Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Comarca Serrana: la pandemia ya cerró 1 de cada 5 comercios

El 80% de los emprendimientos que dependen del turismo, se encuentra cerrado: dan empleo a unas 1.700 familias del distrito. Advierten que muchos prestadores no van a llegar al próximo verano.

Fotos: Rodrigo García - La Nueva. y Archivo

   Hace más de 200 días, al principio de la cuarentena dispuesta por el gobierno nacional, el objetivo del sector turístico de la Comarca Serrana era uno solo: esperar que todo terminara antes de las vacaciones de invierno.

   Después de un 2019 en el que varios emprendimientos habían debido cerrar sus puertas por no poder hacer frente a los aumentos de tasas municipales e impuestos, que se sumaban a la creciente inflación, el cierre total del país decidido el 19 de marzo dejó a todos sin los feriados largos del 24 de marzo y Semana Santa. Ya por ese entonces, los prestadores y las entidades que los agrupan advertían sobre una virtual debacle del sector en caso de no poder trabajar.

   Casi siete meses después, lamentablemente la predicción se está cumpliendo: hoy, el 80% de los comercios que dependen del turismo en el eje Villa Serrana La Gruta-Saldungaray se encuentra paralizado, sin ningún tipo de ingreso, y con una visión absolutamente pesimista respecto del futuro a cercano, medio y largo plazo.

 

El peor invierno en las sierras

 

   Se estima que en la Comarca Serrana existen unos 335 comercios que dependen de alguna forma de la industria sin chimeneas y que dan trabajo a unas 1.700 familias. De estos, el 65% corresponde a alojamientos (registrados o no), y el resto se divide entre prestadores, guías, turismo aventura, excursiones (a caballo, colectivo o cuatriciclos), artesanos, agencias de viajes y museos, entre otros. Desde mediados de marzo hasta ahora, ninguno ha tenido ingresos genuinos para mantenerse en actividad: el que no se ha visto afectado en un 100% por el parate del sector, está trabajando a pérdida, advierten desde las entidades afines.

   Peor aún: en medio año ya se registró el cierre del 20% de los comercios vinculados al sector y se estima que el 30% del total de los negocios (turísticos o no) tienen en venta el fondo de comercio. En buen romance: el que no cerró sus puertas hasta ahora, está pensando seriamente en vender para no terminar ahogado por las deudas.

   Lo peor de todo es que nadie ve una luz al final del túnel.

 

Las estimaciones y porcentajes fueron realizadas por la cámara,  sobre números oficiales de la comuna de Tornquist.

 

   Los que hoy pueden abrir sus puertas, como los gastronómicos, tampoco la están pasando bien. En un lugar eminentemente turístico, la cantidad de restaurantes, pizzerías y demás sobrepasa sensiblemente la demanda local en momentos en que no se permite el ingreso de visitantes. “Con suerte, tienen uno o dos comensales por noche, y normalmente son amigos que quieren darle una mano. Están a borde del quebranto”, señalan. El delivery ayuda, pero poco. La facturación total apenas alcanza al 20% de lo necesario para sostener el negocio.

   “Lamentablemente, hoy vemos que hay gente que no va a llegar a enero y febrero -señaló a “La Nueva.” Jorge Canolik, perteneciente a la Cámara de Comercio, Turismo e Industria de Sierra de la Ventana, Villa La Arcadia y Saldungaray-. Con suerte, será un verano a medias”.

   La peor parte se la llevan aquellos que deben convivir con un panorama de incertidumbre y que debe estimar los números y sin gente que ingrese a su comercio.

 

Sin atención: los gastronómicos solo llegan a cubrir cerca del 20% del costo que insume abrir sus puertas.

 

   “Tenemos una parálisis del 80% de los comercios del sector por el turismo cero. Si bien hubo ventanas en las que se intentó reactivar la actividad, el escaso y mínimo movimiento que hubo hizo que fueran a pérdida: abrieron y volvieron a cerrar”, explicó.

