Matan a un capitán del Grupo Halcón
BUENOS AIRES (Télam) -- Un capitán del Grupo Halcón de la policía bonaerense fue asesinado ayer a la mañana cuando se tiroteó con al menos tres delincuentes que querían robarle el auto en la puerta de su casa, en San Justo.
Los investigadores determinaron que en el tiroteo, el policía logró herir a dos de los ladrones: uno recibió tres disparos, quedó en el lugar del atraco y luego fue trasladado en calidad de detenido a un centro asistencial de la zona, mientras que el otro fue dejado más tarde por sus cómplices en la puerta de un hospital del sur del conurbano.
El hecho se registró alrededor de las 8, cuando el capitán Omar Flores (50), sacaba su Volkswagen Cross Fox gris, del garaje de su casa, ubicada en Sarandí 4035, de San Justo, partido de La Matanza.
Cuando arrancaba el vehículo, Flores, quien se encontraba vestido de civil, fue abordado por al menos tres individuos armados que ingresaron en el garaje con intenciones de robo, le apuntaron y le ordenaron que descendiera del vehículo.
De acuerdo con los voceros, el capitán obedeció, pero luego extrajo su arma reglamentaria y se identificó como policía.
La primera reacción de uno de los malvivientes fue dispararle un tiro en el tórax, pese a lo cual, y antes de caer gravemente herido al suelo, el efectivo le disparó cinco veces.
Uno de los ladrones recibió impactos en un glúteo, en la espalda y en el abdomen, y cayó a los pocos metros mientras corría, en tanto que otro recibió dos balazos en un omóplato y la zona abdominal, aunque alcanzó a escaparse, subió junto al tercer cómplice a un auto estacionado y se alejaron velozmente.
Segundos después llegó al lugar otro policía que vive enfrente y que había escuchado el tiroteo, quien avisó a las autoridades de lo sucedido, luego cargó a Flores en su auto y lo trasladó al Hospital Paroissien, de Isidro Casanova.
Sin embargo, a pesar de la velocidad con la que llegó a la guardia del centro asistencial, el capitán Flores murió como consecuencia de la gravedad de la herida sufrida.
El ladrón lesionado, que se encontraba inconsciente al momento de ser socorrido frente a la casa de Flores, fue llevado por una ambulancia al Policlínico San Justo, donde lo compensaron.
Se trata de Rodrigo Eduardo Reiche (28), que tiene antecedentes penales por robos a mano armada, dijeron fuentes de la pesquisa.
Además, el superintendente de la Zona Oeste de la policía bonaerense, comisario mayor Sergio Bianchi, confirmó a la prensa que el otro asaltante herido fue dejado por su cómplice en la puerta de un hospital y allí lo detuvieron.
El sujeto, a quien operaron, le extrajeron el bazo y permanecía internado en grave estado, dijo llamarse Jorge Rodríguez y tener 21 años.
Investigación.
El caso es investigado por el fiscal de homicidios del Departamento Judicial La Matanza, Carlos Arribas, quien supervisó en el lugar del hecho las tareas de la Policía Científica.
Cerca de donde ocurrió el tiroteo, los peritos hallaron dos pistolas calibre 9 milímetros, además de la perteneciente a Flores, supuestamente descartadas por los delincuentes durante la huida.
El fiscal Arribas solicitó el análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona, particularmente las colocadas en Camino de Cintura, a sólo tres cuadras de la casa de Flores, donde puede observarse el paso a gran velocidad de un auto blanco hacia el sur del conurbano, donde fue dejado el delincuente herido.
Interviene en la pesquisa el personal de la Jefatura Departamental La Matanza y de la Distrital La Matanza Noroeste, cuyos efectivos buscaban al delincuente restante.
"Era papá de una nena de nueve años, un hombre de cincuenta años que abrazó esta profesión a los veinte. Era un gran policía, un héroe más de los nuestros que patrulla día a día nuestras calles", dijo el comisario mayor Bianchi en la casa del policía asesinado.
De forma similar se expresó Viviana, una vecina de la cuadra de Flores, quien dijo que era una "excelente persona" y "atento como vecino".
Con el crimen de Flores, quien estaba separado, vivía solo y se desempeñaba en la Brigada Especial Operativa Halcón, de la ciudad de La Plata, ya son siete los efectivos de la policía bonaerense en actividad asesinados en lo que va del año.