Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

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Comienza el primer juicio por el conmocionante crimen de un comerciante

En el fuero de Menores se juzgará la conducta de un joven como coautor del homicidio en ocasión de robo de Luis Omar García, dueño del quiosco ubicado en Undiano al 400.

 

   Poco antes de cumplirse un año del conmocionante homicidio en ocasión de robo de Luis Omar García, dueño de un polirrubro ubicado en Undiano al 400, uno de los presuntos autores del hecho será sometido a juicio.

   Se trata de un menor de 17 -no identificado por razones legales-, a quien juzgarán en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, con asiento en la calle Corrientes 110. 

   El juicio tendrá carácter reservado, con prohibición de acceso a la prensa y prohibición de publicación de datos, teniendo en cuenta la edad del acusado.

   Por el mismo delito avanza, en forma paralela, el proceso contra un joven de 18 -primo del otro acusado- que será juzgado en el ámbito de adultos. En su caso el expediente ya fue elevado a juicio y se espera que se le fije la fecha de debate.

   García, de 60 años, fue asesinado la noche del 14 de febrero del año pasado cuando dos ladrones intentaron asaltarlo en su local y, al parecer, trató de frustrar esa acción y recibió un disparo mortal.

Cansado de los robos

   El comerciante estaba cansado de los robos, según reconoció poco después del desgraciado hecho su familia

   Habían sufrido al menos 20 delitos en los últimos 15 años. 

   Y varios importantes, al punto que lo llevaron a decidir dejar siempre algo de dinero en la caja para este tipo de situaciones y que no lastimen a nadie.

   A su vez, los dos detenidos por el crimen cuentan con profusos antecedentes como menores, más allá de que esos hechos no son computables legalmente por la edad que tenían ambos al momento de cometerlos.

   El menor que será juzgado esta semana cuenta en su "foja" una tentativa de hurto, del 4 de julio de 2016; una tentativa de robo, del 15 de marzo de 2017; un robo, del 11 de mayo de 2017; un caso de atentado y resistencia a la autoridad, del 12 de mayo de 2017; una tentativa de robo, del 17 de junio de 2017 y una portación ilegítima de arma de fuego, del 7 de enero del año pasado, es decir un mes antes del asalto.

   Su cómplice, en tanto, presenta un hurto, del 20 de agosto de 2012; daño, del 21 de marzo de 2013; tentativa de robo, del 2 de mayo de 2013; violación de domicilio, del 3 de noviembre de 2013 y lesiones, del 27 de noviembre de 2016.

Lo entregó su padre

   El primer debate oral se iniciará el próximo martes y tiene un plazo de duración hasta el viernes, con la declaración de testigos.

   El tribunal estará conformado de modo especial por las juezas Natalia Giombi (de Menores) y Susana González La Riva y María Laura Pinto, quienes serán subrogantes. Será fiscal del caso el doctor Rodolfo de Lucia.

   El acusado -a quien entregó su padre en la comisaría Primera, pocas horas después del hecho- fue trasladado inicialmente a un instituto de semilibertad de la zona del conurbano bonaerense -dependiente de la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil-, aunque luego fue derivado a otro de régimen cerrado -más estricto-, también ajeno a nuestro medio.

   Ante la eventualidad de recibir una pena -por el tipo de delito, homicidio calificado (criminis causa), sería de prisión perpetua-, el joven la seguiría cumpliendo en el mismo ámbito en el que hoy está alojado, según trascendió.

  Hay que tener en cuenta que en el régimen penal juvenil existe la posibilidad de declarar responsable del hecho al autor del delito que se juzga, aunque absolverlo de pena.

Un drama que golpeó al barrio y lo cambió

   El homicidio de Luis Omar García conmocionó a toda la zona donde se cometió el hecho, por tratarse de un sector netamente comercial. 

   Siempre quedó flotando la idea que a cualquiera de los propietarios o empleados de otros negocios les pudo pasar lo mismo que a él.

   Algunos comerciantes, como Alfredo, dueño de una carnicería ubicada en Undiano y Saavedra, decidieron directamente bajar las persianas. 

   "El negocio es parte de uno y, si bien la situación económica es muy floja, me voy por la inseguridad. No se justifica lo que se gana por mi vida", había declarado a La Nueva., unos días después del crimen.

   Otros comerciantes del sector decidieron, por su parte, modificar algunas conductas. 

   Por ejemplo, cambiaron la modalidad de atención -por ventanilla, en determinados horarios- e incorporaron cámaras de seguridad, alarmas y otros elementos.

   Varios también sumaron más iluminación, teniendo en cuenta que ese tramo de la calle Undiano es muy oscuro de noche, especialmente por la profusa arboleda existente.