De qué se habla en los cafés

Redacción de La Nueva.

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 "Batata" está detrás de la barra en el cafecito de Saavedra y Donado. Es que "El Colo" se fue a la puerta para fumarse un puchito y él se quedó para atender a los que van llegando.

 Cinco minutos después "El Colo" entra y le da una mano a "Batata" para repartir café, té, jugo de naranja y medialunas.

 El salón tiene algunas mesas, pero lo principal pasa en la barra. Casi todos la prefieren. Aunque no hay muchas diferencias entre sentarse en los asientos altos o en los sillas: la charla es compartida por todos. Se habla de una punta a la otra aprovechando que el lugar no tiene más de 20 metros cuadrados.

 Uno de los personajes es "El Chino". Tiene unos 40. Sabe manejar muy bien la ironía.

 --El té hacémelo livianito y no muy caliente... Bah, como siempre --le dice a "Batata".

 Se ve que se conocen todos y que saben quién es quién.

 Un hombre de casi 70 lee el diario por partes. Primero política y después deportes y espectáculos. Se ríe un poco de la primera lectura, descreído de los políticos. Cuando agarra la sección Deportes se hace de un asesor que le aporte algunos datos sobre el básquetbol de Segunda. El asesor es un muy allegado a 9 de Julio y aunque ahora estén en Primera, la sabe lunga sobre la división de abajo. Le dice cuáles son los buenos y cuáles los malos.

 No hay charlas íntimas. Pero sí mucho respeto. Por eso uno esperó que la única mujer que había terminara su desayuno y se fuera para poder hablar.

 --No sabés lo que me mandaron ayer por mail. Era un video porno... --lo que sigue no se pone por obvias razones. Pero la risa de todos llegó cuando el hombre le agregó a su relato que el correo fue abierto por su secretaria.

 "El Colo" planea una excursión de pesca a Chapalcó. Y se banca las gastadas de la punta. En la punta hay un hombre prolijo. Bien peinado, bien vestido y que cuida su silueta: come galletitas con queso crema y mermelada y toma café con leche.

 --Che avísenme cuándo van. Sobre todo si van a dormir en carpa que me encanta --les dice a "El Colo" y a su interlocutor. Se ríen un poco y siguen planificando. Incluso "El Colo" ya habla de una de las comidas: "vamos a hacer un guisito. Ya tengo todo listo".

 Un señor de 60 largos que ya tomó su cafecito le pide a "El Colo" que le prepare medio kilo de café para llevar. Se lo muele y se lo entrega. Y cuando le dice el precio, el hombre le toma el pelo.

 --Sí, total anoche salí a robar para poder pagarte. Preparame medio kilo para la semana que viene que ya vi un banco para asaltar.

 "El Chino" ya cruzó palabras con su socio por teléfono y personalmente. Y se despide. Antes lo invitan a pescar y no accede. No parece muy amigo de poner las manos a la hora de trabajar. Lo suyo es pensar.

 Para las 10 el café va quedando vacío. En una hora habrá otro público. Que también hará un diálogo multitudinario. En el que también habrá códigos que como todos los códigos sólo entienden los de adentro.

 Y seguramente se dará una vuelta Mercedes, la madre de "Batata" y "El Colo", que además de las mejores tortas de la ciudad es la que hace los mejores chistes. Y que nunca hace caso al pedido de sus hijos.

 --Mamá, mamá... Pará, pará...