Los ómnibus de larga distancia siguen sin encontrar el rumbo

Redacción de La Nueva.

[email protected]

Mario Minervino / [email protected]

   La terminal de ómnibus de Bahía Blanca atraviesa una crisis particular como consecuencia de la pandemia por el coronavirus. Ni siquiera en fechas donde, en condiciones de normalidad colapsaba en su capacidad y las empresas debían poner servicios adicionales de manera constante, ha logrado recomponer la delicada situación que atraviesan.

   Sebastián Marchese, director de la terminal de ómnibus, señaló que ni siquiera los fines de semana de verano, correspondientes a los meses de enero y febrero, se lograron superar los 50 o 60 servicios, que representan el 25 % de los que se contaban en tiempos anteriores a la pandemia.

   Tampoco en los días de Semana Santa que transitamos ha incrementado la demanda de pasajes, más allá de las intensas promociones que realizan lugares cercanos a la ciudad tratando de atraer el turismo.

   “No se advierte ningún crecimiento en la demanda, ni siquiera de cara a fines de semana largos”, sostuvo.

   “La mayoría de los coches tienen su capacidad disponible que, con el protocolo actualizado, les permite ocupar hasta el 80 % de sus asientos”, indicó.

   Recordó, además, que las empresas están disponibles para todos los destinos.

   La única diferencia que puede haber es que muchos de los servicios directos han sumado paradas intermedias adicionales, de manera de compensar la baja cantidad de asientos ocupados al momento de salir de Bahía Blanca.

   Las razones por las cuales el transporte no logró generar confianza no son fáciles de determinar.

   Asimismo, se estima se va a hacer sentir con mayor intensidad en los próximos meses, dentro de la temporada baja que coincide con el invierno.

Los comercios se adaptan

   Otro componente que se ve afectado por la situación son los locales comerciales que operan en la terminal.

   Marchese explicó que, hasta ahora, se han mantenido abiertos, aunque es clara la merma que sufren en sus ventas.

   “Por un lado, por la baja en el movimiento de pasajeros; por otro, por la restricción a que vengan acompañantes a despedirlos (a los pasajeros)”, sostuvo.

   Como una alternativa para soportar la baja en las ventas, muchos locales han establecido horarios corridos, a diferencia de los tiempos de normalidad en que estaban abiertos, en algunos casos, las 24 horas.

Las formas

   Desde las empresas advierten que se siguen manteniendo dudas a la hora de recurrir a los ómnibus de larga distancia. Por eso explican que trabajan con los ministerios de Transporte y de Salud, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y con las autoridades sanitarias a la hora de establecer medidas de prevención del Covid-19.

   Cada ómnibus cuenta con su protocolo de limpieza en baños, cabinas, pasillos y asientos cada vez que entra y sale de sus bases operativas.

   Se establecen procesos de limpieza en boleterías y espacios donde se encuentre personal y se aplica el control de pasaportes y documentación a los ciudadanos provenientes de países en zonas de riesgo.

   Por supuesto, se sugiere evitar viajar si se tienen síntomas compatibles con la enfermedad de coronavirus y los pasajeros deben antes, durante y después de cada viaje, mantener las medidas de prevención ya conocidas: lavarse las manos, portar alcohol en gel y cubrirse nariz y boca  al toser o estornudar.

Comparativa entre Bahía Blanca-Buenos Aires

—Tren, Pullman $ 895, tiempo de viaje: 13 horas.

—Ómnibus; cama ejecutiva; $ 5.100; tiempo de viaje: 9 horas.

—Avión; “mejor precio”; $ 8.997; tiempo de viaje: 1 hora 25 minutos.

—Automóvil; velocidad promedio 110 km/h; $ 6.300: 7 horas.