En Japón mandan a sus avatares a la escuela

El primer colegio virtual de Japón, una escuela donde profesores y alumnos interactúan mediante avatares en Internet, acaba de abrir en la prefectura de Chiba (al este de Tokio) con la esperanza de ofrecer una alternativa académica a los "hikikomori", personas que sufren un síndrome que los lleva a aislarse de los demás.
Al primer curso se anotaron 204 alumnos tras abonar entre 1.340 y 1.500 dólares por la matrícula anual.
Al ingresar a este centro, bautizado en japonés como "País del ciberaprendizaje", es necesario crear un simpático doble virtual cuyo aspecto puede recordar al de un personaje de un videojuego de rol japonés o al de los avatares de Nintendo para sus consolas Wii.
Para personalizarlo y así distinguirlo del resto de los alumnos, se le pueden incorporar infinidad de peinados, accesorios de ropa u otras características.
Los estudiantes están obligados a acceder a diario --a través de un programa instalado en su computadora, tablet o teléfono-- al sistema informático en el que se aloja su nuevo colegio.
Una vez dentro, el software les permite mover su avatar por el campus para recibir lecciones en el aula (consistentes en videos de 20 minutos y un examen escrito), consultar material audiovisual o libros electrónicos e interactuar mediante una interfaz de chat con los dobles virtuales de compañeros y maestros.