Bahía Blanca | Domingo, 13 de julio

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Ni el padre ni la suegra se querían hacer cargo del "cuatrero"

En la causa judicial por un robo de ganado surge una disparatada conversación sobre el delito, su autor y las malas relaciones parentales.

   Hay delitos que por su peso específico (modalidad, características y perjuicio) pasan a formar parte de la historia policial de un lugar. Y otros que, por la misma razón, no.

   En esta segunda columna seguramente se anotará el robo de ganado cometido en la zona rural de Coronel Dorrego por el cual está detenido Juan Esteban Reyes.

   El hecho es, claramente, uno más de la estadística. Aunque si uno "bucea" en la causa judicial puede encontrar algunos detalles llamativos que obligan a correr el eje de la historia.

   La narración tradicional marcará que Reyes fue detenido y que, en medio de la cuarentena obligatoria, la Cámara Penal de Bahía Blanca le confirmó la prisión preventiva.

   Lo acusan de ser quien, la madrugada/mañana del 3 de noviembre del año pasado, ingresó ilegalmente en un establecimiento rural de José Ángel Zaragoza, en el cuartel XVII, para llevarse un ternero de 100 kilos, una cocina, un banco y sillas, entre otros elementos, además de faenar un vacuno, raza Hereford.

   El camarista Pablo Soumoulou, de la Sala I, rechazó la apelación del abogado Maximiliano De Mira y confirmó la medida dispuesta por el juez de Garantías Guillermo Mércuri.

Pruebas e indicios

   Consideró que existen "elementos suficientes", con prueba directa e indiciaria, para relacionar al joven con el caso de abigeato.

   "Advierto que existe la concurrencia de varios, graves, precisos y concordantes indicios para sostener la medida cautelar decretada", dijo Soumoulou.

   Zaragoza dio aviso al Comando de Patrullas Rural de Dorrego sobre las 10 de aquel día.

   Un primo suyo observó, casi simultáneamente, un auto abandonado en un camino rural, a 2.500 metros del campo donde se cometió el robo.

   En el baúl del Peugeot 504 encontraron la cocina y, sobre la tapa abierta, el banco de madera que fueron reconocidos por el denunciante.

   En el habitáculo, en tanto, había 3 sillas y otros artículos que también identificó Zaragoza.

   La policía, además, encontró una bolsa con un título de automotor y un formulario 08 firmado por una persona de Tres Arroyos y una billetera con la licencia de conducir y el DNI de Reyes.

   Al día siguiente, allanaron la casa de Leonor Maldonado, dueña del coche, madre de Mora Ledezma y suegra del acusado y el operativo derivó en la detención de Reyes.

   Sin tener novedades del paradero de su hijo, a las 48 horas Juan Carlos Reyes se presentó en el destacamento rural y tomó conocimiento de la situación.

Charla en el destacamento

   Y en esas circunstancias se produjo una hilarante charla telefónica entre el hombre y la suegra de su hijo, de la cual fueron testigos dos policías.

   El oficial Leandro Fabián Ñancufil relató que cuando Reyes padre se notificaba de la detención de su hijo, le sonó el teléfono.

   Cuando el hombre miró la pantalla, dijo, a viva voz: "Esta mujer ya me tiene podrido, es la suegra de mi hijo, me tiene podrido, no la puedo ni ver...".

   Una vez que atendió la llamada, puso el dispositivo en alta voz, siempre según la declaración del policía, ratificada por su colega Ricardo Bettiga.

   Se escucha como Leonor Maldonado le recrimina "¡por qué no me atendés...! Empezá a hacerte cargo también de tu hijo como lo hago yo. Vino la policía a allanarme la casa y tuve que mentirles, sabés bien que al auto lo maneja él y mi auto apareció lleno de cosas robadas. Hacete cargo".

   Lejos de calmar las aguas, Reyes padre retrucó: "Mi hijo era sano hasta que 'se armó' de novio con tu hija. Y no me llamés más porque no quiero tener ningún tipo de contacto con vos". Y cortó, ante la mirada asombrada de los dos uniformados.

   El diálogo, más allá de lo disparatado, por el contexto en que se dio, también le sirvió a la justicia para considerarlo como uno de los indicios de la relación del joven detenido con el hecho.

Una versión que no convenció

Indagatoria. Durante el acto de indagatoria, Juan Esteban Reyes reconoció haber usado el auto de su suegra ese día, aunque dio una versión distinta de los hechos, que finalmente no prosperó.

Ventana temporal. El delito, según la justicia, se habría cometido después de las 18 del 2 de noviembre y antes de las 8.15 del día 3. El vehículo fue encontrado sobre las 10, poco tiempo después.  

Identificación. La documentación de Reyes dentro del vehículo "permite inferir que ha sido uno de los probables autores del hecho", agregó la Cámara, remarcando que apareció abandonado, a 2,6 kilómetros del lugar del hecho y poco después.

Concordancia. La justicia remarcó que, según la lógica y la experiencia, los indicios tienen entidad de cargo por "concordancia y gravedad".