Las sensaciones de los primeros egresados de arquitectura de la UNS
Agostina Picardi, Martín Schmidt y María Victoria Mata Martínez se convirtieron en los primeros egresados. Desde su implementación es una de las carreras más elegidas.
Por Mario Minervino / [email protected]
“Ninguna carrera es tal hasta que no tiene sus primeros egresados”.
De esta manera el arquitecto José María Zingoni, Director Académico de Arquitectura de la Universidad Nacional del Sur, resumió parte de la trascendencia de haber registrado el último viernes la exitosa defensa del trabajo final los tres primeros estudiantes en completar la carrera.
La carrera de arquitectura comenzó a dictarse en 2016, dentro de la órbita del Departamento de Geografía y Turismo, que aceptó el enorme desafío que significa incorporar una nueva carrera, conformar el plantel docente, ampliar las tareas administrativas, generar los espacios adecuados para el dictado de cada materia y lograr las exigencias de los organismos que a nivel nacional otorgan el visto bueno para su implementación.
El viernes, Agostina Picardi, María Victoria Mata Martínez y Martín Schmidt hicieron las defensas de sus trabajos finales (los tres trabajaron sobre propuestas arquitectónicas ubicadas en el campus de la UNS en altos del Palihue) y se convirtieron en los primeros egresados de una carrera que, desde su implementación, es una de las más elegidas por los estudiantes.
Schmidt, Mata Martínez y Picardi junto al Director de la carrera, José María Zingoni
No fue una decisión fácil para el departamento de Geografía y Turismo la decisión de sumar la carrera de Arquitectura. Ya otros departamentos habían desestimado esa posibilidad por la complejidad que supone instrumentar una nueva carrera y con la expectativa que arquitectura había generado en la ciudad y la región.
La Directora Decana del Departamento, Mg. Stella Maris Visciarelli, recuerda que significó “una gran responsabilidad” incorporarla a un departamento de profesorados y licenciaturas.
“Nos tomamos un tiempo de reflexión y de trabajo, hasta lograr los consensos necesarios y comprometernos como departamento en su implementación. Una carrera nueva significa un desafío importante, aumentar el trabajo administrativo, incorporar docentes, organizar concursos, asignar aulas. Pero el entusiasmo y el apoyo de todos se impuso. Así iniciamos un camino arduo, con una carrera que tiene sus particularidades y para cuyo dictado debimos lograr la aprobación del Ministerio de Educación de la Nación, cuyas exigencias son altas”.
María Victoria Mata Martínez durante la defensa de su trabajo final, escuchando el mensaje del Rector, Daniel Vega.
Hubo que formar los cuerpos docentes y si bien existían muchos profesionales de la arquitectura interesados en sumarse, había que evaluar sus capacidades pedagógicas.
“Pero cuando iniciamos los primeros concursos encontramos gente muy preparada, especializada, que trabajó en el exterior, con maestrías y doctorados, interesados en la docencia, que es uno de los puntos claves al diseñar carreras nuevas”.
Lo cierto es que arquitectura se convirtió en una de las carreras con más inscriptos de la universidad, implicó la participación de ocho departamentos y un gran despliegue administrativo con los ingresantes, los pases de carrera, las equivalencias.
“Por eso hoy sentimos un gran orgullo con estos primeros egresados, porque es el resultado de un gran trabajo conjunto, hecho con seriedad y responsabilidad, donde hubo que adaptar aulas a las modalidades de trabajo en taller, a las materias anuales y además poder mantener el dictado en el marco de la pandemia, algo que pudimos superar con éxito”.
Por último destacó el trabajo de muchos docentes que trabajaron para dar forma a la carrera, del colegio de arquitectos y de la universidad Nacional de La Plata para terminar de conformar un deseo que llevaba muchos años y que finalmente se pudo hacer realidad.
El arquitecto José María Zingoni es el Director académico de arquitectura, además de docente de varias materias. Manifestó que haberla implementado es “un deseo de décadas”, en lo cual ha trabajado mucha gente y que el egreso de los primeros alumnos “resume el esfuerzo, la dedicación y el deseo” de muchos protagonistas.
Pero, además, Zingoni señaló algo no menor para la carrera: el hecho de tener los primeros egresados es lo que permite que la misma considerada como tal en los ámbitos académicos.
“Ahora empezamos a transitar otras facetas. Hay un grupo de facultades y universidades de arquitectura a las cuales no podíamos acceder hasta no tener los primeros egresados. Ahora comienza una etapa de evaluación por pares de otras universidades y la posibilidad, por ejemplo, de ser parte de Arquisur, una organización académica que nuclea a unas 30 facultades donde se enseña arquitectura en los países del Mercosur”.
Para Zingoni la carrera ha logrado un muy buen nivel, más allá de ser consciente de sus limitaciones, a partir de la fortaleza que significó conformar un plantel de docentes muy comprometidos y con alumnos muy compenetrados en sus estudios.
“Veo en los egresados una gran actitud ética y un enorme compromiso con la ciudad y la gente, lo cual es muy bueno. En esta instancia final, los tres primeros egresados nos honraron con exposiciones de trabajos que tuvieron un desarrollo muy bueno”, finalizó.
“Aprender a partir de compartir”
Bahiense, de 25 años, Agostina Samira Picardi eligió la carrera porque la atraía la idea de “diseñar y crear” y la relación que arquitectura tiene con el arte.
