"Con la llegada del calor rogamos para tener un poquito de agua"
Vecinos autoconvocados frente a la sede de ABSA piden al menos "una palabra sincera que nos diga que este verano tampoco tendremos el servicio". "La gente debe hacer escuchar su voz", opinaron.
Natalia Miguel
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La disminución en la presión de agua, o directamente la falta del suministro, genera cada vez mayor preocupación entre los vecinos de diferentes sectores de la ciudad.
Años atrás, los barrios más alejados del casco céntrico o los ubicados a mayor altura eran los perjudicados.
Ahora, el problema con el líquido vital no hace diferencias de sectores y afecta, casi por igual, a todas las zonas.
Así, se sabe incluso que algunos vecinos han optado, y otros están haciendo las averiguaciones pertinentes, para recurrir al antiguo y efectivo recurso de la bomba de agua para llevar agua a sus tanques.
Los reclamos vecinales en las redes sociales son recurrentes. Los bloques opositores en el Concejo Deliberante presentaron variadas propuestas e inquietudes, no solo por las cuestiones vinculadas a la baja presión sino también a las denuncias por facturaciones elevadas y además sujetas al valor fiscal de la propiedad, lo cual entienden que no corresponde.
La bancada oficialista pidió al gobernador la declaración de la emergencia hídrica. Y el propio Ejecutivo realiza la provisión para aquellas barriadas que directamente no reciben nada de agua, una tarea que no es propia del municipio.
Mientras tanto y más allá de los anuncios de obras, que de concretarse traerían seguramente un alivio pero no para este verano, frentistas autoconvocados se presentaron esta semana en el sede local de ABSA y pretenden seguir haciéndolo o recurrir a la instancia que sea necesaria hasta tanto tengan una respuesta que, al menos, les deje una esperanza.
No obstante, por el momento, no lograron su objetivo, pero sí tuvieron la oportunidad de hacer públicas sus inquietudes, visibilizar su problema y tomar una acción directa ante la prestataria del servicio provincial.
“Muchos estamos padeciendo la falta de agua, en algunos casos poca presión. Como no tuvimos una contestación por los medios habituales de reclamo, nos tuvimos que autoconvocar. En la primera ocasión nos prohibieron el ingreso a las oficinas administrativas y en la segunda oportunidad cerraron con llave”, dijo una de las vecinas, frente a la planta depuradora de la empresa, ubicada en Belgrano al 1.000, de Ciudad Atlántida.
A ello agregó que “también nos dijeron que no nos iban a dejar entrar y que teníamos que dirigirnos a Bahía Blanca. ¿Pero por qué tenemos que ir a Bahía si nosotros residimos en Punta Alta y pagamos la factura acá?”.
“Vivo en la zona de Ciudad Atlántida, en calle Tucumán, y cuando baja la temperatura, aparece el agua. Tenemos que estar rogando para que no haga calor porque, de lo contrario, nos quedamos sin agua. Ya a esta altura del año, hace unos 8 días que casi no tengo agua”, contó.
Otra propietaria del sector céntrico sostuvo que “tampoco tengo agua. Osea que estamos todos perjudicados por igual. Las facturas llegan todos los meses y por qué tenemos que estar pagando por algo que no recibimos. Esto lo venimos padeciendo desde hace años”.
Doble problema
En el reclamo frente a ABSA también se presentó una vecina que comentó que tiene dos problemas.
“Vivo en Ciudad Atlántida. No tengo agua. Pero, además, las facturas que me llegan en la época de invierno son de 4.922 pesos cada una, por un servicio que no existe desde mayo”.
En ese sentido, sostuvo que pagaba 740 pesos, luego empezó a recibir facturas de casi 5.000 pesos y ahora son de 1.700 por mes.
“El medidor está tapado de tierra, entonces no sé cómo saben que se consumió más agua en invierno. Mi situación es esa: no tengo agua y ya le debo 14 mil pesos a ABSA. Honestamente no lo estoy pagando”, puntualizó.
Al mismo tiempo, dijo que la gente debe hacer escuchar su voz.
“Me gustaría que venga más gente a estos reclamos que son totalmente pacíficos. Por las redes todo el mundo se queja y es lamentable que nadie de la empresa nos de una explicación. Nosotros no somos violentos ni nada que se parezca. Pero mínimo podrían abrir la puerta de la delegación, explicar cuál es el problema y con sinceridad decirnos que no vamos a tener agua”, acotó.