Arrestaron a tres sujetos por tener un arma y droga

Redacción de La Nueva.

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 Luego de un seguimiento a lo largo de varias cuadras de esta ciudad, la policía logró ayer interceptar, reducir y finalmente aprehender, en el barrio Hospital, a tres individuos sospechosos que circulaban en un automóvil, en cuyo interior los uniformados secuestraron un arma de fuego con proyectiles y, presuntamente, droga.

 De acuerdo con la información brindada en el lugar del arresto por el subcomisario Andrés Flores, jefe del servicio de calle de la seccional Primera, minutos antes de la aprehensión --concretada a las 16--, dos de los sujetos habían sido observados por personal policial, mientras se desplazaban en actitud sospechosa sobre los techos de viviendas ubicadas en la calle Israel al 100.

 Sin advertir la vigilancia encubierta que llevaban a cabo los agentes del orden, los acusados descendieron de los techos y después se subieron a un vehículo Toyota Corona, patente DRU 986, que se hallaba estacionado en las inmediaciones, con un tercer individuo en el asiento del conductor.

 Enseguida el vehículo con los tres sospechosos, comenzó a desarrollar un recorrido por distintos sectores de la ciudad, y luego de varios minutos de seguimiento por parte de los preventores, la comisión de la seccional Primera, juntamente con efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Bahía Blanca, interceptaron al trío frente al número 92 de la calle Perú.

 En ese momento se los identificó como Rubén Omar Silva, de 61 años, con domicilio en la calle 22 Nº 3036, de Necochea, quien conducía el coche; Marco Antonio Giacomino (32), domiciliado en la avenida Cerri 805, de Bahía Blanca, y Diego José Verón (31), con residencia en Roque Sáenz Peña 136, de la localidad rionegrina de Catriel.

 Dentro del coche, entre otros elementos, la policía habría incautado un revólver.

 "Hay tres aprehendidos y secuestramos un arma de fuego, que debemos establecer de quién es. Ellos comenzaron a transitar en el coche desde la calle Israel, entre Soler y San Martín, y empezamos a hacer un seguimiento mientras realizaban maniobras raras a bordo del vehículo, que circulaba de un lugar a otro", dijo el subcomisario Flores a "La Nueva Provincia".

 Destacó que "eso nos llamó mucho la atención. Después, uno de los sospechosos se bajó del rodado y se dirigió a la casa de lotería (de Perú y Zelarrayán). No sabíamos bien qué maniobra iban a hacer, entonces acá, en Perú 92, cruzamos al Toyota y lo paramos".

 Pero no sólo el arma fue hallada en el interior del vehículo, sino que también habrían encontrado droga.

 "Durante la requisa del automotor se encontró un revólver calibre 22, debajo del asiento del conductor, que estaba cargado con dos proyectiles. También se secuestró una cajita de preservativos que contenía pasta base (de cocaína). Eso es lo que tenemos por el momento", sostuvo el jefe policial, mientras se aguardaba la llegada del perro detector de estupefacientes de la división Narcotráfico, para examinar más exhaustivamente el rodado.

 Finalmente, la búsqueda ampliada no habría arrojado resultados.

Extraña actitud.

 Dijo Flores que hasta ayer a última hora de la tarde no se había establecido si los aprehendidos registraban antecedentes delictivos, aunque en el archivo de este diario existen constancias de una sentencia condenatoria que se le impuso en 2006 a Giacomino (ver aparte).

 Y agregó: "Estábamos mirando a dos de ellos mientras permanecían arriba del techo de la pensión donde estarían parando, en la calle Israel. Después se bajaron del techo, se subieron al auto y salieron; por eso más que nada los seguimos".

 Respecto del vehículo en el que se movilizaban los individuos, el jefe policial confirmó que no tenía pedido de secuestro.

 Por último reveló que en el auto también había dos teléfonos celulares, tres balas calibre 22, herramientas y una balanza electrónica.

 "Todavía no sabemos bien cuánto tiempo hace que estos masculinos están en nuestra ciudad. Los estábamos investigando desde que recibimos un dato, por eso cuando hoy (por ayer) salieron, empezamos a hacer el seguimiento", aseguró el subcomisario Flores.

 Los tres imputados permanecían anoche en la comisaría Primera, imputados de "tenencia ilegal de arma de fuego", a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1, a cargo del fiscal Eduardo Quirós.


Condenado por varios robos,
algunos de ellos con armas

 En los primeros días del mes de julio de 2006, y en el marco de un juicio abreviado, Marco Antonio Giacomino o Giacumino (como también se lo conocía), fue sentenciado a cumplir seis años de prisión, al ser hallado culpable de varios robos perpetrados en nuestra ciudad y la zona, entre abril de 2002 y enero de 2003.

 El fallo fue dictado por el Tribunal en lo Criminal Nº 1, que entonces integraban los jueces Hugo Alberto De Rosa (hoy jubilado), Mario Lindor Burgos y Enrique José Montironi.

 Mediante la recopilación de pruebas testimoniales, reconocimientos en ruedas de personas y otros elementos de cargo, los magistrados consideraron probada la participación del encartado en los casos investigados.

 A Giacomino se lo responsabilizó de un hecho perpetrado el 25 de julio de 2002, a la madrugada, en el interior del comercio ubicado en Brasil 1153, de donde intentó sustraer, previo violentar la cerradura, distintos artículos, pero el delito fue evitado por la acción de Manuel Suero, propietario del local.

 También se lo vinculó con el atraco perpetrado el 25 de noviembre de ese mismo año, a las 14, en la sucursal 143 del Banco Credicoop, en la calle Brasil 119, de donde tres sujetos armados sustrajeron 7.594 pesos.

 De acuerdo con la investigación, quedó demostrada además la participación de Giacomino en el asalto perpetrado el 6 de enero de 2003, a las 16, en la sucursal Nº 4 de la Cooperativa Obrera, en la intersección de Juan Molina y Avellaneda.

 Allí, mediante el uso de armas de fuego, se redujo a Olga Beatriz Rigas y a Ricardo Oscar Torressi, sustrayendo 450 pesos, mientras que a la cajera Alejandra Pascuali le robaron 270 pesos.

 En ese delito participó Pablo Jiménez, quien fue sancionado con la misma pena que Giacomino, ya que se le endilgaron otros delitos que había cometido en la zona.

 Finalmente, Giacomino fue responsabilizado de la posesión de un revólver calibre 32, con cinco proyectiles, que le fue secuestrado cuando se lo detuvo el 9 de enero de ese 2003, en San Martín e Israel.

 El tribunal consideró como agravante para el sujeto la existencia de una condena anterior.

Otra vez.

 El 27 de octubre de 2007, a poco de recuperar la libertad por la causa anterior, Marco Antonio Giacomino volvió a caer en manos de la ley, por su presunta intervención en el asalto perpetrado momentos antes de su captura en la agencia de lotería de San Martín 583.

 Allí, tras amenazar a una empleada con un revólver calibre 32, un sujeto joven se apoderó de aproximadamente 500 pesos, pero un cliente que estaba por entrar en el local, advirtió el hecho y alertó a la policía, por lo que una patrulla de la seccional Primera se lanzó a la búsqueda del maleante.

 Minutos más tarde, el sospechoso fue atrapado y, según se informó en ese momento, se le habría secuestrado un arma de puño utilizada en el atraco.

 Respecto de este caso, no se conocieron datos de cómo se resolvió el expediente judicial.