Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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¿Existe o no existe el punto G?

   Hasta el momento el punto G sigue siendo un tema de controversia entre los investigadores, dado que no logran ponerse de acuerdo si el punto G es una estructura anatómica ubicada en el interior de la vagina o si se trata de una zona del interior de la misma que produce muchísimo placer al ser estimulada.

   Lo cierto es que el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, de ahí el nombre punto G, fue quien descubrió esta pequeña zona extremadamente sensible, situada a unos dos a cinco centímetros de la entrada de la vagina y en la pared frontal de la misma, alrededor de la uretra y detrás del hueso púbico.

   Esta localización varía en cada mujer, así como varía su sensibilidad o su posible ausencia según refieren algunos especialistas o lo que refieren algunas mujeres al afirmar que ellas no sienten ningún tipo de placer en esa zona.

   Además de la zona donde se puede ubicar, también se puede sentir que hay una pequeña protuberancia y rugosidad mayor en esa zona, incluso cuando la mujer está muy excitada el punto G parece hincharse.

   Las mujeres que estimulan esa zona, ya sea por medio de la masturbación o con la penetración, cuentan que sus orgasmos son más placenteros, intensos y satisfactorios.

   El modo de ubicarlo más fácilmente es introduciendo el dedo hasta la primer falange aproximadamente y llevarlo hacia arriba y adelante como si estuviéramos haciendo el gesto de “ven aquí”.

   Algunas mujeres cuentan que al estimular el punto G, sienten como si necesitaran orinar o como una cosquilla en el cuerpo que les produce un estremecimiento muy placentero.

   Es posible que al principio cueste ubicarlo, dado que no es mucho lo que conocemos de nuestra anatomía, por lo tanto te sugiero que busques información y explores con paciencia y sin obsesionarte.

   En cuanto a las posturas que mejoran la estimulación del punto G, serán aquellas en que la mujer se ubique de tal forma que favorezca su estimulación durante el coito, eso también dependerá de lo que sea más placentero y cómodo de practicar.

   A modo de sugerencia, la postura llamada Amazona, en donde la mujer se sienta a horcajadas sobre el hombre y ambos se mueven frente a frente, es la ideal para que ella marque el ritmo y así encontrar su manera de estimular la zona del punto G.

   Otra posición placentera es en la que ambos deben estar de pie, la mujer de espaldas al varón inclinada hacia delante mientras él penetra su vagina por detrás facilitando también la estimulación del punto G.

   Hay más posiciones que pueden ayudarte a estimular y a conocer nuevas sensaciones, lo más importante es disfrutar y explorar sin obsesionarse, ni frustrarse al no experimentar algunas de las sensaciones descriptas aquí.

   Cada persona tiene sus tiempos y su manera particular de responder a los estímulos. Date tiempo y la oportunidad de conocer más tu cuerpo.

   Si el punto G existe o no, los científicos lo afirmen o no, lo que cuenta es lo que vos sentís o no sentís...