Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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La abogada de Timerman dijo que la indagatoria de Bonadio "fue lo más parecido a una tortura"

Graciela Peñafort detalló el grave estado de salud en el que fue expuesto el exfuncionario kirchnerista.

Foto: DyN

   Graciana Peñafort, abogada del fallecido Héctor Timerman, sostuvo hoy que la indagatoria de su defendido en el juzgado de Claudio Bonadio en la causa por el Memorándum con Irán "fue lo más parecido a una sesión de tortura" por el grave estado de salud del exfuncionario.

   "Cuando Héctor supo del avance de la enfermedad me pidió que le pidiese a Bonadio poder declarar antes. Cosa que hice, porque sus médicos me habían explicado que el dolor extremo del cuadro que presentaba obligaría a proporcionarle medicación que le dificultaría declarar. Y a diferencia de lo que Bonadio hizo con Franco Macri, enviándole los médicos a la casa, con Héctor no", señaló Peñafort. A través de una red social, la letrada recordó:

   "Héctor, que ya caminaba con dolor y dificultad, tuvo que ir a tribunales a certificar lo enfermo que estaba". "Fue un calvario. Y además un calvario inútil, porque pese a constatar la enfermedad, Bonadio no adelantó la declaración".

   Según dijo, el juez "llamó a indagatoria siguiendo el cronograma electoral".

   "Y fuimos, previo un complejo proceso de retirarle parte de la medicación para que pudiera declarar. La indagatoria fue lo más parecido a una sesión de tortura. Héctor estaba extremadamente dolorido y respiraba con dificultad", señaló Y relató: "Cuando vino Bonadio a saludar y vio el cuadro de situación desolador, me escribió una nota diciendo 'Doctora, cuando usted indique suspendemos esto'. Héctor quiso seguir declarando y solo interrumpí esa declaración cuando sus labios se pusieron azules por falta de aire".

"Timerman se enfermó por el dolor que le provocó el irracional ataque por la firma del Memorando"

   "De esa indagatoria salimos y nos fuimos a una clínica porque Héctor se desmayó en el auto. Tuvo una crisis cardíaca fruto del dolor y la falta de oxígeno. Cuando volvió en sí me decía: me mataron Graciana, y yo no quiero morirme así, no dejes que manchen mi nombre, por favor ".

   Peņafort dijo que "luego vino el infame procesamiento y la prisión domiciliaria". "Y yo recorrí (Comodoro) Py explicando que Timerman necesitaba poder viajar para hacer su tratamiento. Y también se lo explicamos a la Cámara de apelaciones", subrayó.

   "Al final de esa apelación yo le dije al doctor (Martín) Irurzun a estas alturas la política no me importa, pero por favor levanten la prisión, porque necesita salir para tratarse, se va a morir sino puede tratarse ".

   "Revocaron el cargo de traición a la patria, pero confirmaron la prisión preventiva. Por el delito de encubrimiento, delito por el que nadie en este país va preso durante el proceso. Nadie salvo Héctor Timerman. Y como era lógica consecuencia, Estados Unidos le revocó la visa y no pudo viajar", señaló.

   También relató que "más allá de la buena voluntad de Cancillería, la visa especial no se logró gracias a las gestiones del gobierno argentino: se logró gracias a la presión de los demócratas norteamericanos, entre ellos Patrick Leahy, quien instó al Congreso de Estados Unidos a dar la visa".

   "Tuve oportunidad de ser testigo de cómo buena parte del peronismo desfiló por su casa para abrazarlo y respaldarlo, al menos mientras pudo recibir gente", seņaló Peñafort, quien indicó que Cristina Kirchner "siempre estuvo atenta a cómo estaba su salud y su ánimo".

   "Era a mí a quien Cristina Kirchner llamaba para preguntar y para trasmitir mensajes de afecto. Que yo siempre retransmití y Héctor siempre sonreía. Porque Timerman en un momento ya no pudo hablar por teléfono y luego, ya no pudo hablar. Mucho menos recibir visitas", dijo. (NA)