Llega el Heinkel
Hace 55 años, en septiembre de 1959, la firma Juan C. Haurie, de Brown esquina Fitz Roy, ofrecía la atractiva micro-cupé marca Heinkel, “el vehículo que usted puede tener y mantener”.
Presentado como un microcoche –el “ratoncito”-, el Heinkel es un automóvil micro cupé autoportante originario de Alemania y producido entre 1956 y 1965, muy parecido al BMW Isetta. Fue comercializado en el mundo, haciéndose muy conocido por su rara forma.
El Heinkel fue presentado en Alemania en 1954, usando un motor de fabricación propia de 174cc, un cilindro 4 tiempos, luego de que su fabricante viera en una exposición de automóviles en Ginebra al BMW Isetta, pequeño auto italiano fabricado desde 1953. Heinkel empezó la fabricación en serie en 1956, teniendo unos 100 kg menos de peso que el Isetta.
El Heinkel se destacó por una gran puerta frontal, por la que se accedía al asiento del vehículo y, a diferencia del Isetta, el centro del volante era estático cuando la puerta se abría. Con capacidad máxima para dos personas, tenía dos faroles delanteros integrados sobre los guardabarros, limitando con unas amplias ventanas.
La empresa montada en Don Torcuato, Los Cedros SA, fabricó casi tres mil unidades. En 1960 entraron al mercado las versiones pick-up y convertibles, y en 1963 se produjo una fusión con Isaard Argentina, ubicada en Gral. Pacheco. Por entonces costaba 105 mil pesos, unos 1.300 dólares de la época.
En nuestra ciudad, el vehículo se promocionaba como ideal para la mujer. “¿Su señora le pide el coche? Cómprele un micro-cupé”, mencionaba el aviso. Ideal, se decía, “para cuando la señora tenga que salir de visita, o llevar a los chicos... y vaya usted tranquilo a jugar al golf”. Además de ser “de fácil manejo y ágil maniobra”, tenía un consumo de nafta común de 3 litros cada 100 kilómetros.