Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

La lucha será feminista, o no será

Fotos y videos: Federico Sieder

   Me llamo Federico Sieder, soy bahiense, vivo en Londres y sería más que feliz si alguno de ustedes tiene preguntas, inquietudes o comentarios al respecto.

   Me encuentran en fedesieder@gmail.com o en las redes sociales Facebook, Twitter e Instagram.

 

   Estuve más de 17 horas enfrente de hojas en blanco intentando escribir sobre el #8M que pasó. Fueron 17 horas, 25 páginas de ideas y una realización bastante clara: siendo hombre, no es ni mi momento, ni mi lugar para decir nada.

   Lo que sí les puedo contar, humildemente, son las cosas que viví en las calles de Londres mientras seguía lo que pasaba.

   Fue un día entero de paro. Así como paran los bancarios, transportistas, empleados públicos, lo hicieron sin sindicatos —acá les dicen uniones—. Ellas pararon bajo una bandera muchísimo más grande: la del género.

   Género sin generalizar, y espero que puedan perdonarme. Todavía no me sale usar el lenguaje inclusivo.

   Estuve en Latinx Women Gathering —Reunión de mujeres latinxs— a la una (PM), unas horas antes de que empiece el evento principal, que fue bajo el nombre Women’s Strike 2019.

   Llegué con la idea de hacer un par de entrevistas y me encontré con otra realidad. Un montón de mujeres trabajando. De paro y trabajando.

   Pintando carteles, presentándose en grupo, planeando, riéndose y principalmente, trabajando, de paro.

   Llegué con la idea de hacer un par de entrevitstas, pero bueno... todos cambiamos de idea. Hice otra cosa: cocinar, lavar vajillas, hacer un par de jarras de café y té. En fin… ayudar.

   Un acto simbólico en un día especial. La simbolización de igualitarismo en una jornada que lucha y para por eso.

   El lugar en donde nos juntamos se llama London Action Resource Centre (LARC), cerca de White Chapel. Juntos, éramos unas 40 personas.

   Ellas se fueron un poquito más tarde de 16:30, nosotros nos quedamos organizando un toque. Llegué a Bank, el punto de encuentro, a las 17:45. Un par de cuadras antes de verlas, las escuché rugir.

   Hacía frío. Soplaba el viento. Llovía. El cielo estaba gris tirando a negro. Aún así, con la llovizna marcándote los huesos, ellas rugían.

   A pesar del clima había música. Había personas bailando. Había música sonando en las suelas de sus zapatillas, de sus zapatos, atormentando al pavimento que sólo parece saber del eterno oprimir de las ruedas. Crearon, desde lo hostil, un lugar hermoso donde estar.

   A la marcha la seguí de costado, desde el medio... la seguí desde afuera. Y no es para resaltar, aunque resaltaron: el grupo latino gritó, cantó y festejó, unido.

   Estaban, todas juntas, todos juntos, todxs reunidxs y compartiendo.

   ¿Cómo les explico (explíquenme) qué fue lo que vi?

   ¿Cómo les explico que el paro estuvo conformado por ellas y ellos, todos, sin generalizar en géneros? ¿Tenemos nombre para eso? ¿Podemos llegar, algún día, a dejar a nuestros bias personales de lado para entender que en este barco estamos todos?

   En la marcha hubo banderas partidarias y al mismo tiempo comunitarias. Si bien todos los grupos defendieron lo suyo, también defendieron al entero, sabiendo que la sinécdoque hace a la fuerza: la parte por el todo. Para el todo.

   Como les dije antes, este no es mi lugar para hablar por nadie, ni representar a través de mi voz un movimiento del que todavía me queda aprender, y mucho.

   Por eso hablé con personas de #NiUnaMenos en UK, Brazilian Women Against Fascism, también de UK y Kvinnefronten, de Noruega.

   Son sus voces las que necesitan estar acá.

   Y sí, arranco esta columna que tiene y va a tener muchas palabras que no son mías.

   Las próximas palabras vienen de argentinas viviendo en Inglaterra. Se llaman Ni Una Menos UK (NUM_UK).

