Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Tres años con olor a cloacas: reclaman una solución a ABSA y la delegación de Villa Rosas

 "Pusimos una chapa grande y maderas, pero son casi un metro de largo por otro de ancho. Hace tres años vino ABSA lo dejó cómo lo ves hoy y nunca más vinieron", le dijo Lorena a La Nueva.

Fotos: Tomás Bernabé-La Nueva.

   Hace tres años que Lorena, Gastón y sus dos hijos deben convivir con olor a cloacas que emerge de su casa de calle Sáenz Peña 452, en el barrio Plan Federal.

   Utilizan todo tipo de maniobras para que el olor los deje vivir de la manera más normal posible. La situación se hace cada día más insostenible, pero a la vez preocupante porque el desborde cloacal tiene ya una profundidad de un metro, lo cual genera muchísimo peligro para los niños del barrio.

   "Pusimos una chapa grande y maderas para que la chapa no se hunda, pero son casi un metro de largo por otro de ancho. Hace tres años vino ABSA, lo dejó cómo lo ves hoy y nunca más vinieron", comenzó contando la mujer.

   Esta situación comenzó a vivirse años después de haber entregado las viviendas. 

  "Llamamos un montón de veces, pero nadie hace nada. A parte de este problema, a la semana de mudarnos acá nos robaron el medidor de agua y nunca más lo trajeron. Fui hasta la oficina, llenamos datos, me dijeron que iban a venir, pero eso nunca pasó", comentó.

   "Ayer, sacamos la chapa y las maderas y le pusimos una manguera para poder sacar algo, pero es imposible, porque sacaba y brotaba más agua aún. Por ejemplo, cuando se llena del todo, me explota por las rejillas de la cocina", agregó.

   Lorena contó que habla seguido con el delegado municipal de Villa Rosas, Luis Tonín, "pero nos dice que él mucho no puede hacer".

   "Hace un par de años, cuando estaba el otro delegado nos mandó un camión atmosférico, aspiraron todo con una manguera y por un año no se rebalsó, pero ahora se hace imposible convivir. Hace dos semanas que hablo con el delegado, pero me dice que hay muchísima demanda y que mucho más no puede hacer", contó. 

   Lorena dijo que "adentro de la casa el olor es tremendo, tapo las rejillas con trapo con lavandina, tiro de todo, pero igual el olor no se va".

   "Lo único bueno es que empezaron a limpiar el baldío de la esquina, porque la mugre que había en esta zona era increíble", cerró.