“La carrera es hermosa y si algo tengo que rescatar es el trabajo colectivo que fomenta, el aprender a partir de compartir. Sin dudas cumplió con mis expectativas y entiendo que con la experiencia la carrera será cada vez mejor”.
Mencionó que sus inquietudes hoy “son más grandes que al inicio de la carrera” y que le gustaría dedicarse al diseño y la construcción de obras.
Como a sus compañeros, le tocó cursar los dos últimos años de manera virtual, situación que le pareció perjudicial al tener que resignar el trabajo en equipo en el aula.
“Lo beneficioso de la carrera es compartir, participar en los talleres. Todo esto se perdió en la virtualidad”, detalló y reconoció que la atravesó mucha felicidad este final de los estudios.
"Estoy feliz porque ser parte del primer grupo de estudiantes nos brindó una relación más profunda con los profesores. Significó ir descubriendo la carrera juntos. Eso lo recordaré por siempre”.
“El deseo de mi mamá”
María Victoria Mata Martínez tiene 23 años y es bahiense. Si bien desde chica sentía atracción hacía lo artístico al terminar el secundario no encontró ninguna carrera que la entusiasmara.
“Me inscribí en Abogacía, rendí el ingreso y lo aprobé. Pero no estaba muy segura. Mi mamá siempre dijo que me veía como arquitecta, que sentía que era una profesión que iba a potenciar mis virtudes. Ella falleció pocos días después de mi egreso del secundario y nunca supo que me anoté. Hoy le agradezco enormemente sus consejos y espero que desde algún lado esté disfrutando este logro conmigo”.
Inició la carrera con la esperanza de encontrar su vocación en un momento complejo de su vida.
“Me ayudó mucho el ambiente de aprendizaje. Uno está acostumbrado a que en un aula universitaria haya cien alumnos y un profesor hablando, que no te reconoce en la multitud. En arquitectura es distinto, desde el primer día sos reconocido y potenciado en tus virtudes. El docente interactúa y favorece el trabajo en equipo. Gracias a este método también me llevo muchos amigos”.
Su primer paso como profesional es comenzar la Maestría en Desarrollo y Gestión Territorial.
“Me interesan las obras urbanas, de gran magnitud e impacto social. Más que nada por el trabajo interdisciplinario, siento que de este modo se logran mejores cosas”.
A diferencia de Agostina, a María Victoria la virtualidad no la afectó.
“Nos agarró la pandemia con el método de trabajo aceitado. Incluso trabajar desde nuestras casas nos ahorró tiempo y creo haberlo hecho de un modo más eficiente”.
María reconoció que todavía no dimensiona lo que significa ser parte de los primeros egresados.
“Se me pasaron tan rápido los cinco años de carrera que todavía no puedo creer”.
Sin embargo hay algo que la emociona más que nada: ver a sus compañeros apoyándolos, no sólo de su cátedra o año, sino de toda la primera camada de arquitectura.
“Eso es fruto del trabajo en equipo que desarrollamos a lo largo de la carrera y se agradece un montón”.
“Un sueño cumplido”
Martín Schmidt es de Bahía Blanca y tiene 36 años. Maestro Mayor de Obras, la apertura de la carrera le permitió cumplir un sueño postergado durante años.
La carrera superó sus expectativas.
“Es sumamente atractiva y exige un compromiso muy alto. En particular rescato el interés de la cátedra de diseño, en abordar problemas vinculados a la ciudad, atendiendo problemáticas puntuales y reales”.
Martín ya estaba dedicado al mundo de la arquitectura y la construcción, aunque en los últimos años decidió volcar todo su esfuerzo a la carrera.
“Espero retomar los trabajos que estaba realizando y estoy abierto a cualquier propuesta que surja”.
Pasar a la virtualidad no le generó mayores problemas.
“Es un tiempo especial, que requiere una adaptación, pero en líneas generales veníamos trabajando de forma virtual sin saberlo. Los últimos días los viví con mucha tranquilidad, rodeado de mis compañeros e inmensamente agradecido a la Universidad pública por esta oportunidad”, cerró.
Daniel Vega: alegría, orgullo y excelencia
Ausente en el acto por motivos de agenda —dijo unas palabras a través de la virtualidad— el rector de la UNS, Dr. Daniel Vega, reflexiona sobre el hito que significa el egreso de los primeros estudiantes y su impacto en la casa de altos estudios.
"Es motivo de enorme orgullo y felicidad la graduación de los primeros tres estudiantes de la carrera de arquitectura, no sólo por la relevancia del hecho en sí, sino por el marco y las condiciones en las que se produce.
Por un lado, al igual que la creación de la Universidad Nacional del Sur, Arquitectura nació en nuestra institución como una respuesta a la clara necesidad de nuestra ciudad y la región. Por el otro, el marco de pandemia en el que se logra este objetivo, fruto del esfuerzo colectivo de toda nuestra comunidad universitaria, donde estudiantes, docentes, no docentes y autoridades trabajaron codo a codo para en fortalecer nuestro sistema de educación superior pública y gratuita.
Y no menos importante es que la graduación se haya dado en un marco de presencialidad, con defensas de trabajos finales con público y en un clima acorde a la alegría del evento, lo cual no deja de ser un mensaje muy esperanzador y muestra que a pesar de la adversidad, la UNS saldrá fortalecida para continuar dando respuestas a la sociedad con más educación de excelencia".