   —Somos anti fascistas, somos anticolonialistas y antiimperialistas, somos anticapitalistas, somos trabajadoras, somos pobres, somos migrantes, somos refugiadas, somos trans, somos no binaries, somos putas, somos lesbianas, somos bisexuales, somos cis, somos hetero, somos negras, somos morenas, somos blancas, somos discapacitadas, somos gordas, somos flacas. Y a todes nosotres nos violan, nos matan, nos cagan a palos, nos prenden fuego, nos pagan menos por el mismo trabajo, nos obligan a parir, nos estigmatizan, nos obligan a quedarnos en casa, nos juzgan los cuerpos... nos cazan como brujas.

   Somos todo eso y muchas pero muchísimas cosas más. Nuestro motor es dejar de ser oprimides. Lo que nos mueve es la búsqueda de libertad y emancipación económica, física, social, política. Estamos construyendo una revolución permanente y sostenida.

   —¿Qué diferencias ven entre UK y Argentina?

   —En el Reino Unido hay menos expresiones públicas de machismo: los chistes sexistas, el acoso callejero, suceden pero en menor medida. [...] Asimismo, vemos cómo al igual que en Argentina son las mujeres de bajos ingresos las que terminan sufriendo de manera más acentuada los efectos de políticas de austeridad. Un ejemplo son los cortes que hubo a servicios de apoyo para víctimas de violencia 'doméstica' (machista) bajo el gobierno conservador actual.

   Es claro que el contexto socioeconómico de nuestro país es diferente al del Reino Unido. El hambre, la precarización laboral, los tarifazos, el cierre de Ministerios fundamentales como el de Salud, entre muchas otras medidas atroces del actual gobierno hacen que la violencia hacia las mujeres se acentúe mucho más ya que el estado está prácticamente ausente. En contraste, este país se percibe económica y socialmente 'estable' pero sólo a primera vista. Las diferencias de acceso a oportunidades entre la clase media y trabajadora, entre blancos y personas de color son abismales. Y claro que el género dentro de esos estratos sociales es otro componente que refuerza la desigualdad.

   —¿Cómo funciona la relación entre NUM UK y NUM Argentina?

   —Tenemos conexión con algunas ‘referentas’ del coletivo NUM allá. También con muchos otros colectivos y organizaciones feministas en Argentina. Entendemos que NUM existe para que toda persona feminista se apropie de la organización y milite el feminismo interseccional desde donde sea. En este sentido, entendemos que también es importante la visibilización de la situación en Argentina y de la lucha Latinoamericana y global. Esto contribuye a la concientización y también a ejercer presión en mandatarios, como fue el caso de la cobertura de los pañuelazos en distintas ciudades del mundo.

   Estar acá es un privilegio a la hora de tener acceso a un punto geopolítico estratégico. Queramos o no, tienen mayor alcance las noticias que se reproduzcan desde acá. Eso beneficia a la difusión y a la creación de redes internacionales.

   —¿Cómo surgió el grupo?

   —NUM-UK primero surgió como un sub-grupo de Argentina Solidarity Campaign, una campaña pluralista y no partidaria basada en Londres. Nació en octubre de 2016, luego de organizar una vigilia afuera de la Embajada Argentina en Londres después del terrible caso de violación y femicidio de Lucía Pérez. A partir de ese día, el grupo comenzó a trabajar con el intento de visibilizar las problemáticas de las mujeres como colectivo que sufrimos en Argentina. Luego, en 2018, al tomar impulso la campaña por la despenalización del aborto, el grupo organizó vigilias y pañuelazos en respuesta a los llamados de acción internacionales, y fue en esas instancias que se decidió que NUM UK fuera un grupo propio, sumándose otrxs compañerxs feministas de Argentina y de otros países también.

   —¿Con quiénes trabajan?

   —Hoy en día NUM UK no solo apoya la lucha feminista en Argentina, sino que también articula con varias organizaciones y campañas feministas en el Reino Unido para trabajar por los derechos de mujeres, personas no binarias, migrantes, trans y trabajadorxs. Por ejemplo, organizando el Paro Internacional Feminista con Women’s Strike Assembly, Brazilian Women Against Fascism, Sisters Uncut, entre otros.