Los hijos que el ADN no deja ser
En las últimas horas se conoció el resultado del examen genético (ADN) realizado a Sandra Borda, una mujer que lleva años envuelta en una batalla judicial convencida de ser hija del fallecido cantante Roberto Sánchez, Sandro.
El de Sandra es uno más de los muchos casos de personas que aseguran ser hijos de personajes populares o históricos y que en otros tiempos, a falta de pruebas para establecer esa relación, lograban mantener el misterio y las dudas toda su vida.
La ciencia permite ahora esta prueba de ADN para establecer la maternidad o paternidad sobre una persona con una seguridad del 99,99 por ciento.
En la Argentina es recordado el caso de Martha Holgado, la mujer que en 1993 inició su lucha judicial asegurando ser hija del tres veces presidente Juan Domingo Perón. “Nací y moriré hija de Juancito”, señalaba. En 2006 la prueba filiatoria realizada con muestras tomadas del cadáver de Perón dieron por tierra con esa aseveración.
Sin posibilidad de realizar verificaciones científicas, muchos próceres tuvieron hijos no reconocidos. Uno de los más curiosos es el caso de Pedro Pablo Rosas, adoptado por Juan Manuel de Rosas pero hijo natural de Manuel Belgrano. El descendiente supo esa verdad a sus 20 años de edad y cambió su apellido a “Rosas y Belgrano”.
Domingo Fidel Castro, Dominguito, fue hijo adoptivo de Domingo Faustino Sarmiento, aunque se asegura que era su hijo verdadero, a partir de una relación extramatrimonial. Más conflictos podría haber tenido hoy en día quien fuera el primer presidente constitucional del país, Justo José Urquiza, que tuvo casi cien hijos, de los cuales reconoció apenas a 23.
A nivel internacional, uno de los casos más impactantes fue el de Anna Anderson, la mujer que durante décadas aseguró ser Anastasia Romanoff, la hija del Zar de Rusia asesinado, junto a toda su familia, en 1918. Como nunca se encontró el cuerpo de la menor de sus hijas, en el tiempo hubo “varias Anastasias”. Un tardío ADN dejó en claro que Anderson no tenía nada que ver con los Romanoff.
como último personaje autóctono, un renglón para la misionera Esther Fitzner, quien desde hace años recorre canales de televisión con el nombre de Leevon Kennedy, asegurando ser hija del expresidente John Fitzgerald Kennedy y la actriz Marilyn Monroe, en un planteo que podría tener el primer resultado de ADN al que se le asigne un número negativo.