Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

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Bahía: entre la nueva normalidad y la llegada de la tercera ola de contagios

Según especialistas de nuestro medio, otro rebrote de infectados por Covid-19 es inevitable por la variante Delta, originada en la India. Sin embargo, creen que para septiembre podría definirse el rumbo de la pandemia.
 

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Los especialistas creen que es cuestión de tiempo para que la variante Delta del Covid-19 tenga circulación comunitaria en el país y por ello resaltan la importancia de vacunar con las dos dosis a la mayor cantidad de población en el corto plazo. 

   Esa tercera ola que ya se advierte en varios países europeos y que comenzó a golpear a Estados Unidos está relacionada directamente con la variante Delta del coronavirus SARS-CoV-2 que representa ya un 90% de todos los nuevos casos en Reino Unido y un 20% en Norteamérica y fue catalogada por los científicos como hasta un 80% más contagiosa que el virus original nacido en Wuhan, China. 

   Tanto en Argentina como en sus países vecinos, si bien esta nueva amenaza ya se detectó en forma aislada en algunos viajeros aéreos, todavía no llegó a circular localmente, aunque esto podría ocurrir en los próximos meses, tal como sucedió con la variante de Manaos, detectada en enero en Brasil y que golpeó a nuestro país en abril y mayo. 

“La Delta tiene una alta capacidad de infección"

   Mariana Puntel es doctora en Ciencias Químicas y se radicó hace casi tres años en nuestra ciudad, donde es investigadora de CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas.

   La especialista en virología señaló que será inevitable la llegada de la variante Delta al país y a nuestra ciudad y, por ende, se producirá una tercera ola de contagios.

   Aunque manifestó que la salida de la pandemia no está lejana, opinó que ello dependerá de completar el esquema de vacunación.

   “Las nuevas variantes son modos que tiene el virus de evolucionar, de manera que su replicación sea más eficiente. Eso es lo que genera las mutaciones, que se producen en diferentes zonas del genoma. Han sido descriptas hasta el momento numerosas mutaciones, aquellas que imprimen una mejora en la replicación viral se las denomina variantes. El virus, en definitiva, busca permanecer replicándose a gran escala. Y no sólo trata de sobrevivir, sino mantenerse a lo largo del tiempo en la especie que infecta”, explicó.

   En ese tren, dijo, van a subsistir las mutaciones que generen ventajas adaptativas.

   “Las mutaciones que representan ventajas adaptativas típicas en un virus son las que ocurren en la proteína de enlace con el receptor celular, porque son las que generan una mayor capacidad de entrada del virus a la célula. Este tipo de mutaciones, al igual que en Influenza, ocurren varias en un mismo individuo y compiten por ver cuál es la más fuerte que la original”.

   Así surgieron las variantes, conocidas como Alfa (Reino Unido), Beta (Sudáfrica), Gama (Manaos) y ahora la Delta (India), que muestran cada una capacidades replicativas superiores a la anterior y por lo tanto han ido dominando la epidemiologia en las regiones afectadas.

   “La Delta tiene una alta capacidad de infección, más allá de que no tiene una alta mortandad por sí sola en poblaciones vacunadas. Pero sí eleva el número de infectados, que lleva a colapsar el sistema de salud y, por ende, muy probablemente crezca el número de fallecidos”.

   Para evitarlo, cobran enorme gravitación las vacunas.

   “Pero, para esta variante, se precisa la vacunación con esquema completo, es decir con las dos dosis aplicadas. Incluso, en los países de primer mundo, ya se está hablando de una dosis de refuerzo, sobre las dos ya aplicadas”.

   Y añadió: “Entonces, en nuestro país, el objetivo prioritario debe ser vacunar a la mayor cantidad de población posible con las dos dosis e ir previendo una tercera inmunización. De ese modo, se podrá controlar paulatinamente la dispersión viral”.

   --¿Habrá mas rebrotes en los próximos años?

