Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

“Aproveché al máximo a Bahía Basket, ahora mi objetivo es jugar la Liga ACB"

Fausto Ruesga cambió rápidamente el chip del descenso en la Liga Nacional y pasó a enfocarse en su futuro europeo. "Es otra exigencia, pero creo que estoy preparado", contó. Viaja mañana.

Fotos: CB Andorra y Pablo Presti-La Nueva.

Por Mauro Giovannini

Twitter: @MGGiova

Mail: mgiovannini@lanueva.com

 

   El reloj llegó a cero el jueves pasado en el Templo del Rock y le puso punto final a la temporada de Liga Nacional para Bahía Basket. En cancha de Obras Sanitarias, Atenas se quedó con el duelo por la permanencia y envió al equipo de la ciudad a la segunda categoría.

   Duelo mediante, un jugador se vio forzado a dar vuelta de página sin perder tiempo: tenía un nuevo objetivo, aquel por el que desde los 15 años deja minutos valiosos de su vida para entrenar, corregir, perfeccionar y habituar su comportamiento, con el fin de transformarse en jugador profesional.

Pacífico, Olimpo, Estudiantes y Bahía Basket dejaron su huella; ¿y ahora qué?

   Fausto Ruesga viajó ayer hacia Capital Federal. Mañana, sobre el mediodía, se subirá a un avión con destino a Barcelona. Luego, se trasladará por tierra hacia su nueva casa.

   MoraBanc Andorra, nombre con el que compite en la Liga ACB española el Básquet Club Andorra, le ofreció al alero bahiense un contrato por cuatro temporadas. Y hacia allá se dirige, rumbo a los Pirineos.

   “Hace dos semanas que sabía que firmaba con Andorra, aunque me cedían a Mallorca (Bahía San Agustín), a un equipo de la Leb Oro. Esa era la primera intención. Pero como se sucedieron varias bajas, se lesionaron un par de jugadores, me preguntaron si estaba listo y olvídate que les dije que sí”, le contó Fausto a La Nueva.

   “Yo no tengo pasaporte, voy a jugar como extranjero. Pero se dio así, las lesiones, algunos con COVID-19...”, amplió.

   Actualmente, el coach Ibon Navarro no tiene a disposición, por diferentes problemas físicos, a Moussa Diagne (centro senegalés), Nacho Llovet (ala-centro español), Malik Dimè (ala-centro senegalés), Haukur Palsson (alero islandés), Guille Colom (base andorrano), Tyson Pérez (ala-centro dominicano) y Tomasz Gielo (ala-centro polaco).

   “Estos días aproveché para estar mucho en casa y con mis papás. Entrené todos los días desde que volví de Buenos Aires, pero siempre a la mañana, así a la tarde me despejaba un poco. Voy a competir al mejor nivel, no me puedo relajar, tengo que seguir manteniendo el nivel y por eso aproveché las mañanas para ir a entrenar”, mencionó el jugador formado en Olimpo, que el próximo 28 de julio cumplirá 21 años.

   Al margen de la seguidilla de lesiones, el club del principado sufrió un nuevo brote de coronavirus —en noviembre casi toda la plantilla y el cuerpo técnico tuvo COVID-19— que obligó a la ACB a reprogramar tres partidos: contra Unicaja Málaga (debía disputarse el sábado pasado), ante Fuenlabrada (previsto originalmente para mañana) y versus Murcia (se iba a jugar el próximo domingo).

   En tal sentido, de no mediar inconvenientes, Ruesga podría cambiarse por primera vez contra Barcelona, rival del venidero domingo 25, como local en el Poliesportiu d'Andorra. Usará —como en Bahía Basket y en la selección mayor— la camiseta número 22.

   “Soy bastante precavido, no me junté mucho estos días por la situación en la que estamos. Por ejemplo, a mis abuelos no los vi. Yo de antemano sabía que si llegábamos a un tercer partido con Atenas me iba derecho de Buenos Aires a Europa; así que ya me había despedido de mis abuelos antes de ir a Buenos Aires. Estos días, no; evité verlos por las dudas, porque nunca se sabe, aunque yo ya tuve coronavirus en octubre”, aclaró.

   Fausto recordó que después del primer partido de la temporada (24 puntos y 9 rebotes contra Boca) se fisuró la muñeca y a los tres días dio positivo.

   —¿Cómo tomaste el descenso con Bahía Basket?

   —Personalmente veía venir, llegado el momento, tener que jugar un playout. Pero creía que lo podíamos sacarlo adelante. No se dio y fue un golpe duro. Me dolió por más que sabemos que ganamos cuatro partidos en toda la temporada y todo lo que se dice, que somos jóvenes y demás. Le tenía mucha fe al equipo y pensé que se podía sacar adelante. No pasó. Y no pasa nada porque es básquet, mala suerte, se puede perder.

