Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Trigo HB4: ¿Por qué la cadena dice que conlleva un “riesgo económico extraordinario”?

Algunas entidades admiten que el evento no tiene riesgos ambientales ni de salud pública, pero salen a plantear un eventual daño irreparable e irreversible para el cultivo.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “Es nuestro deber económico y social defender a la cadena del trigo frente a riesgos comerciales que puedan ocasionarse”.

   Para la mayoría de los actores relacionados con el cultivo icónico del sudoeste bonaerense, la aprobación comercial del evento trigo HB4 para multiplicación, producción y comercialización en todo el país por parte del ministerio de Agricultura de la Nación, hecho que se concretó la última semana, no es lo mejor que pudo haber pasado.

   Sostienen que el mercado argentino no tiene experiencia en consumir trigo transgénico y que, además, ya existen pedidos de parte de empresas alimenticias nacionales e internacionales, que operan en la Argentina, de comprar únicamente harina o trigo no transgénico.

“El uso comercial nacional del trigo HB4 impactará en los precios y en el abastecimiento de trigo en el país”, aseguran.

   “El daño que se produciría al mercado de trigo argentino sería irreparable e irreversible, toda vez que la contaminación se propagará y la segmentación resulta inviable”, indican.

   También que se pondrían en riesgo los esfuerzos conjuntos —públicos y privados— realizados para consolidar nuevos mercados y expandir fuertemente las exportaciones.

   “No sólo se ponen en riesgo las exportaciones de trigo y harina, sino también de pellets, almidón, gluten, panificados, fideos y todos los productos del segundo procesamiento, donde existen miles de Pymes que actúan en esta cadena”, añaden.

“Llama la atención que el Gobierno decida la aprobación comercial de forma unilateral y sin consultar a los representantes de la cadena del trigo”.

   Aseguran que, frente a estos desafíos, queda claro que el ministerio de Agricultura debe asumir las responsabilidades de las consecuencias directas que pueden generar costos económicos y comerciales para todos los productores de trigo, así como para los eslabones de comercialización y transformación interna y de exportación.

   La nota fue firmada por las Bolsas de Cereales de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Bahía Blanca y las Bolsas de Comercio de Rosario, Chaco y Santa Fe.

   También por la Cámara de Industriales Molineros, el Centro de Exportadores de Cereales, el Centro de Corredores, la Federación Argentina de la Industria de la Molinería (AIM) y la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales (Acopiadores).

   Asimismo, por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Federación Agraria Argentina (FAA).

   Más allá de la postura, dejan en claro que la cadena apoya la ciencia nacional, la innovación tecnológica y los servicios que se siguen realizando en nuestro país, con vocación de aportar al desarrollo económico y social, y protegiendo el ambiente.

   “No tenemos dudas que el trigo HB4 no tiene riesgos ambientales ni de salud pública, y que el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y la Conabia (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria) han realizado sendos estudios técnicos que así lo confirman”, aseveran.

   “Llama la atención que el Gobierno decida de forma unilateral, sin consultar a los representantes de la cadena del trigo, la aprobación comercial”, dicen.

Luis Basterra, ministro de Agricultura de la Nación.

   “Más aún, muchos de nosotros remitimos notas con aportes y opiniones al ministro de Agricultura (NdR: por Luis Basterra) y no se recibió respuesta alguna”, indican.

   La cadena le dio contexto a la situación al repasar la historia reciente del cultivo.

   Dicen que el mercado mundial alcanza las 175 millones de toneladas anuales y el de harinas a las 18 M/T. Y los dos mercados son no transgénico, condición que lo diferencia del maíz, soja y algodón.

   “En varios países del mundo se intentó, hace años, lanzar eventos en trigo que no pudieron prosperar debido a la reacción negativa de los mercados compradores. Por eso, esta aprobación reviste condiciones especiales y altamente riesgosas”, advierten.

El Gobierno argentino puso una única condición para el uso del trigo HB4: la aprobación previa de Brasil.

   Desde hace ya varios años, las exportaciones de trigo argentino —sostienen— han diversificado los destinos pasando de exportar a 23 mercados en el año 2015 a 54 países en 2019 y se espera que se sigan ampliando los mercados.

   “Esta diversificación de los mercados es estratégica, porque reduce la dependencia al concepto de mono-mercado y permite que la Argentina mantenga precios competitivos para sus productores, así como mejora el ingreso de divisas en los meses críticos, cuando el trigo es la única fuente de ingreso para el país”, aseguran.

   “La diversidad requiere que nuestro país deba monitorear y aguardar la aprobación de eventos biotecnológicos en más de un destino relevante para nuestras exportaciones de trigo, únicamente en aquellos países que tienen marco regulatorio en la materia”, amplían.

   También dijeron que, en 2015, el 86 % de nuestras exportaciones de trigo se dirigían a Brasil, con lo cual parecía razonable mantener una política espejo con dicho país a la hora de aprobar eventos en ente producto. Ahora, Brasil representa —afirman— cerca del 45 % del total de ventas de trigo al mundo.

De qué se trata

   “La aprobación de nuestro trigo HB4 en la Argentina representa un hito innovador para toda la cadena de valor global del cultivo, dados los aumentos sustanciales de rendimiento y los importantes beneficios ambientales que ofrece esta tecnología”, dijo Federico Trucco, director ejecutivo de Bioceres.

