Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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Preocupación por el aumento de los casos de sífilis en la ciudad

El fenómeno había comenzado antes de la pandemia y se incrementó tras el Covid-19. En los 5 años comprendidos entre 2017 y 2021, los casos de contagios se multiplicaron por 9 en Bahía Blanca.
 

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día más de un millón de personas contraen alguna infección de transmisión sexual, lo que significa que anualmente unos 376 millones de personas contraen infecciones por Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae (gonorrea o blenorragia) o Trichomonas vaginalis y Treponema pallidum (Sífilis).

   Como ejemplos, más de 290 millones de mujeres están infectadas por el virus del papiloma humano (VPH), y el número de personas con infección genital por virus del herpes simple supera los 500 millones.

   En cuanto a la sífilis, en Argentina, la tasa de casos reportados en varones y mujeres se cuadruplicó entre 2013 y 2018 (creció un 330%: pasó de 11,7 a 50,4 cada 100 mil habitantes), con un pico en el grupo de los jóvenes de 15 a 24 años. En 2018 se notificaron 22.428, casi un 16% más que en 2017. También crecen año a año los casos de sífilis congénita (transmitida de madre a hijo durante el embarazo).

   La proporción de positividad en las pruebas que se les realizan a las mujeres embarazadas se duplicó de 2013 a 2018 (pasó del 2% al 3,8%). Desde 2010 la tasa de incidencia de sífilis a nivel nacional crecía de modo sostenido, muy marcadamente en los últimos cinco años, hasta su pico en 2019, con 56,12 personas por cada 100 mil habitantes para ambos sexos en todo el país.

   Y en ese contexto, en Bahía Blanca también existe mucha preocupación por este tema. 

Contagios en la ciudad

   Según el Boletín Epidemiológico de Sífilis, que publicó este año la secretaría de Salud del municipio, con la participación de profesionales del Departamento de Epidemiología y Calidad, la Residencia de Epidemiología de Campo y la Unidad Centinela de Covid 19, se observó un aumento sostenido de las personas diagnosticadas con Sífilis.

   Incluso, mencionaron que el 2021 fue el de mayor número de notificaciones, en el que el grupo entre 15 y 34 años es el más afectado, siendo aún mayor en la franja etaria más joven (es decir de 15 a 24 años).

   De acuerdo a este estudio, el incremento de casos en 2021 fue superior al 60% respecto a 2019, ya que pasó de 160 casos diagnosticados a 277.

   La leve caída en 2020 podría deberse a la situación epidemiológica de pandemia y las restricciones iniciales, que marcaron una importante disminución de todas las consultas y prácticas en salud, pero asimismo se observa un aumento notorio en el 2021, superando ampliamente el resto de los años analizados. 

   Además, las mujeres representan un porcentaje mayor de las notificaciones, aproximadamente de más del 60% en todos los años analizados. 

   Y agregan que los casos de sífilis congénita presumen un subregistro de diagnósticos en personas gestantes, no tratadas, inadecuadamente tratadas o sin registro de tratamiento.

   Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) tienen efectos profundos en la salud sexual y reproductiva en todo el mundo, a través de la estigmatización, la infertilidad, cáncer, las complicaciones del embarazo y pueden aumentar el riesgo de contraer el VIH.

   Según el informe del área de Salud municipal, la situación local no escapa a lo que sucede a nivel país, visualizándose un aumento sostenido de los casos notificados de sífilis durante los últimos años.

Casos de Sífilis

   Además del incremento de casos, otro dato llamativo es la diferencia entre géneros, observándose en todos los periodos analizados un porcentaje de casi el 60% mayor de notificaciones de mujeres respecto a hombres.

   Cuando se analiza las personas notificadas en el año 2021 según rango etario se observa la misma situación que ocurre a nivel nacional y que se viene visualizando en los últimos años a nivel local: el grupo de 15 a 34 años es el más afectados. 

   Si se divide este grupo, son los más jóvenes (15 a 24 años) quienes más notificaciones presentan (47% del total).

   Si se tienen en cuenta las edades de las personas gestantes con diagnóstico de sífilis que realizaron control del embarazo en el PNA, se comprueba que las gestantes entre 20 y 24 años diagnosticadas con sífilis representan el 42% del total de embarazadas con dicho evento.

   Cabe mencionar que la información recabada es parcial, ya que comprende sólo las instituciones públicas, como ser Hospital Penna y el Municipal Dr. Leónidas Lucero), como también del área de Epidemiología de la Región Sanitaria 1.

   Respecto a los tratamientos realizados, de los casos notificados en el año 2021 se puede establecer que:

--El 62,8% (n=174) de los tratamientos fueron finalizados.

--El 18,7% (n=52) corresponde a casos sin registro de tratamiento, ya que no figura ningún dato en los sistemas informáticos, fuente para la vigilancia del evento.

--El 14,2% (n=39) son casos donde hay constancia de alguna aplicación de penicilina, pero no está registrado el esquema de tratamiento, si consta de 1 o 3 dosis.

