Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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Bartolomé Tellarini

Hace 85 años, en julio de 1926, murió Bartolomé Tellarini, un destacado vecino de la ciudad. "El fallecimiento de Bartolomé Tellarini implica la pérdida, para la sociedad bahiense, de un antiguo y estimado vecino, que actuó en forma descollante en los distintos campos locales y se hizo acreedor a la respetuosa consideración general". Así resumió la crónica publicada por este diario la infausta novedad, "que se difundió rápidamente, provocando hondo sentimiento de pesar".

 Hace 85 años, en julio de 1926, murió Bartolomé Tellarini, un destacado vecino de la ciudad.


 "El fallecimiento de Bartolomé Tellarini implica la pérdida, para la sociedad bahiense, de un antiguo y estimado vecino, que actuó en forma descollante en los distintos campos locales y se hizo acreedor a la respetuosa consideración general". Así resumió la crónica publicada por este diario la infausta novedad, "que se difundió rápidamente, provocando hondo sentimiento de pesar".


 Radicado en Bahía Blanca en 1884 y dedicado al comercio de lanas y otros productos, dos años más tarde, Tellarini abrió su propia barraca, popularmente conocida como "del Mirador", por poseer el edificio, ubicado en la avenida Parchappe, una torre-mirador desde donde se podía observar la ciudad. Hasta allí llegaba uno de los tantos desvíos construidos por el ferrocarril para permitir el traslado de mercaderías a las firmas ubicadas en la parte posterior de la estación Sud.


 Afiliado al radicalismo, Tellarini se desempeñó como concejal municipal en varias ocasiones.


 Conocido su fallecimiento, por miles acudieron los bahienses a la capilla ardiente levantada en la propia barraca. Desde allí, el ataúd fue trasladado a pulso hasta el paso a nivel del ferrocarril de la calle Darwin, donde fue colocado en una carroza fúnebre. También participó del cortejo "gente modesta de las villas", entre la cual el extinto tenía hondas simpatías "por el bien que a manos llenas derramó".


 En la necrópolis, sus restos fueron colocados en la bóveda de las familias Iraldi y Casanova. La barraca del Mirador sigue en pie, hoy desafectada de todo uso.