Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Alberto se resigna: finalmente no hubo pacto con Schiaretti

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

   Tras varios intentos, el último durante el pasado fin de semana, el presidente Alberto Fernández debió resignarse a dejar de lado un objetivo por el que había batallado en los últimos días: finalmente no habrá lista única en el peronismo de la provincia de Córdoba, y tanto el schiarettismo como el kirchnerismo-cristinismo irán a las elecciones de noviembre con listas propias. “Alberto empujó hasta donde pudo, pero el Gringo se cerró en el cordobesismo”, dijo con conocimiento de causa un allegado al senador Carlos Caserio, que fue una de las piezas claves del lado del presidente embarcados en la frustrada gestión.

   Se sabe, y no lo dejan de remarcar en la Casa Rosada, mientras los interlocutores de Hacemos por Córdoba (la fuerza de Schiaretti) que frecuentó todos estos días el ministro del Interior, Wado de Pedro, se encogen de hombros como si el partido se hubiese jugado por encima de todos ellos. Esto es que separados, en Córdoba el peronismo de todo pelaje no tiene ninguna chance frente a las huestes de Juntos por el Cambio, que probablemente integre sus listas de candidatos a senadores y diputados con nombres de fuerte arraigo local como Mario Negri, Luis Juez, el ex ministro de Turismo Gustavo Santos y el diputado provincial Rodrigo De Loredo, previo paso de todos ellos por las internas de septiembre.

   La novedad de la definitiva resignación del presidente por lograr alguna unidad con Schiaretti vino este lunes luego de la segunda reunión en menos de una semana entre el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el viceministro de Obras Públicas e intendente con licencia de la ciudad de Villa María, Martín Gill.

   Aunque solo restaría el anuncio oficial en la Casa Rosada dan por descontado que tras otras conversaciones con De Pedro, Gill terminó de abrochar su candidatura con Cafiero, metido a su vez en el armado de listas en el interior del país por indicación de Fernández.

   Gill, que también se entrevistó en los últimos días con el presidente Fernández, que lo considera “de su invención” para lanzarlo a la pelea en Córdoba, sería de esta manera la cabeza de lista de los candidatos a diputados por el Frente de Todos en la provincia. Iría junto al actual senador kirchnerista, Carlos Caserio, el principal referente de la Casa Rosada en La Docta, que buscará renovar a la cabeza de la grilla de postulantes a la cámara alta el 14 de noviembre.

   El presidente Fernández, a través de aquellas conversaciones del ministro del Interior con los referentes cordobeses, también dio su aval para las mujeres que completarán los dos primeros lugares de ambas listas para cumplir con el cupo femenino. La dirigente de La Cámpora Gabriela Estévez, de estrecha relación con Cristina Fernández, acompañará a Caserio en la lista para el Senado, mientras que para secundar a Gill por ahora sobran candidatas: la también camporista Mirtha Iriondo, titular de FADEA; la secretaria general del gremio de los Gráficos, Ilda Bustos, y Adriana Nazario, la última pareja de José Manuel de la Sota.

   El presidente, dicen quienes siguen la zaga del armado de listas en el interior, podría estar comprándose un problema con la entronización de Gill a la cabeza de la lista de diputados, en este caso en el “pago chico” de Villa María, desde donde el entonces intendente recién asumido pidió licencia para convertirse en el viceministro de Gabriel Katopodis, titular del estratégico ministerio de Obras Públicas.

   La partida de Gill de un polo sojero industrial poderoso como es Villa María provocó el descontento de los vecinos que no lo votaron pero también de los que lo votaron en nombre del peronismo. Ese mal paso hizo reverdecer al radicalismo, derrotado en las elecciones de 2019, y reposicionó fuerte en las encuestas al correligionario local Darío Capitani, que aunque falta una eternidad figura frente de cualquier sondeo de los que ya se hacen de cara a la renovación de 2023.

   El Presidente, ante ese cuadro, le acaba de encargar otro cometido a Caserio, su principal alfil cordobés: que “trabaje” la candidatura del ex intendente de Villa María, Eduardo Acastello, un kirchnerista probado que sin embargo hoy presentaría un pequeño inconveniente: es el actual ministro de Industria del gobierno de Juan Schiaretti.