Conicet: medio siglo promoviendo la investigación científica en Argentina
* El pasado mes de febrero cumplió 50 años el Conicet, principal organismo nacional de ciencia y tecnología. Para celebrarlo, el 10 de abril -Día del Investigador Científico, en recuerdo del nacimiento del primer Nobel argentino en ciencia- se realizarán actos en todo el país.
* En Bahía Blanca tendrán como epicentro el Centro Científico Tecnológico-Conicet Bahía Blanca de La Carrindanga (ex CRIBABB).
En 1947 Argentina se sorprendió con la noticia de que el premio Nobel de Medicina y Fisiología era otorgado al doctor Bernardo Houssay, el primer científico latinoamericano en obtener tal galardón.
Poco más de una década después, el presidente Pedro Eugenio Aramburu creaba por decreto el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), y ponía a aquel investigador a su frente.
La impronta de Houssay quedó definida en frases como "la ciencia no tiene Patria, pero el hombre de ciencia sí. No pienso dejar mi país, porque aspiro a luchar para contribuir a que Argentina llegue alguna vez a ser una potencia científica de primer nivel".
Junto a este espíritu, le infundió una visión estratégica expresada y conceptos organizativos que mantuvo a lo largo de más de diez años de conducción.
Vaivenes.
Mucho transcurrió en estas cinco décadas en el campo de la investigación científica: desde una etapa fundacional donde las universidades argentinas albergaban a los principales cerebros del continente, hasta el mandato de un ministro de Economía en los '90, que envió a los investigadores "a lavar los platos".
Sin embargo, el Conicet mantiene su prestigio social y atraviesa un momento de crecimiento. Hoy, para cumplir con su objetivo, cuenta con casi 5.300 investigadores, más de 5.600 becarios y 2.300 técnicos, que realizan tareas de investigación en los centros e institutos que funcionan en todo el país. Incluso, se ha creado un ministerio de Ciencia y Tecnología, para jerarquizar la actividad del sector.
Presencia en Bahía Blanca
Luego de creada la UNS, científicos locales comenzaron a incorporarse paulatinamente al Conicet y varios Institutos de aquella pasaron a funcionar con dependencia conjunta. En noviembre de 1978, para aprovechar un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, fue creado en la ciudad el Centro Regional de Investigaciones Básicas y Aplicadas de Bahía Blanca (CRIBABB), un moderno complejo de gabinetes, bibliotecas y laboratorios destinado a la investigación más avanzada. Desde su fundación, la dirección del Centro recayó en ingeniero químico Martín Urbicain, un investigador del Conicet que además fue alumno fundador de la UNS.
Recientemente, el CRIBABB cambió su denominación por Centro Científico Tecnológico-Conicet-Bahía Blanca. Su dirección la ejerce actualmente el doctor Francisco J. Barrantes quien también preside el Consejo Directivo integrado por los titulares de los siete Institutos que lo componen.
Según cuenta Barrantes, el CCT Bahía Blanca es la representación federal del Conicet en la región, y está integrado por siete Institutos o "unidades ejecutoras" que reúnen cerca de 600 investigadores, personal técnico de apoyo y becarios.
"La tarea más importante del CCT es interrelacionar a dichos institutos y grupos de investigación, prestar servicios de apoyo, y articular relaciones de cooperación y difusión con la comunidad", señala el investigador.
"Ees nuestra intención promover en breve la constitución de parques tecnológicos e incubadoras de empresas que posibiliten la transferencia de tecnologías y desarrollos al sector productivo", agrega.
La relación entre el CCT y la UNS es sumamente fluida, ya que más del 70 por ciento de sus investigadores son docentes en ella, e incluso tres de los Institutos funcionan en el complejo universitario de Alem 1253.
Barrantes cuenta que quienes optan por la investigación como carrera profesional, suelen hacerlo aún antes de graduarse.
"El ingreso a los organismos científicos rara vez constituye el primer paso. Quien tiene vocación comienza mucho antes, acercándose a un docente universitario o a un grupo de investigación para iniciarse como pasante, como becario-alumno o becario de iniciación, y finalmente solicitar su ingreso al sistema como investigador formal".