   —Pero tuviste que cambiar el foco rápidamente, dejar eso atrás y poner tu energía en el futuro…

   —El descenso no me cambia nada, tengo claro que quiero jugar ACB. Mi objetivo era llegar a jugar ACB y que me pase esto me pone muy contento. Es un gran paso para mí y por eso en su momento elegí a Bahía Basket. Por más que ahora me voy después de descender, creo que mejoré un montón, como el resto de los chicos. En eso, la temporada fue muy positiva. Así que estoy listo para jugar.

   —¿Cómo sobrellevaste la temporada, con tantas derrotas?

   —Las derrotas duelen porque llega un momento que es frustrante. Pero muchos no entienden lo que busca Bahía, que es competir con jugadores jóvenes para proyectarlos para el día de mañana ir a una liga mejor.

   A medida que fue creciendo, el hijo de César y Ana y hermano de Blas, dio saltos marcados en su carrera. Aquel recordado campeonato de Cadetes B en Olimpo, cuando empezó a sentirse importante; el Provincial U17 de Olavarría en el que la Asociación Bahiense alcanzó su 100º título y Fausto fue figura; y los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018, cuando su apellido trascendió fronteras, cimentaron la base.

   “Este es otro pasito de esos y me lo da Bahía Basket apostando a nosotros. Pepe (Juan Ignacio Sánchez, presidente de Bahía Basket) apostó por nosotros y, si bien desde los resultados la temporada fue mala, porque es la verdad, todos dimos un salto de calidad”, señaló cómodamente ubicado en una de las salas de reuniones del diario La Nueva., minuto después de hacerse un hisopado de rutina.

   Este año sumó una línea dorada a su currículum: el 21 de febrero, en Cali (Colombia) se puso por primera vez la camiseta de la selección mayor. Argentina le ganó a Chile por 99 a 65 y Fausto cerró el partido con una volcada de antología.

   —¿Te gusta o en cierto punto te molesta que te reconozcan puntualmente por las volcadas que hacés?

   —Me gusta que me reconozcan por las volcadas, es algo que disfruto hacer. Tendría que mejorar las otras facetas para que también se hable de eso. En un partido hice 38 puntos (NdeR: contra Atenas, el 18 de marzo último, por la fase regular), pero no hago cosas vistosas con el balón o desde el dribbling; quizá, mis puntos no se ven tan lindos. Generalmente anoto en transición, con cortes al aro, corriendo la cancha o por rebotes. Eso trato de llevar al cien por ciento e ir trabajando en lo que me falta.

   —De no haber pasado por Bahía Basket, ¿hubieses llegado y tan rápido a la ACB?

   —Yo me lo propuse. Es entrenar, entrenar, entrenar, dedicarse tiempo. Y lo que tiene Bahía es que te da muchas facilidades, infraestructura como no hay en otro lugar de la Argentina y todo muy bien pensado, con un ambiente genial. Es un combo de cosas que si de verdad te gusta entrenar y estás decidido a llegar lo más alto posible, es el mejor lugar, lejos. Creo que lo aproveché al máximo.

   —¿Sos de mirar habitualmente la liga española o te volviste fan estos últimos días?

   —Ja, ja, ja. Siempre miré bastante Liga ACB y estos últimos días me vi todo. También miré algunas cosas del lugar donde voy a vivir. Es otra cosa, otra liga. Voy a seguir viendo partidos, porque mientras más mire y absorba, mejor me voy a adaptar.

   —¿Pudiste charlar con Leandro Bolmaro o Caio Pacheco? El cordobés transita su segunda temporada en Barcelona y el brasileño disputó tres partidos el mes pasado, en Murcia.

   —Con Leandro no he hablado mucho y no lo veo desde el Mundial U19 de Grecia (2019), pero Caio si me contó que la exigencia es otra, que el nivel de la concentración tiene que ser mayor y me dijo que vaya tranquilo, que él fue nervioso pero que sintió que está preparado y yo creo que también lo estoy.

   Andorra ocupa la 11ª posición, con marca de 12-15, y perdió seis de sus últimos ocho partidos. No juega desde el domingo 4 del corriente, contra Baskonia, con derrota por 82 a 68.

   Asimismo, son nueve los partidos que tiene el conjunto andorrano por delante para completar la fase regular. Por calendario, el último compromiso será ante Gipuzkoa, equipo del bahiense Lucas Faggiano, el 16 de mayo. Antes, a fin de mes, Ruesga se podrá mostrar ante Zaragoza, club que dirige Sergio Hernández.

   —Imagino que vas con la idea de quedarte un buen tiempo por allá, ¿es así?

  —Por lo pronto, el equipo está cerca de entrar a playoffs. La idea es que yo complete la temporada y después vaya a Mallorca, a jugar Leb Oro, hasta tener el pasaporte. Si los papeles salen antes, veremos. Lo que sí estoy convencido es que voy a estar un tiempo sin volver a la Argentina porque, como soy yo, hasta no asentarme bien no pienso volver. Va a estar duro, es la primera vez que salgo de mi casa y del país.