   --Eso está por verse, porque es posible que estás mutaciones encuentren una cierta estabilidad cuando haya una cobertura de inmunidad importante en la comunidad. Algo similar ocurrió con Influenza, donde parecía que no paraba de evolucionar y sin embargo lo hace controladamente de modo que todos los años se actualiza la vacuna de acuerdo a las variantes circulantes.

   --¿Favorece a la mutación del virus el sector de población que decide no vacunarse?

   --Sin dudas. La existencia de estos grupos, que no sólo existen en nuestro país, un ejemplo importante es Estados Unidos con alrededor del 40% de la población que no quiere vacunarse, representa un riesgo muy importante no sólo para coronavirus, sino para la evolución de otros, porque permiten la reintroducción de virus ya erradicados.

   “En el primer mundo, estos grupos antivacunas son considerados de gran riesgo. Y por eso, los países que disponen de vacunas en grandes stocks, las están distribuyendo a aquellos países con quienes mantienen contacto fluido. No lo hacen sólo por beneficencia, sino para evitar que su propia población se contagie con nuevas variantes y el virus encuentre en las poblaciones no vacunadas, que en definitiva constituye el ambiente ideal para evolucionar y multiplicarse.

   --¿La vacunación debe ser obligatoria entonces?

   --No. No considero que deba ser así. Está bien que sea optativa, pero sí debe estar disponible para los grupos de riesgo. Va a pasar como con Influenza, que ahora se vacuna sólo a los grupos de riesgo y con los demás es opcional. Con el coronavirus sucederá algo similar.

   “Hoy lo más importante es que se complete el esquema de vacunación y lo ideal sería utilizar los vacunatorios ya disponibles desde la pandemia de 2009, para acercarla aún más a la comunidad en forma masiva”.

   --¿Las vacunas son seguras?

   --De eso no hay dudas. Está sucediendo que gente que ya se contagió, cree que no necesita inocularse. Pero sí lo es, porque pueden contraer la nueva variante. Y el que está en duda debe comprender que se pone en riesgo a sí mismo y también a su entorno y a su comunidad.

"Será inevitable otro rebrote en el país" 

   Fernando Piumatti es el jefe de Neumonología del Hospital Penna y puntualizó que, de acuerdo al panorama actual, una tercera ola es inevitable. 

   “Sé que el adjetivo genera mucha angustia en la gente, pero es la realidad y para atenuar esa suba masiva de contagios hay que mantener los cuidados de prevención e incrementar el sistema de vacunación”. 

   Y amplió: “Hay razones por las cuales será inevitable otro rebrote. Básicamente, por las variantes que están mutando rápido y se van fortaleciendo. Esa situación golpea más fuerte en los países que van retrasados en la vacunación”.  

   “También hay algunos casos curiosos, como en India, donde está el laboratorio más grande de producción de vacunas, y aún así está atravesando otra ola de contagios o Israel e Inglaterra, que llevaban casi el 90% de su población vacunada y hoy tienen algunos inconvenientes en sectores puntuales por las nuevas variantes”. 

   “Si tomamos esos parámetros, es lógico que en Argentina haya otra ola. Lo que sí se puede determinar es la gravedad. Para ello, necesitamos una tasa mucho mayor de gente vacunada con dos dosis. Todos los estudios realizados hasta el momento son con las dos dosis aplicadas. Allí sí el impacto baja considerablemente, pero con una sola los parámetros son muy relativos”. 

   El neumonólogo esgrimió que es prácticamente imposible retrasar el ingreso al país de la variante Delta.

   “Un virus no se puede retrasar; cuando llega, algo que no se puede detener, avanza entre la población. Lamentablemente, pocas veces nos anticipamos a lo que ya sucedió en otras países para atenuar ese suceso. Es posible que ya esté circulando en el país”. 

   Piumatti señaló que, obviamente, tener una dosis es mejor que no tener ninguna, porque da cierta protección, pero eso no asegura que el rebrote sea más leve. 