   El dirigente aseguró que esta realidad obligó que muchos prestadores dijeran “basta”, cerraran en forma definitiva su negocio y solo quedara el local vacío. Esta situación, por el momento, se observa más en los comercios y no tanto en el sector correspondiente a las cabañas y hoteles.

   “En este caso, ni siquiera se hace presente el personal. Solo abrirán si sobreviven a la debacle”, explicó.

   “Además, se estima que el 30% de los prestadores tiene en venta el fondo de comercio: es gente que viene sosteniéndose a pérdida, pero se quiere sacar el negocio de encima, esperando a alguien que pueda aprovechar para hacer una inversión. Aunque la condición de negociación de algo que esta parado, también se ve afectada para peor”, añadió.

   Debido a la situación, se estima que el 30% de los negocios de la Comarca Serrana de Tornquist se encuentran en venta.

 

“Necesitamos que el Estado ponga claridad”

 

   Canolik aseguró que, más allá de la ayuda que se brinda a través de los planes ATP e IFE, es primordial que el Estado tome decisiones y brinde un poco de claridad respecto de lo que va a pasar a futuro.

   “Es necesario tener claro qué es lo que va a pasar. Estamos trabajando en un proyecto de turismo burbuja, que se aplicaría en forma gradual. Hoy, lo que más complica al prestador que trata de resistir, es la falta de un plan de recuperación para decidir él qué hacer”, explicó.

   La idea que barajan en Camcotisas es generar paquetes turísticos para personas de alto nivel adquisitivo, a quienes se buscaría en minibuses, se los alojaría en la Comarca Serrana, se los llevaría a restaurantes, podrían hacer excursiones y se los llevaría de nuevo a su ciudad, sin contacto ni posibilidades de contagio.

   “Sabemos que será un turismo caro, pero nos da una posibilidad de subsistir. Nuestra situación es grave y el Estado debe acompañar generando un grado de apertura controlada y lo antes posible. Si eso no pasa, el escenario al verano será cada vez peor: algunos podrán resistir, pero muchos cerrarán sus puertas”, remarcó.

   Según Canolik, las medidas de recuperación del sector no pueden remitirse exclusivamente a la posibilidad de contar con una vacuna contra el Covid-19, ya que ningún prestador va a conseguir mantenerse a flote hasta ese entonces.

   “Confiamos en el asociativismo con el Estado y necesitamos que el gobierno bonaerense nos acompañe en el desarrollo creativo de instancias para el turismo seguro, junto con los necesarios controles sanitarios”, dijo.

   En ese sentido, sostuvo que si bien se brindaron algunas ayudas desde el estado, como el ATP o el IFE, no todos los comercios y trabajadores pudieron acceder a ellos.

   “Muchos empleados reciben un salario que sería -en la práctica- lo mismo que un subsidio. No es lo que necesitan para vivir y alimentar a su familia; y, por si fuera poco, a todo eso hay que sumarle la inflación”, dijo.

   También recordó que hoy el municipio de Tornquist asiste a varias familias del sector con bolsones alimentarios, y que recientemente se confirmó que la Provincia destinó 4 millones de pesos para ayudar a los comercios locales. Esto, estimó, no alcanza para sostener al sector.

   “Necesitamos bajar ese nivel de incertidumbre para poder recuperar la confianza en nuestras propias fuerzas y salir adelante”, agregó.


Plan piloto de turismo durante la pandemia


En la semana, distintas entidades turísticas de la Comarca Serrana de Tornquist elaboraron y presentaron un proyecto para que en esa región se desarrolle una prueba piloto de turismo seguro en pandemia.

Se propone que este sea el primer destino de la provincia que cuente con una apertura paulatina y controlada de la actividad.

En los fundamentos, se indica que “el objetivo principal es contener las necesidades de la mayor parte de nuestra comunidad, demostrando que, con una implementación segura de los protocolos, es posible la práctica del turismo en nuestra provincia”.