Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Escenario político: la ruidosa recta final hacia las urnas

El domingo se realizarán las elecciones y en las últimas horas se recalentó la previa. El Frente de Todos busca esmerilar a Juntos por el lado de la educación, mientras que el oficialismo local levantó la bandera de la inseguridad.

Foto: Rodrigo García - La Nueva.

Maximiliano Allica / mallica@lanueva.com

   Promete ser ruidosa la recta final hacia las elecciones del domingo. El Frente de Todos en Bahía intenta sacar de la comodidad a Juntos por el Cambio, que luego del amplio triunfo en las PASO trata de pisar sobre seguro y solo avanza cuando ve un flanco muy abierto.

   Hay dos episodios recientes que muestran esos perfiles. Uno, la convocatoria a conferencia de prensa por parte del FdT para denunciar un presunto mal uso del Fondo Educativo. El otro tiene que ver con un reclamo de JxC por la inseguridad.

   En el Frente de Todos aseguran que buena parte de ese Fondo, que procede de Provincia pero administran los municipios, no se invirtió en los porcentajes previstos en infraestructura escolar y gastos prioritarios, sino en sueldos de funcionarios o erogaciones indebidas.

   La idea inicial del oficialismo era no contestar para bajarle entidad a la acusación, pero la extendida difusión del caso terminó provocando las respuestas. El candidato de Juntos, Adrián Jouglard, desechó la posibilidad de un mal uso, dijo que la mitad fue para obras y el resto para necesidades contempladas por la ley, y redobló: "El kirchnerismo no puede hablar de educación porque la destruyó". Juntos tiene la particularidad de sintetizar a la principal fuerza opositora como "kirchnerismo", lo cual no es inocente porque sabe que ese concepto resulta chocante para el paladar del votante medio en nuestra ciudad.

   Esta polémica sobre el uso del Fondo Educativo tiene dos planos. Por un lado, determinar si hubo una utilización irregular, en cuyo caso corresponde una investigación, sea judicial o en el Tribunal de Cuentas. Si no fuera así, y a priori parece que no lo es, la discusión que propone el FdT en definitiva pertenece al otro plano: la decisión política de cómo se emplean esos recursos. En ese punto, el debate puede ser interminable, lo cual le quita peso de "denuncia" aunque no necesariamente interés.

   Gisela Ghigliani, primera candidata del peronismo, toreó a la segunda postulante de Juntos y actual presidenta del Consejo Escolar, Fabiola Buosi, al recordarle un par de tuits de 2017 en los cuales reclamaba que el Fondo Educativo se utilice solo en infraestructura escolar y, también, se quejaba por la decisión del propio Cambiemos de eliminar la Comisión de Seguimiento de ese Fondo.

   El 28 de diciembre de 2017 hubo una calurosa sesión en el Concejo Deliberante y dicha comisión fue derogada por el voto doble del presidente del cuerpo, Nicolás Vitalini, tras un clásico empate 12 a 12. Aquella vez la palabra por el oficialismo la tomó Marcos Streitenberger, habitualmente una de las voces más filosas de su espacio, aunque en los últimos tiempos se encuentra más mesurado. Quizás sea el perfil que requiere el puesto que lo espera cuando Jouglard vaya a Sarmiento 12, ya que tiene todas las fichas para reemplazarlo como secretario de Gobierno.

   Esa comisión, que controlaba la distribución de los recursos, incluía a la oposición pero fue eliminada bajo el argumento de darle celeridad a la ejecución de las partidas, las cuales --es cierto-- solían quedar dormidas por razones burocráticas, con el agravante de que el dinero cuando está quieto se desvaloriza por inflación.

   En Alsina 65 sostienen que ahora sí los recursos fluyen y enumeran las acciones realizadas a partir de ese cambio de paradigma. En rigor, es una discusión interesante, aunque difícil para comprometer la atención de grandes sectores de la población. En redes sociales, para quienes quieran seguirla, la pelea continúa hasta estas horas.


Raúl Ayude, entre Romina Pires y Gisela Ghigliani.

   Detrás de este cruce en torno al Fondo Educativo, hubo un aspecto gestual del Frente de Todos sobre el cual varios peronistas "clásicos" tomaron nota. Junto a Ghigliani, el día de la conferencia de prensa se sentó el candidato a consejero escolar Raúl Ayude, ex Integración Ciudadana.

