extranjeros de EE.UU, Brasil, España, Italia. En resumen: si me preguntan cómo describiría mi primer semana de viaje diría que disfruto más el viaje que el destino", concluyó.

Esta es la carta que se escribió a sí mismo antes de emprender la audaz aventura de recorrer 10 mil kilómetros y atravesar 8 países sin más carga que una mochila y con el entusiasmo de poder llenarla de aprendizajes el tiempo que dure este proyecto.

CARTA A MÍ MISMO

“Cambiaste y te dejaste cambiar. Cuando te veo de lejos sonrío, vas por el camino correcto, te equivoques o te salga bien, actúas con el corazón.

Te duele dejar gente atrás aunque siempre sonrías en las despedidas, te duele dejar lugares en los que te sentís bien, te dolieron los desamores, pero te forjaron.

Me gusta cuando hablás con convicción, porque no dudás de lo que pensás y mucho menos de lo sentís.

No me gusta cuando te dejás pasar por arriba por no confrontar.


Bali, Indonesia.

No te tomes nada personal.

No supongas.

Me es imposible no compararte con el Bau de hace unos años, te veo disfrutar de vos mismo como un tesoro.

Te felicito, hiciste las paces con la soledad, jamás volverás a estar solo.

Convéncete de que todo y todos lo que te rodean te merecen tanto como vos a ellos. Cuida tus amistades y tus amores, son el mejor vínculo con tu pasado y serán quienes te acompañen en el futuro.


En la India, con un amigo, lejos de la zona de confort.

Descifraste la ecuación de la vida! Predicala a cada segundo y repetila de noche y cuando te despiertes, “La finalidad de la vida es la felicidad”, sin más.

Que tengas un no, tan buen viaje. Y despedite de quien sos hoy, mañana cambiarás de piel.


París, Francia.

Es hoy y ahora, es hoy, y es ahora.

Mañana no existe”.

De Bau, para Bauti.