Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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El domingo invitan Los Chopen: festejan 15 años con la proyección de “una película necesaria”

Así definió la directora bahiense Josefina Recio al documental que protagoniza el colectivo de artistas visuales con diversidad intelectual que coordina Tati Montaner. Se proyectará el domingo 3, en la Biblioteca Rivadavia, a las 17, con entrada libre y gratuita. Se podrá colaborar con un bono contribución y habrá sorteos.

Josefina Recio junto a parte de su equipo en la realización del documental.

   Anahí González Pau
   [email protected]

   La Licenciada en Actuación y realizadora audiovisual Josefina Recio, autora del documental El huevo del dinosaurio invita a la comunidad a disfrutar este domingo 3, a las 17, en la Biblioteca Rivadavia, de la proyección de el documental que tiene como protagonistas a Los Chopen, un colectivo de artistas con diversidad intelectual que coordina su mamá, Tati Montaner, desde hace 15 años, y que convirtió a sus integrantes en embajadores de la cultura local. 

   La película fue reconocida en festivales del cine de varios países del mundo y se filmó en locaciones de Bahía Blanca e Ingeniero White.

    La entrada es libre y gratuita con cupo limitado y la reserva se realiza desde el link que aparece en el perfil de @auditoriobibliotecarivadavia.

    Se podrá colaborar con un bono contribución que tendrá un número para participar del sorteo por una pieza de cerámica y una obra pictórica de Los Chopen.


Pipi Montaner y su mamá Coca, en uno de los momentos de la película.

   “El valor de este documental siguen siendo las y los artistas de este grupo. Después de varios años de su estreno, es una obra que sigue conmoviendo, sorprendiendo y abriendo preguntas”, expresó Josefina, quién escribió y dirigió la obra.

   “El huevo del dinosaurio fue y es para mí, una película necesaria. Quería que todas las personas tuvieran la posibilidad de conocer a Los Chopen, su mirada, sus modos de producir, de vincularse, de sentir, pensar y crear mundo. Los Chopen te transforman porque te interpelan profundamente. Y el mundo necesita más de estas transformaciones poéticas y amorosas”, contó Josefina quien hoy integra el elenco de la Comedia Municipal con la obra Los cómicos del camino y coordina la Comedia Juvenil de la Escuela de Teatro de Bahía Blanca.

   La primera motivación para crear este documental fue, sin duda, personal. Su mamá, Ana “Tati” Montaner fundó a Los Chopen y su tía, Pipi, también artista, era un pilar fundamental del grupo.

   “Estaban unidas en un proyecto que por su inmensa potencia comenzaba a trascenderlas”, dijo Josefina.

   En el momento de su partida, en noviembre de 2020, Pipi Montaner, fue despedida con gran admiración y reconocimiento por parte de la comunidad artística bahiense.


Este año también partió físicamente Agustina, otra de las artistas del grupo.

     “Cada vez que vuelvo a ver la película agradezco haber llegado en el momento justo para filmarla a Pipi y también a Agustina. Dos mujeres Chopen apasionadas que dejaron una huella profunda, marcando un camino”, manifestó.

   “Pipi fue y es parte de algo que la trasciende. Su obra.  Hoy que ella no está físicamente, lo veo muy claramente. Fue la musa de mi madre para crear este grupo. Los Chopen comenzó con su pincelada pero hoy es lo colectivo lo que trasciende y cada una de ellas y ellos, en su singularidad, dentro de este colectivo que se afianza cada vez más. Esto me parece de una belleza brutal. Porque todo está vivo ahí, late, contagia, respira”, comentó la realizadora.

   

   -¿Qué son Los Chopen para vos?
   -Creo que la respuesta más comprometida sobre qué son para mí, está en la película. Es un grupo al que siempre me gusta visitar, con los que siempre quiero estar en contacto y en lo posible colarme y compartir algún proyecto. No solo porque disfruto y me divierto sino porque además aprendo mucho de ellxs. Lo singular no se pierde sino que se potencia y en el entramado colectivo se sostiene. 