   Luego del terremoto de las PASO, en el peronismo comenzó una serie de cabildeos para proyectar el futuro inmediato. A partir del lunes 15, sobre todo si el FdT no tiene un nítido repunte en las urnas, empezarán los planteos acerca de cómo encarar la etapa que viene.

   Desde ya que la guía llegará con lo que ocurra a nivel nacional, teniendo en cuenta que el Frente tiene dos años de gobierno por delante en la Nación y la Provincia. Pero aquí abajo también se habla de revisar los equilibrios internos. Nadie propone tirar a nadie por la borda, aunque esos peronistas más tradicionales pedirán otro protagonismo, sobre todo aquellos que sienten que fueron desplazados para privilegiar a dirigentes como el mencionado Ayude o el líder de la Corriente Clasista y Combativa, César García, actual candidato a concejal.

   Esa línea peronista de paladar negro, en buena medida representada en los gremios, no dejó de ironizar con una reciente foto de Ghigliani y el concejal Carlos Quiroga en un acto del Partido Comunista Revolucionario (partido que integra el FdT) en la Plaza Rivadavia, en la cual se los ve a ambos con una inmensa bandera roja del PCR detrás.

   "¿Así queremos recuperar el voto de los bahienses?", se preguntaban algunos. Otros avanzaban un casillero más: "Ahora que los ayude Ayude".

   No es un tema personal, aclaran, sino que entienden que el termómetro de las urnas está pidiendo volver a las bases e incluso, llegado el caso, rediscutir liderazgos. No hay que perder de vista un aspecto clave: el hecho político más importante de los próximos días no son las elecciones sino el día después. ¿Cómo se va a reconfigurar el Frente de Todos a nivel nacional? ¿Qué clase de mando tendrá el presidente? ¿Qué pieza moverá Cristina, fuente inagotable de jugadas políticas tan inesperadas como audaces? ¿Lograrán cumplir el objetivo primordial, que es que el frente no se quiebre?

   ¿Qué repercusión tendrá todo eso en Bahía Blanca? Hoy suena sensato que Federico Susbielles y Marcelo Feliú se encaminen a dirimir el comando del justicialismo distrital de cara a 2023. Sin embargo, no faltarán quiénes busquen una alternativa para terciar. ¿Existe lugar para un tercero? Problema para después del domingo.


Montero no fue al Concejo.

   Desde Juntos, el golpe de efecto previo a las elecciones fue por el lado de la inseguridad, leitmotiv del candidato nacional Diego Santilli. Hace tiempo que los concejales oficialistas quieren convocar al delegado regional del ministro Sergio Berni, Federico Montero, para que rinda cuentas sobre la situación en Bahía. Ayer lo esperaban en el recinto y hasta le pusieron un pupitre con su nombre para tener la foto de la silla vacía.

   La ola delictiva se recalentó en las últimas semanas en la ciudad y, encima, el crimen del kiosquero en Ramos Mejía volvió a poner el problema en primerísimo primer plano en todo el país. A muchos bahienses ese caso les hizo recordar al asesinato del kiosquero Luis García, el 14 de febrero de 2019 en Undiano al 400, en condiciones similares.

   En el peronismo consideran que si Montero (cuya continuidad en el cargo depende de lo que pase con Berni tras las elecciones) debe dar explicaciones, también corresponde que lo haga el subsecretario municipal de Seguridad, Emiliano Alvarez Porte.

   Tanto la seguridad como la educación, el otro debate álgido de las últimas horas, son problemas de competencia provincial, aunque las autoridades locales manejan recursos para complementar las políticas de fondo. Es decir, hay responsabilidades compartidas.

   ¿Por qué no va Montero al Concejo? ¿Por qué no va Alvarez Porte? ¿Por qué ambos polos de la grieta tratan de ensuciar al otro con temas tan sensibles como la inseguridad y la educación? La respuesta a esta última pregunta es obvia.

   La recta final hacia las elecciones del domingo promete ser ruidosa. Después hará falta de la calma de todos para tratar de enderezar una nave que viene torcida.