Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Por debilidad de la demanda, el crédito a privados cayó en Bahía Blanca

Los comerciantes advierten que el actual contexto dificulta el surgimiento de proyectos de inversión que justifiquen el pedido de financiamiento bancario.

Francisco Rinaldi / frinaldi@lanueva.com

   La incertidumbre generalizada y la inestabilidad económica, eso que para cualquier argentino de edad mediana es una constante, se siente en la demanda de crédito de las empresas y familias de nuestra ciudad: en un año, y siguiendo la tendencia nacional, los préstamos a privados cayeron a razón del 13,2 por ciento en términos reales, es decir, descontando los efectos de la inflación.

   Así, según publicó el Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA) en su IAE número 172, los bancos locales poseen un saldo de préstamos de 28.734 millones de pesos, mientras que los depósitos que captaron ascendieron a $ 79.718 millones. Ambas cifras están consolidadas al tercer trimestre de 2021 y su fuente es el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

   “Esto significó un decrecimiento en los préstamos promedio otorgados en términos reales del 13,2% durante el año y también una leve baja del stock depósitos de un 0,4%. Cabe destacar que a nivel nacional la dinámica analizada fue similar en cuanto a préstamos (-10,8% real interanual) al igual que en lo que respecta a depósitos, los cuales descendieron en menor medida (-1,7% real interanual)”, explicaron desde el CREEBBA.

   “La continua inestabilidad macroeconómica probablemente haya sido el principal factor para explicar el menor nivel de colocación de préstamos del sistema financiero, tanto a nivel local como nacional”, detallan los economistas del Centro de Estudios bahiense.

   Para el director de GRA Consultora, el economista Gabriel Rubinstein, la demanda crediticia del sector privado es débil.

   “Nosotros vemos que los bancos se limitan a dar el crédito que el sector privado pide, y el resto lo destinan a Letras de Liquidez que emite el BCRA (N de R: un instrumento de regulación monetaria que se usa para morigerar los esperables efectos inflacionarios de la emisión monetaria, procurando capturar parte del sobrante de pesos), pero no hay una gran demanda de los privados”, explicó.

   El presidente de la Cámara de Comercio de Bahía Blanca, Martín Garmendia, acotó que los comercios de la ciudad no piden préstamos al banco por una clara razón: no poseen, producto de la incertidumbre reinante, proyectos de inversión que les permitan devolverlos.

   “Hubo créditos para pagar sueldos en pandemia, pero ahora, los comerciantes no tienen proyectos, porque no ven un horizonte ni tienen expectativas que les permitan cambiar de actitud. Las subas de precios deterioraron el poder de compra de los consumidores y los bancos, encima, amenazan con cortar las compras en cuotas con tarjetas de crédito en cualquier momento. Es muy difícil que alguien quiera pedir un crédito en este contexto”, reflexionó.

¿Crowding out?

   Datos del BCRA advierten que al último mes de 2021, el crédito al sector público y en instrumentos del BCRA totalizó un 41,9% del total del activo del sistema financiero nacional, que se compara con un 37,9% de diciembre de 2020. En igual lapso, el crédito a privados se mantuvo dentro del rango del 28% del activo.

   Los datos de la autoridad monetaria llevarían a pensar que la economía nacional se encuentra en una situación de crowding out, esto es, cuando el sector público desplaza al privado como demandante de crédito.

   “Eso no está pasando, porque no hay presión del sector privado, ya que, como señalé, la demanda es débil. Por eso, tampoco se ha visto un aumento fuerte de las tasas de interés, lo que hubiera pasado si las solicitudes de financiamiento privadas estuviesen aumentando”, insistió Rubinstein.

   Desde el CREEBBA avalan su explicación al demostrar que las tasas de interés en la banca local se han mantenido relativamente estables a lo largo del año pasado. En particular, la tasa en descubierto de cuenta corriente mostró leves fluctuaciones de, aproximadamente, 1,5 puntos porcentuales (pp.) en promedio, en torno a una tasa media anual del 49,6%, cerrando el año que se fue con un aumento de 3,9 pp. frente a la de  finales de 2020.