Bahía Blanca | Sabado, 12 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 12 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 12 de julio

La "entregaba" la madre, la violaba el padrastro

La justicia, en medio de la feria excepcional, confirmó la prisión preventiva de un hombre acusado de un tremendo delito en Tres Arroyos, en perjuicio de una joven de 13 años.

   Los hechos de abuso sexual en ámbitos intrafamiliares son todos terribles. Pero algunos más que otros.

   Lo que le sucedió a una menor de 13 años, en su casa de Tres Arroyos, se puede anotar en la segunda opción.

   Violada por su padrastro, tremendo; "entregada" por su madre, peor. Le da contexto a esta historia un cuadro de violencia física y psicológica generada por el hombre.

   El caso sucedió entre 2012 y 2013, aunque al acusado le acaban de confirmar la prisión preventiva, porque todo salió a la luz mucho tiempo después de cometido.

   En el fallo solo lo identifican como "P", para preservar la identidad de la víctima. Se sabe que el hombre hoy vive en Gonzales Chaves.

   La Sala I del cuerpo judicial bahiense (votó solo el doctor Gustavo Barbieri en el marco de la feria excepcional dispuesta por el coronavirus) confirmó lo que había dispuesto la jueza de Garantías suplente, María Elena Baquedano, por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por tratarse del encargado de la guarda de la chica.

   La Cámara rechazó el recurso de apelación presentado por el abogado Matías Moya, defensor particular de "P", quien pretendía atenuar la calificación legal al término del estupro (artículo 120 del Código Penal), porque la víctima tenía 13 años y no se acreditaron amenazas previas.

   Moya también entendía que no había riesgos procesales para mantenerlo detenido, ya que, al vivir en Chaves, no tiene contacto con ninguno de los testigos de la causa y siempre tuvo voluntad de estar a derecho.

Temor y engaño

   Barbieri desestimó el pedido, al asegurar que "surge con claridad" de la declaración de la víctima el proceder del acusado.

   "No puede considerarse razonablemente un supuesto de aprovechamiento de la inmadurez de la víctima, sino un acontecer que fuera tolerado por el temor y el engaño desplegado por el accionar del sujeto activo (ante sus explícitas negativas)", se indicó en la resolución.

   Una tarde -según contó la joven- su madre le dijo "'P' quiere estar con vos". En ese momento no entendió a qué se refería, pero le dijo que no. De igual manera, su madre la llevó hasta la habitación.

   "'P' estaba en la cama, tapado con las cobijas, y al destaparse estaba en calzoncillos, tomándome y llevándome a la cama junto a él...me agarró y mantuvo relaciones sexuales conmigo", relató la adolescente.

   Dijo que ella no atinó a ninguna resistencia "por miedo" y que por ese motivo no hubo amenazas. "Es una persona violenta", agregó.

   "No entendía lo que pasaba, no me defendí, sabía que estaba mal, pero creí que iba a ser solo esa vez", explicó.

No fue aislado

   La creencia de la menor no se cumplió. Hubo una segunda vez.

   Fue un día que iban a buscar a sus hermanos al colegio, a bordo de un camión.

   "'P' me dijo 'tengo ganas...' y yo le dije que no, que no me molestara, pero él insistió".

   La llevó a la caja del transporte, donde tenía un colchón y nuevamente la abusó.

   "No me defendí porque le tenía miedo, ya que sabía que era violento, debido a que he visto muchas veces a mi mamá golpeada, él le pegaba", comentó la víctima.

   La Cámara consideró probado el delito como lo encuadró la jueza de primera instancia y, aún encontrándose en trámite la investigación, también entendió que la chica estaba a la guarda del hombre.

   Para este último punto destacó el hecho de trasladarse en el camión con él y sin su madre, lo que da cuenta de la ausencia de "otro" adulto encargado de su cuidado.

   "La guarda está dada por la situación fáctica en la que habrían ocurrido los hechos (al menos el segundo) mientras el denunciado era el único adulto en el lugar, ya que esas circunstancias han constituido las condiciones apropiadas para que, aprovechando su rol -aún transitorio- atentara contra la libertad sexual de una menor", explicó Barbieri.

   En consecuencia, la Cámara Penal confirmó la prisión preventiva de "P" y ordenó notificar electrónicamente de la decisión a la fiscalía, al defensor y al acusado.

Puede recibir hasta 40 años

Escala. Los hechos, abuso sexual con acceso carnal en concurso real, permiten estimar, en caso de ser condenado, una pena que tiene un mínimo de 8 años y un máximo de 40 años de cárcel.

Riesgos. La pena en expectativa y la gravedad de los hechos obligan a rechazar el planteo de que no existen riesgos procesales de fuga o entorpecimiento de la investigación, tal cual lo planteó el defensor.

Penas. La magnitud de la pena no permite la excarcelación extraordinaria, ya que no recibiría una sanción en suspenso sino que sería de cumplimiento efectivo. Además el máximo de la sanción (40 años) "pone de relieve una expectativa de punición de suma gravedad".