Avalancha de negligencias en Universitario
Eran las 2 de la mañana y miles de chicos y chicas querían ingresar a pasarla bien en el Club Universitario.
"Pasen, pasen."
El control de patovicas en el alambrado perimetral hacía pasar de a cientos. Y todos se acumulaban contra el ingreso principal, por donde sólo entraban de a 5 para pagar una entrada de 40 pesos.
Avalanchas de todo tipo entre los hombres y hasta un grupo cantando el himno en plena cola. La canción ilustraba la realidad: como si moverse tipo ganado fuera algo propio de los argentinos en estos tiempos.
Cuando ya no daba para más y los patovicas no podían de ninguna manera controlar a la masa, un grupo de chicas se coló por otra puerta y todos corrieron detrás para ingresar. Bochornoso.
Luego de 10 años, Cromagnon parece que nunca existió. La falta de controles de ocupación en los boliches sigue siendo moneda corriente.
Se pasan la pelota entre funcionarios provinciales y municipales y todo queda en "tienen que autocontrolarse los bolicheros".
Al otro día un pibe denuncia que lo golpearon. Es apenas uno que se animó a hacer pública una problemática que se repite cada fin de semana.