Fútbol amateur: los riesgos de practicar deporte después de los 35
Las muertes de tres deportistas en menos de un año obligan a plantear qué tipo de servicio médico se les brinda a miles de participantes en las ligas no profesionales. Cuáles son las principales falencias y qué controles se necesitan.

Audionota: Mariano Muñoz
La falta de ambulancias y equipos de resucitación en las canchas, así como el estilo de vida sedentario con factores de riesgo por parte de futbolistas amateurs mayores de 35 años pueden derivar en muertes de jugadores, como las 3 registradas en menos de un año en ligas no profesionales de nuestra ciudad, la más reciente el pasado sábado.
Cada fin de semana miles de personas practican fútbol en el ámbito del amateurismo en Bahía Blanca, por eso es importante conocer las falencias y aspectos positivos en relación con los servicios de emergencias que se les brindan a los participantes en los predios deportivos.
Además se hizo foco en los controles médicos previos para detectar cardiopatías predisponentes a una muerte súbita o que puedan agravarse con la práctica deportiva.
Luciano Udi, presidente de la Liga Comercial, puso énfasis en la insuficiencia de ambulancias para cubrir eventuales incidentes de salud en los 10 complejos con los que cuenta la organización, ubicados en Bahía y Cerri, donde se disputan 57 partidos cada sábado en diferentes categorías.
Según el dirigente, esta "descentralización" dificulta la logística respecto de la disponibilidad de vehículos sanitarios durante los partidos.
“En 10 predios necesitás una decena de ambulancias que no están disponibles. Tampoco podés tener una ambulancia en cada predio porque en Bahía no hay esa cantidad. Además es antieconómico porque una sola ambulancia representa una erogación de más o menos un millón de pesos”, precisó.
“Los servicios de emergencias nos ofrecen una ambulancia en la medida en que esté disponible, que no siempre está. Pero una ambulancia en 10 predios no resuelve el problema”, acotó.
“Nuestra liga es la más grande de Bahía, pero también la más barata porque juegan personas en su mayoría de clases media y media baja. Contar con una sala médica y ambulancias en las canchas son decisiones que las toma la liga, pero las afrontaría económicamente cada equipo en el pago de la cuota”, continuó Udi.
Por ahora los organizadores no exigen la presentación de un apto médico a los 3.000 jugadores de la Liga Comercial, a raíz de que muchos de ellos son “cuentapropistas” y no poseen obra social para afrontar los costos de los chequeos.
Otro condicionante es que las coberturas médicas por lo general no costean los estudios previos, cuyos valores son elevados.
El apto médico se implementaría en 2023 y actualmente los jugadores firman una declaración jurada mediante la cual toman conocimiento de los riesgos de la práctica deportiva, al igual que deben informar si presentan alguna afección.
Los capitanes de los 115 equipos, en tanto, realizaron un curso de RCP obligatorio dictado por Defensa Civil, y se les indicó que ante un episodio de esta índole den aviso al 107.
El dirigente indicó que año a año se mejora la cobertura del seguro médico en caso de lesiones y muertes accidentales, como también hicieron su propio stock de muletas, férulas, botas y máscaras faciales.
Se trabaja para que “rescatistas” brinden asistencia médica durante los partidos de fútbol, medida que se implementó hasta hace una temporada en el predio del club Unión Ferroviaria.
“Algunas instalaciones tienen su servicio de emergencias contratado porque es una exigencia como predio, pero muchas veces no se recurre a la ambulancia privada porque lo que más rápido y mejor resuelve la situación es el 107”, finalizó Udi.
Detección oportuna
En la Liga Interprofesional de Deporte Amateur (LIDA), la planilla de apto médico permitió detectar a tiempo a jugadores con cardiopatías que debieron dejar de jugar al fútbol.
Así lo destacó Sebastián Marchese, presidente de la LIDA, quien agregó que los jugadores están obligados a hacerse electrocardiogramas, ecodopplers y ecografías de tórax.
“Todos los años los jugadores deben firmar una planilla con el apto médico antes de empezar a competir, que garantiza que la persona está en condiciones de jugar al fútbol durante 80 minutos. Los exámenes están diseñados por un médico deportólogo”, dijo Marchese.
“En 2021 a un hombre de 44 años se le encontró una afección cardíaca y los casos anteriores se detectaron en 2019, respecto de jugadores de 33 y 38 años. Muchos socios nos critican por tener que llenar la planilla, pero que ‘les hayamos salvado la vida’ a estas personas nos hizo ponernos las pilas para ser más rigurosos en este sentido”, recalcó.
Durante los partidos la LIDA pone a disposición una ambulancia privada de alta complejidad, y desde hace 4 años contrata a un médico que está presente durante toda la jornada deportiva.
“Creo que ninguna otra liga de fútbol amateur cuenta con un médico en las canchas y para nosotros es una tranquilidad, al igual que la ambulancia todo el día ahí, más allá de que tenemos médicos y enfermeros que participan de la liga”, resaltó el informante.
