El jardín de infantes 907 ya disfruta de su patio con protección
El Jardín 907 Mercedes de San Martín --de Las Heras y Chiclana-- llevaba una larga disputa por la vecindad que tiene con una antena de telefónica de casi 80 metros de altura.
En un hecho que no es menor para un jardín de infantes, desde hace un par de meses los niños pueden disfrutar nuevamente del patio del establecimiento, luego de concretarse una obra que puso punto final a un reclamo de casi una década y genera la seguridad necesaria.
Es que el Jardín 907 Mercedes de San Martín --de Las Heras y Chiclana-- llevaba una larga disputa por la vecindad que tiene con una antena de telefónica de casi 80 metros de altura.
A una primera preocupación por las consecuencias ambientales que podía provocar su funcionamiento se sumó un hecho más concreto y preocupante: el constante desprendimiento de distintos componentes de la estructura --tornillos, herramientas, accesorios-- que caían en el patio del establecimiento, con el lógico riesgo para chicos y docentes.
Decenas de presentaciones y acciones legales derivaron en dos hechos. Por un lado, un estudio profesional llevó tranquilidad en cuanto a que las radiaciones que se verifican en el jardín no son de riesgo. Por otro, Telefónica acordó montar una estructura de hierro a modo de protección, la cual se encarga de detener cualquier elemento que caiga de la antena.
"Hemos tenido que suspender las clases en los días de viento o cuando se realizaban trabajos en la antena. Ahora estamos tranquilos y vamos a ocuparnos de poner en valor el patio y mejorarlo", señaló Nancy Van der Ploeg, directora del establecimiento.
El lugar
Un edificio impecable, con sus paredes de colores, un equipamiento integral y adecuado, conforman la escenografía del Jardín. Al lugar concurren 74 chicos, organizados en dos turnos.
"El de la mañana comenzó a funcionar en 2013, en respuesta al pedido de varios padres que por cuestiones laborales necesitaban disponer de esa posibilidad. Hoy tenemos 11 chicos de distintas edades y buscamos aumentar esa cantidad", señaló la directiva.
Mariana Lurelli y María Julia Buencompagni integran la vital asociación cooperadora, que toma a su cargo las demandas del lugar.
"Hoy estamos ocupados en solucionar algunas filtraciones en las cubiertas del edificio, sobre todo una que afecta la instalación eléctrica. Otro objetivo es mejorar el patio, pintando el piso de cemento y haciendo unos murales con estudiantes de la Escuela de Artes de Bahía Blanca", explican.
También reconocen otras necesidades y prioridades, por caso climatizar el salón de usos múltiples, una inversión que por ahora está fuera del alcance presupuestario.
"El edificio exige mantenimiento y eso se logra por el esfuerzo de la asociación cooperadora. Todo esto se hace en base al pulmón de la gente del pueblo", señala Van del Ploge.
La antena se queda
La presencia de la antena marcó a fuego a la comunidad educativa de Cabildo. Al punto que los alumnos de la Escuela 4 ganaron un concurso nacional con un trabajo analizando toda la normativa existente en la materia.
También se utilizó la banca 25 del Concejo Deliberante y se hicieron presentaciones en el juzgado de faltas.
"Presentamos una demanda para sacarla, pero no tuvimos suerte. Pero al menos conseguimos que se midiera su radiación --que es un estudio muy caro-- y ahora esta protección que demandó una inversión de 600 mil pesos. De todas maneras seguimos atentos y trabajando en el tema", señalaron los directivos.