Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

La biblioteca Rivadavia, a puertas cerradas y en su momento más crítico

Afectada por el cierre de sus puertas desde hace casi un mes, no puede generar ingresos para sostener su estructura. Por eso ha dispuesto sus dos cuentas bancarias para que los socios puedan regularizar sus pagos y ayudar a paliar el presente.

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Cada persona, cada comercio, cada entidad, cada lugar del mundo está acusando las consecuencias de la cuarenta/aislamiento obligatorio establecido en un intento de disminuir el impacto del Covid 19 en la salud.

   Con  la extensión de ese estado, muchos sitios comienzan a tener severos problemas para mantener su estructura. 

   Es el caso de la biblioteca Rivadavia, contenedora de libros, diarios, revistas y material que refiere la historia de la ciudad, en todos y cada uno de sus detalles.

   No existe herramienta ni buscador de internet que disponga de las respuestas que, a la hora de investigar, conocer un hecho o definir un acontecimiento, ofrece la biblioteca. 

   Por eso resulta preocupante saber de los esfuerzos, malabares, pases de magia y otras muchas conductas que sus directivos ensayan, desde hace décadas, para que su funcionamiento sea posible.  

   La pandemia del coronavirus le ha dado una nueva estocada, no la primera, ni la más grave, pero que la tiene con respirador y cuidados intensivos.

Sin socios, sin cobros

   La biblioteca Rivadavia se sostiene con el aporte de sus socios. 

   Hay algún que otro subsidio e ingresos adicionales por el alquiler de sus instalaciones, pero los socios son las columnas que mantiene el templo en pie. 

   La pandemia ha tenido un efecto contundente: sin cobradores en la calle y la administración cerrada, la cobranza ha caído a su piso más bajo. La casa se ha quedado prácticamente sin ingresos, con 17 empelados y sus costos fijos.

Tétrico, la palabra

   Ningún miembro de la comisión directiva lo dice, pero hay una palabra que define el momento actual de la casa: tétrico. Palabra que refiere a algo demasiado serio, grave, melancólico y triste.

   “La situación es preocupante y angustiante. Llevamos casi un mes cerrado y sólo uno de nuestros cinco cobradores realizó, en parte, su trabajo. Tampoco los socios pueden pagar porque la administración está cerrada. Es decir que abril y gran parte de marzo casi no hubo ingresos”.

   Por eso se ha instrumentado una alternativa de pago interbancario, a través de cuentas del banco provincia y Nación, cuyos datos están en www.abrbp.org.ar”, detalló el tesorero de la casa, Diego Rozas Dennis

   Ser socio de la biblioteca implica el pago de 300 pesos cada mes, con un padrón hoy de 1.800 afiliados, de los cuales el 85% estaban al día con su pago hasta el mes pasado. 

   Desde la institución reconocen que se necesitarían entre 3 mil y 3.200 socios para estar bien.

"Falta un replanteo”

   Jaime Linares preside el consejo directivo de la biblioteca Rivadavia. No es una persona sin oficio o sin contactos o sin experiencia. Es quien más años fue intendente municipal en la historia de nuestra ciudad. Trabaja y empuja, por la ciudad y en particular por la biblioteca.

   “Esta biblioteca tiene una escala distinta al resto de las bibliotecas locales, con más empleados, otra estructura y un padrón de socios que viene en baja desde hace años, al punto que hoy tenemos el 30% de otros tiempos”, señaló.

   Por eso explicó que la situación de esta casa fundada en 1882 excede las consecuencias de esta pandemia que la mantiene cerrada hace un mes.

   “Hay todo un debate de fondo. Porque esta biblioteca es parte del patrimonio de la ciudad, contiene toda su historia. Pero no se puede sostener con sus socios únicamente. Hay que pensar en generar otro tipo de sostenimiento, un replanteo serio, que contemple la trascendencia del lugar y genere otros recursos y otras políticas para su mantenimiento”.