--Por último, un 4,3% (n=12) son casos donde el profesional de salud deja explicitado en la historia clínica digital que la persona no concurre al efector de salud para realizar la aplicación de penicilina o se niega al tratamiento recomendado.

   Un seguimiento personalizado de los casos de sífilis gestacional requiere un abordaje integral del grupo familiar que permita llegar al momento del parto con el evento resuelto desde el punto de vista clínico y evitar un nuevo caso de sífilis congénita. La adecuada notificación del diagnóstico y del tratamiento materno recibido permite una mejor evaluación de la persona recién nacida y evita internaciones innecesarias para recibir tratamiento por vía intravenosa.

   Respecto a la sífilis congénita, los datos corresponden a la vigilancia epidemiológica que realiza el Servicio de Neonatología del Hospital Interzonal Penna teniendo en cuenta los nacimientos acontecidos en la institución, los cuales recepcionan personas de las 15 localidades que componen la Región Sanitaria 1.

   En 2018 nacieron 12 con esta enfermedad, trepó a 25 en 2019, bajó a 15 en 2020 y llegó al tope en 2021, con 29 casos.

   Se observa un aumento en los diagnósticos realizados en la localidad de Bahía Blanca, no así con el resto de los partidos de la RS1, que se mantiene constante en 12 casos anuales.

   “En general se ve un aumento global de las ITS. La sífilis y la gonorrea son las que más han aumentado en su frecuencia en la última década”, señaló el médico infectólogo Gustavo Cañete (MN 70820).

   “Por otra parte, continuamos diagnosticando todos los días nuevas infecciones por VIH que se adquieren casi en un 100% a través de relaciones sexuales”, apuntó el especialista, quien agregó que “otras ITS, como herpes simple, clamidia y HPV son motivo de consulta frecuente”.

   Sobre las causas de este fenómeno, analizó que “algunos factores que favorecen este problema son: el menor temor a infectarse con VIH, la baja utilización del preservativo, el inicio precoz de las relaciones sexuales y las múltiples parejas sexuales”.

A nivel país

   Desde 2010 la tasa de incidencia de sífilis a nivel nacional crecía de modo sostenido, muy marcadamente en los últimos cinco años, hasta su pico en 2019, con 56,12 personas por cada 100 mil habitantes para ambos sexos en todo el país.

   Los datos de 2020 del Boletín sobre el VIH, sida e ITS en la Argentina N°38 muestran una fuerte caída en la notificación de todos los eventos de transmisión sexual tras la emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19.

   “Una rápida lectura sugiere que la principal causa se debe a una menor carga de notificaciones fruto de la tensión a que estuvieron sometidos los servicios de salud (en especial, los laboratorios) durante la pandemia. Si bien esta primera interpretación es en parte acertada, deja fuera una serie de factores e impide contemplar la complejidad de la situación”. 

   El análisis realizado desde el Área de Vigilancia en Salud de la Dirección Nacional de Epidemiología e Información Estratégica insinúa que “las medidas de aislamiento sanitario, por un lado, y las nuevas prácticas de autocuidado adoptadas por gran parte de la población, sin duda, han transformado el escenario”.

   Por un lado, según los especialistas de la cartera sanitaria, “en el plano médico sanitario, los servicios reorganizaron sus acciones centrándose en la atención del COVID-19; esto hizo que se suspendieran consultas, pausaran tratamientos y que personas que eran habituales usuarios y usuarias del sistema hayan accedido menos a los servicios de salud”. 

   Esto mientras en el plano social, las personas redujeron sus espacios de vinculación, acotaron encuentros y extremaron medidas de cuidado y, en este sentido, evitaron transitar por los centros de atención, lo que también contribuyó a que se redujeran las consultas médicas y por ende los diagnósticos.

   “Aun tomando en cuenta el contexto actual y los aspectos antes mencionados, consideramos que las ITS continúan siendo un problema de salud pública muy necesario de atender”, insistieron.

   En tanto desde la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) pusieron el foco en las aplicaciones de citas, el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas como los principales promotores de las prácticas sexuales sin protección, que aumentan el riesgo de enfermedades como la sífilis, la gonorrea, la clamidia, el virus del papiloma humano (VPH), el herpes genital, la tricomoniasis, hepatitis B y C, y el VIH; entre otras patologías que tienen manifestaciones dermatológicas en algún momento de su evolución.

   Lo hicieron en el marco de su primera campaña de concientización sobre ITS para promover la prevención y detección temprana de estas enfermedades, cuyo aumento en la sociedad es considerado de “nivel pandémico”, según alertaron.

   A la hora de analizar las causas detrás de este aumento de las ITS, los especialistas de la SAD evaluaron que “en los últimos años aumentaron las prácticas de riesgo, como el uso de aplicaciones para citas, el consumo de drogas legales e ilegales y, especialmente, la reducción de las medidas de protección durante las relaciones sexuales”.