   “Hace dieciséis años comenzamos a colaborar con la Dra. Raquel Chan, del Conicet, y otros científicos que descubrieron el gen del girasol, que es la columna vertebral de nuestra tecnología HB4”, agregó.

   “Desde 2009 se han realizado ensayos de campo de trigo HB4 y, desde 2013, Bioceres y Florimond Desprez han invertido agresivamente en actividades de mejoramiento y reglamentación de la fase II”, indicó Trucco.

   “Se han invertido tiempo, recursos y esfuerzo. Sin embargo, este es sólo el comienzo de una búsqueda monumental para transformar los sistemas de producción de trigo a nivel mundial”, afirmó.

Federico Trucco, director ejecutivo de Bioceres.

   Trucco dijo que los productos EcoWheat y EcoSoy permitirán a las empresas de producción de alimentos y a los minoristas la oportunidad de ofrecer a los consumidores alimentos que son neutrales en carbono, además de otros beneficios ambientales.

   “Es importante destacar que nuestra tecnología HB4 no se traduce en mayores costos para los consumidores, lo que hace que los alimentos sostenibles sean ampliamente accesibles", explicó.

   HB4 está integrado con los germoplasmas de trigo más vendidos y con la marca EcoWheat, que combina otras biotecnologías de Bioceres, como Rizoderma, un biofungicida, entre otros microorganismos promotores de la salud y el crecimiento contenidos en los productos de semillas integrados de la compañía.

   En preparación para el lanzamiento comercial de EcoWheat, los productores participantes han plantado aproximadamente 7.000 hectáreas de diferentes variedades durante el último ciclo de aumento de inventarios de semillas de la compañía, como se anunció anteriormente.

   Este proceso continúa empleando sistemas de cultivo robustos y cerrados, que se combinan con un alto nivel de trazabilidad a través de tecnologías agrícolas digitales para garantizar prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente, según se indicó.

   Así, Argentina es el mayor productor de trigo de América Latina y el primer país del mundo en adoptar la tecnología de tolerancia a la sequía HB4 para este cultivo básico.

   La autorización regulatoria del país sigue a la aprobación de la soja HB4, que ha sido aprobada en otras geografías de producción, incluidos los Estados Unidos y Brasil que, junto con Argentina, representan casi el 80 % de la superficie total de soja en el mundo.

   La comercialización de trigo HB4 en Argentina depende de la aprobación de la importación en Brasil, que compra poco más del 85 % de su trigo a Argentina.

Actualmente, los procesos regulatorios para el trigo HB4 también continúan avanzando en Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

   Bioceres, incluso, tiene la intención de iniciar procesos regulatorios en Australia y en Rusia, así como en ciertos países de Asia y África.

   El trigo HB4 tolerante a la sequía es una tecnología de semillas patentada desarrollada por Trigall Genetics, la empresa conjunta de Bioceres con Florimond Desprez, líder mundial en genética de trigo.

   En ensayos de campo realizados durante los últimos 10 años, las variedades de semillas HB4 aumentaron los rendimientos de trigo en un 20 %, en promedio, durante las temporadas de cultivo afectadas por las sequías.

   Además de mitigar las pérdidas de producción durante las condiciones de sequía, HB4 también facilita el doble cultivo, que rota estacionalmente la soja y el trigo, un sistema agrícola respetuoso con el medio ambiente que, de otro modo, está limitado por la disponibilidad de agua. 

   Cuando se combina con prácticas de regeneración del suelo, como la agricultura sin labranza, un sistema de cultivo compartido hecho posible por las semillas HB4 captura más carbono que las prácticas de cultivo convencionales.

   Según Bioceres, por cada hectárea cultivada por año el secuestro resultante equivale a dos meses de carbono emitido por un automóvil.

   Los rendimientos de cultivos, más altos a través de HB4, también reducen la necesidad de expandir la huella global de la agricultura, al tiempo que ayudan en la reversión de tierras agrícolas frágiles a ecosistemas nativos.

“Repensar y rediseñar lo que hacemos”

   “Existen riesgos por aprobarlo, es evidente; cualquier transformación o cambio del estatus quo lo tiene, más aún en esta situación donde somos líderes sin tener el poder de los países centrales.

   También existen riesgos por no aprobarlo y la mayoría de las veces no se dimensionan”, sostuvieron, en un comunicado conjunto publicado en el diario La Nación, los referentes Marcelo Carrique, Gustavo Grobocopatel y Víctor Trucco, quienes han sido presidente y vicepresidentes de Bioceres.

   “Ser líder requiere no sólo crear algo nuevo, que agregue valor, sino asumir los riesgos y estar dispuesto a luchar para hacerlo y sostenerlo. Ser líder es correr riesgos y gestionarlos. Es saber cómo, cuándo y con quién dar los pasos necesarios”, agregaron.

Gustavo Grobocopatel fue presidente de Bioceres desde su creación, en el año 2002, hasta 2008.

   “Tendremos que trabajar: conseguir la aprobación de los mercados, desarrollar un modelo de producción de alta calidad con identidad preservada, generar nuevos jugadores en las cadenas de valor y en los servicios, estar dispuestos a aprender y cambiar rápido. En estos tiempos de turbulencias e incertidumbre, tenemos que permitirnos repensar y rediseñar lo que hacemos”, dijeron.