   “Por eso ya se habla de una tercera dosis como refuerzo anual para atenuar la gravedad de los nuevas variantes que están y seguirán surgiendo. Las nuevas cepas surgen por algo elemental, que figura en el Capítulo I del Manual de Microbiología: todos los virus intentan sobrevivir, adecuándose a las condiciones. Van mutando para burlar el sistema inmune. Su control se logra con la inmunidad de rebaño, pero siempre estará latente la posibilidad de rebrotes”. 

   Por el ritmo de vacunación que se lleva adelante, el facultativo teme por lo que sucederá luego de las vacaciones de invierno.

   “Después se pasar ese cuello de botella, soy optimista que en septiembre podamos tener un panorama certero sobre la salida de la pandemia. Dependerá de la inoculación de las segundas dosis, que hoy es cercana al 9% de la población total y debe crecer exponencialmente. Hacia fin de año podríamos volver a cierta normalidad”.

"La principal defensa es la vacunación"

   Daniel Golschmid es, además de Director Asociado del Hospital Matera, licenciado en infectología y coincidió en que en el corto plazo se producirá otra escalada de contagios. 

   “No sé si llamarla tercera ola, pero seguramente, con la variante Delta, aumentará la curva de infectados porque sigue habiendo población susceptible. De todos modos, la vacunación disminuye la vía de transmisión y también la gravedad de los casos, merced a la inmunidad de rebaño que se planea tener, pero para ello se necesita que se complete el esquema de vacunación”, dijo. 

   “Estamos ante un virus que nos sorprende día a día y nos lleva a replantear estrategias permanentemente. Hoy, la principal arma con la que contamos es la vacunación y la gente debe comprender su importancia”. 

   Según Golschmid, el gran riesgo es la generación de nuevas cepas, más fuertes que las anteriores y con mayor poder de contagio, pero con las dosis aplicadas se reduce la gravedad de los casos. 

   “La vacunación nos permite ser un poco más optimistas, porque son la herramienta más eficaz, como ya se está demostrando. Son muy pocos los vacunados que tienen complicaciones graves y necesitan internación en terapia intensiva. De todos modos, considero que las vacunas se tendrán que ir adaptando con el tiempo, tal como sucede con las antigripales”. 

   Para reducir el impacto de la variante Delta, Golschmid manifestó que es importantísimo fortalecer el sistema de vacunación. 

   “Está bien que sea optativo, pero vacunarse debería lo obligatorio por una cuestión de consciencia social. Una persona vacunada no sólo está prevenido de enfermarse gravemente, sino que evita contagiar a su entorno. A su vez, eso llevará a que el sistema sanitario se pueda abocar a los casos graves y a otras enfermedades”.

"Hay que seguir cuidándose"

   Por su parte, el médico infectólogo Diego Maurizi, jefe de ese área en el Hospital Municipal, dijo que para septiembre el país podría estar saliendo de la coyuntura que genera la pandemia.

   "Hay muchas personas que tuvieron coronavirus o que ya tienen la vacuna, por eso es esperable que la curva que estamos teniendo permanezca en estos niveles o vaya bajando en la medida que pasen las semanas". 

   "Si seguimos cuidándonos como hasta ahora, vamos a tener una buena primavera. Ese es el mejor mensaje que podemos dar, pero antes debemos pasar por los problemas que traerá aparejados la variante Delta", amplió. 

   "Hoy, la principal recomendación que puedo dar es que cualquier persona que tenga congestión nasal o que sienta alguna dificultad, que no lo menosprecie como síntoma, que se aísle automáticamente y que después hable con su prepaga o vaya al centro de salud habilitado para poder hacer el test diagnóstico. Es importante para cortar la cadena de transmisión que cualquier persona se haga el diagnóstico". 

   Maurizi recordó que "se trata de un virus respiratorio que se transmite por gotas que exhalamos cuando estamos hablando". 

   "Las gotas caen a no más de un metro y medio si son gruesas, pero si son finitas quedan suspendidas en el aire; de ahí la importancia de la correcta ventilación de los lugares", explicó. 

   "Con el protocolo de distanciamiento vamos a transitar este tiempo tranquilos. Esa medida de prevención tiene una eficacia del 80%; es casi como si uno se pusiera una vacuna", completó.