   “Este cambio de tendencias coincidió con la mejoría en el pronóstico de las personas con VIH tras la introducción del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA), que parece haber llevado a una cierta relajación en las medidas de prevención”, afirmaron los responsables de la campaña.

   Según perciben los médicos que reciben pacientes en los consultorios especializados en este tipo de patologías, es cada vez más común la referencia a las nuevas formas de tener encuentros sexuales entre las prácticas de riesgo para contraer enfermedades como la sífilis, la gonorrea, la clamidia o el herpes genital.

   Acerca de si hay alguna práctica más riesgosa que otra, Cañete destacó que “mantener relaciones sexuales sin el uso correcto del preservativo, relaciones múltiples, grupales y a veces combinadas con alcohol o consumo de sustancias” son todas situaciones que tienden a poner más en riesgo la salud. 

   Y consultado sobre si estas enfermedades se incrementaron más en alguna franja etaria o grupo social en particular, apuntó: “Cualquier persona que tenga relaciones sexuales sin cuidado puede tener una ITS. Sin embargo se observa un mayor aumento entre adolescentes y jóvenes, hombres que tienen sexo con hombres, trabajadoras o trabajadores sexuales y personas trans”.

   Y pese a que muchas personas eligen relaciones sexuales “sin coito”, como el sexo oral, la masturbación mutua y el sexo anal para evitar el embarazo y reducir el riesgo de ITS, los especialistas aseguran que si no se usa preservativo correctamente, en todos esos actos existe la posibilidad de transmitir o contagiar alguna patología.

Preservativos:  los jóvenes los usan muy poco

   Sólo un 17 % de adolescentes y jóvenes encuestados manifestó utilizar preservativo en todas sus relaciones sexuales. El dato surge de un estudio realizado por AHF Argentina (Aids Healthcare Foundation), que lanzó hace pocos días la campaña “Forremos la primavera”, una iniciativa para alentar su utilización.

   La encuesta fue realizada entre 2020 y 2021 a 6.814 personas, de las cuales 1.319 eran adolescentes entre 15 y 19 años y 5.495 jóvenes entre 20 y 29 años.

   “Del total, sólo el 17% utiliza el preservativo siempre en todas sus relaciones sexuales. El resto algunas veces o nunca”, informaron.

   El estudio reveló que en 2020 sólo el 3% de los adolescentes lo usó siempre, y 10% en jóvenes; en tanto en 2021 se observó el uso en el 5% de los adolescentes y el 13% en jóvenes.

   “Esta variación puede deberse a que la pandemia por Covid dificultó el acceso a los preservativos por el aislamiento obligatorio, ya que no se podían retirar gratuitamente en los hospitales y centros de salud", explica Natalia Haag, directora de testeo y prevención de VIH de AHF Argentina.

Señales de alarma

   Es importante tener presente que este grupo de enfermedades puede no presentar síntomas, lo que genera que sólo puedan detectarse con un análisis de sangre u orina. 

   Es por eso que “hacerse exámenes médicos periódicos también protege, permite saber con seguridad si se tiene una ITS y recibir el tratamiento adecuado para mantenerse saludable y evitar contagiar a otras personas”, informaron desde la SAD.

   En caso de embarazo, ambos padres deben realizarse los análisis. Si no lo hicieron al inicio, deben realizarlo preferentemente durante el segundo y tercer trimestre de la gestación para -en caso de ser necesario- recibir tratamiento y evitar la transmisión al bebé.

   La mayoría de estas infecciones son tratables y muchas de ellas pueden curarse si se detectan a tiempo. 

   “Los tratamientos en general son de corta duración, eficaces y permiten interrumpir la cadena de contagios. No las curan los remedios caseros ni los que fueron recetados a un conocido o familiar”, advirtieron los referentes de la campaña.

Los síntomas más frecuentes
-- Lastimaduras en la zona genital, anal u oral con o sin dolor

-- Secreciones de pus en los genitales (vagina y pene) o el ano

-- Ardor al orinar

-- Flujo genital o anal diferente al habitual

-- Manchas en la piel

-- Verrugas en los genitales (vagina y pene) o el ano

-- Inflamación de ganglios

   En este punto, Cañete resaltó que “no siempre las personas consultan a tiempo. Si aparece secreción, una lesión genital o dolor es probable que se consulte más rápidamente. Sin embargo, muchas veces estas infecciones tienen pocos síntomas y la consulta se posterga”, reconoció.

   Y relacionado con eso, y ante la consulta de si es igual el tratamiento y la posibilidad de cura si estas enfermedades se detectan de manera temprana o tardía, sostuvo que “siempre es mejor el diagnóstico temprano. La mayoría de las veces el diagnóstico es rápido”.

   “Para algunas ITS como VIH, sífilis y hepatitis existen actualmente test que permiten diagnosticarlas en unos minutos -señaló-. En sífilis, gonorrea, VIH y HPV demorar el diagnóstico puede llevar a complicaciones. En el caso del VIH, en nuestro país todavía el 30% de las personas se diagnostican tardíamente cuando la enfermedad está avanzada. Y esta es una situación evitable”.