   -¿Por qué invitar a alguien este domingo a ver el documental?
   -Porque la va a pasar muy bien. Porque si aún no conoce a Los Chopen, se va a sorprender. Porque va a tener la posibilidad de ver la película y de conocer a los integrantes del grupo personalmente y porque además de todo, tendrá la posibilidad de ganar una de sus obras.

   Tati Montaner: “Los Chopen era un signo de pregunta” 

   Tati Montaner confió a La Nueva, que, en sus inicios, Los Chopen, era una experiencia innovadora y desafiante y que le daba el mismo placer que siente hoy de trabajar con ellos y con ellas después de compartir 15 años.

   “Me quedo con la sabiduría que tienen de saber inconscientemente interpelar a una sociedad que no esperaba de ellos lo que le dan al arte, al volverse sujetos de derecho al realizar sus sueños con las capacidades que les ofreció la vida”, dijo. 

   Aseguró que en todo este tiempo transcurrido percibe una sociedad más abierta e inclusiva en el discurso pero en la práctica los pasos que se dan son muy pequeños.


Ana junto a su hermana Pipi Montaner.

   “La base para realizar el cambio está en la formación de la sociedad para respetar la diversidad, venga de donde venga”, dijo.

   “De Los Chopen me quedo con la idoneidad de saber trabajar colectivamente sin egoísmos y, sobre todo, con la anchura de amor que tienen por sus pares que hace que el grupo tenga un crecimiento y solidez que hace frente a los obstáculos que puedan presentarse”, expresó.

   Destacó la presencia de María Eugenia Gutiérrez, coordinadora de la primera hora y docente de cerámica, una persona muy importante para el grupo y la incorporación, este año, de Mariana Laudani, también profe y coordinadora.

   

   Los Chopen trabajan en su espacio-taller en Chile 416. Allí comparten sus obras, cerámicas y objetos-arte que pueden adquirirse en La Tiendita. Para más información: Facebook/Los Chopen Artistas Plásticos.

   Josefina Recio: “Siempre es una tarea titánica hacer una película”

   La realizadora audiovisual egresada de la Universidad Nacional de las Artes como Licenciada en Actuación, vivió casi 20 años en la capital federal. Junto con el cineasta Nicolás Richat, tuvieron dos hijos: León y Amapola, con quienes regresaron a la ciudad. 

   Habló con La Nueva. acerca de las dificultades de hacer cine en la ciudad y en el país.

   -Estudiaste en Buenos Aires y regresaste a tus pagos con reconocimientos ¿Tenes campo de acción como cineasta y mujer en Bahía Blanca? 

   -El campo de acción es muy reducido o casi inexistente en Bahía Blanca. Sobre todo si sostenemos que todo trabajo debe ser remunerado en cada una de sus áreas y roles. Aun así, no claudicamos y buscamos maneras de producir y llevar adelante nuestros proyectos. En este momento estoy escribiendo mi próximo guión que espero poder filmar en nuestra ciudad. Siempre es una tarea titánica hacer una película.

  Hasta hace unos días aún estaba en duda el Fondo de Fomento a la Cultura y hubo que movilizarse mucho para que eso no se pierda. Aún estamos esperando que se trate en el Senado. 

   En cuanto al género la brecha sigue siendo muy grande. Pero no es la única brecha desigual que existe. También hay que discutir la redistribución federal de los fomentos y las reglas del mercado. Hoy el 90% de las producciones son realizadas en CABA y el 80% en manos de Varones CIS blancos. Hay que democratizar las miradas. 

   En tal sentido creo que El huevo del dinosaurio aporta una mirada no hegemónica desde varios puntos de vista y eso es un valor en sí mismo.

   Desde Cartelera Transfeminista, colectiva de la que formo parte y que distribuye nuestra película, nos preguntamos ¿cómo desarrollar un cine que (des)construya, que se abra, que permita ingresar la diversidad de miradas para contar(nos) de maneras otras? Ayudar a encontrar formas, colores y sonidos propios. Ser “el error” en un sistema que necesita que todo esté en el lugar que corresponde. Esto, tal vez, podría contribuir a empezar a romper esa urdimbre patriarcal que atraviesa y configura subjetividades.