El responsable de la liga con aproximadamente 1.000 jugadores dijo que la organización no brinda seguro médico a los participantes.
“Siempre que se quiso implementar, no se pudo porque, según dicen los socios, es un gasto más y en esta liga el 99% tiene obra social”, concluyó Marchese.
Por otra parte la Lifacal, con 50 equipos distribuidos en 4 categorías (una de veteranos), obliga a los equipos a pagar un seguro médico para poder participar, pero no solicita apto de salud.
En el complejo Zibecchi del Club Atlético Liniers, sede de esta liga, está disponible un grupo de enfermeros para atender a jugadores durante la disputa de los partidos.
La arritmia como causa
Según el cardiólogo Mariano Pipkin, las muertes súbitas se producen con más frecuencia en el deporte amateur y para prevenirlas no solo es necesaria la evaluación del paciente, sino también conocer por qué suceden estos hechos.
El último deceso se produjo el sábado pasado en el predio de la Unión Ferroviaria, donde falleció el futbolista Horacio Calderón, de 53 años.
El 16 de marzo pasado otro hombre, de 44 años, también perdió la vida mientras jugaba al fútbol en el complejo Zibecchi del club Liniers.
Otro hecho similar se suscitó en octubre de 2021, cuando Emiliano Marinissen (40) murió en dichas instalaciones y bajo las mismas circunstancias.
“Casi siempre se originan por una arritmia, un trastorno eléctrico en el corazón que provoca que deje de latir. En general pacientes de entre 35 y 60 años mueren de un infarto, es decir un coágulo en una arteria coronaria que tapa la circulación, el tejido cardíaco deja de recibir sangre, genera una arritmia mortal, deja de latir y te morís”, explicó Pipkin.
“Por ejemplo a un hombre de 60 años, con sobrepeso y vida sedentaria, lo llaman para jugar un partido de fútbol el fin de semana y va. Hace un esfuerzo que no hizo en los últimos 10 años, o participan de estas ligas que van una vez a jugar y después durante toda la semana comen asado, trasnochan, pesan 30 kilos de más y no van al médico. Cómo no vas a evaluar cómo está tu cuerpo antes de hacer un esfuerzo que nunca hacés”.
“Hay que enfocar la evaluación en cuál es el estado de las arterias coronarias que llevan la sangre al corazón, pero sobre todo evaluar al paciente. Porque a muchos de estos hombres -que no consultan a un médico, se sienten bien y no les duele la cabeza- quizá les tomás la presión y están hipertensos, les hacés un análisis de sangre y están diabéticos, o son fumadores.
“Los factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto, el sedentarismo, el alcohol en exceso y sobre todo la obesidad, generan una inflamación crónica del sistema cardiovascular. Cuando a alguien así lo hacés correr y esforzarse, se genera de golpe un coágulo que le tapa una arteria y le produce un infarto”, continuó el facultativo.
El cigarrillo -aseguró- es el principal factor de riesgo para tener un infarto en relación con el deporte, y sobre la hipertensión el médico remarcó que es "el mayor flagelo en la sociedad", con detección cada vez a más temprana edad.
“No hace falta sentirse mal o tener dolor de cabeza para ser hipertenso. Podés serlo y no saberlo porque no tenés síntomas, pero por dentro tu sistema cardiovascular está ‘al palo’. Esa persona que en reposo tiene 16 de presión, después en la cancha termina con 25”, ejemplificó.
El examen cardiovascular completo para tener un corazón bien evaluado consiste en un electrocardiograma, un ecodoppler y una ergometría.
El primer estudio permite detectar patologías eléctricas y musculares del órgano, y por medio de la segunda evaluación se observa al músculo cardíaco.
“Si el corazón fuera una casa, estarías viendo su estructura pero no las cañerías, es decir las arterias coronarias que le llevan la sangre para que lata, ni el sistema eléctrico. En estos 2 estudios se evalúa al músculo en reposo”, señaló el especialista en cardiología del deporte.
“En la ergometría se somete al corazón a un esfuerzo. Los 3 estudios son complementarios”, completó.
"Con una buena evaluación precompetitiva, se disminuye significativamente el riesgo de una muerte súbita en el deporte, pero no al 100%", expresó.
Pipkin enfatizó que para prevenir estos desenlaces fatales es indispensable que en las canchas haya un desfibrilador.
“Vale 1.500 dólares y cualquier persona lo puede manejar. Como la muerte súbita es una arritmia, la persona cae muerta; pero si otro le coloca el desfibrilador en el pecho y aprieta un botón, le salva la vida. Esto es más importante que la evaluación a los jugadores”, dijo el profesional.
"Desde el punto de vista de la evaluación de los pacientes, tienen que hacerse un examen médico al menos una vez por año. Si la persona no tiene una buena cobertura, que un médico clínico le tome la presión y le haga hacer un análisis de sangre; así se reduce mucho el riesgo", finalizó.