Un pedido firma
"Gracias campeón, te seguiré alentando_" y "Justicia". Al lado de estas frases la imagen de Maximiliano Vesco. Atrás y sosteniendo estos carteles que circulan alrededor del campo de juego minutos antes del arranque del partido, los familiares y amigos que aún sienten su repentina partida y que claman para que esta historia no quede impune.
Maxi (29 años) es una de las 21 víctimas de la peor tragedia de Rosario, ocurrida el pasado 6 de agosto, tras la explosión de una de las torres del edificio ubicado en la calle Salta al 2141.
Vesco era socio y fanático de Newell's. Según cuenta el diario La Capital, nadaba en el club de sus amores, vivía en el 2ºC y esa noche su novia Ludmila no se había quedado a dormir.
El suceso todavía está muy fresco en la memoria del pueblo rosarino. Y no es para menos. La escena, a más de un mes del hecho, es realmente escalofriante, como sacada de una película de guerra.
De las tres torres que había en el centro de la cuadra, sobre mano derecha, solamente quedan dos. Si bien la zona permanece vallada, el alcance de la explosión se puede observar de cerca desde el estacionamiento de un supermercado ubicado a la vuelta. Vidrios rotos, paredes negras y despedazadas y algún que otro mueble que no pudo ser retirado del lugar.
En un edificio del fondo, una bandera argentina con la frase "Fuerza Rosario". Y fuerza es lo que tienen que tener los sobrevivientes, los que perdieron todo, los que todavía desayunan y almuerzan en el bar de la esquina y los que esperan al menos una respuesta. Las dos torres serán derrumbadas manualmente, pero lo que nadie podrá derrumbar es el pedido de justicia y el recuerdo de los familiares. Y eso fue justamente lo que quedó demostrado ayer.