A ello suma las características que debe reunir el interesado: "honestidad intelectual, voluntad y disciplina de trabajo, que a su vez se apoya en la constancia, y por sobre todo la pasión por el quehacer científico. Los descubrimientos son el fruto de años de trabajo, y por eso se requiere entrenar la habilidad de mantener objetivos de largo alcance".
El camino formal en el Conicet comienza usualmente con el programa de becas. Actualmente, el organismo otorga alrededor de 2.300 anuales. Luego, se puede optar por ingresar a la Carrera de Investigador, que comprende cinco niveles: Investigador Asistente, Adjunto, Independiente, Principal y Superior. Todos están basados en diferentes aptitudes, logros y repercusiones de sus trabajos.
El rango de Investigador Superior, por ejemplo, está reservado para quienes demuestren una extensa labor original de investigación que los sitúe entre los especialistas más reconocidos en el ámbito internacional, y también por haberse destacado en la formación de discípulos y la dirección de centros de investigación.
Dentro del Conicet también se desempeña el Personal de Apoyo a la Investigación, un cuerpo de profesionales y técnicos sumamente capacitados que colaboran con los anteriores.
"En el caso concreto de Bahía Blanca, contamos con un plantel de personal de apoyo de altísima calidad. Además, en 2007 las tareas administrativo-contables y de servicios a la comunidad pasaron a formar parte de la Unidad de Administración Territorial (UAT), una de las doce que existen en el país", dice Barrantes.
La creación de la UAT forma parte de la nueva política federal del Conicet, orientada a descentralizar la gestión científico-tecnológica del organismo. Su coordinación está a cargo del doctor Ernesto Ugrin.
Ciencia y política
"La política estatal en ciencia y tecnología en la Argentina ha sido errática, pero a pesar de ello, el Conicet ha mantenido estándares relativamente muy altos de calidad, con presupuestos bajos en comparación con otros países de la región, y muy bajos con respecto a los países desarrollados", afirma Barrantes.
"Una de las características salientes en estos 50 años ha sido la rigurosidad de las evaluaciones periódicas, cada uno o dos años según la categoría, a la que somos sometidos los investigadores. Este control de calidad, único entre organismos del Estado, constituye uno de los pilares en los cuales se basa la excelencia de la institución?, agrega.
Los institutos que integran el CCT-Conicet Bahía Blanca
Instituto Argentino de Oceanografía (IADO)
Fue creado por un convenio entre el Conicet, la UNS y la Armada Argentina en 1969. Su antecedente fue el Instituto Oceanográfico que la UNS fundara en 1957. En el año 1978 la Armada retira su participación, pero se mantienen los dos primeros. Sus objetivos se orientan a promover el desarrollo de las investigaciones científicas del mar argentino y sus recursos, contribuir a la formación de investigadores y técnicos, e impulsar el estudio de la oceanografía. Su dirección está a cargo de la doctora Cintia Píccolo.
Centro de Estudios Renovables de la Zona Semiárida (CERZOS)
Es otro de los institutos que funcionan en el CCT. Su director fundador fue el doctor Osvaldo Fernández. Allí se abordan varias cuestiones agrícolas, con énfasis en estudios sobre la región cultivable y no-cultivable semiárida de Argentina. En la década de 1990 se generaron también proyectos biotecnológicos. La mayoría de su personal se desempeña en el Departamento de Agronomía de la UNS, lo que le permite poseer una alta calificación académica, exhibiendo una buena y sostenida producción científica. Dirige el CERZOS el doctor Néstor Curvetto.
Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (INIBIBB)
Fue fundado en junio de 1970 en el ámbito de la UNS, y desde abril de 1973 forma parte del sistema del Conicet. Su objetivo es desarrollar investigación en temas de neuroquímica, biofísica de membranas excitables, biología del desarrollo y neurobiología molecular y celular. Como el resto de los Institutos, contribuye a la formación de jóvenes becarios, técnicos y tesistas. Trabaja sobre nueve principales líneas de investigación que están a cargo de destacados científicos, y lo dirige el doctor Francisco J. Barrantes.
Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI)
Este instituto tiene como fin la investigación y el desarrollo de tecnologías en el campo de la industria química, petroquímica y alimenticia, y su transferencia a la industria. Por su ubicación cercana a los valles de los ríos Negro y Neuquén, a la región generadora de semillas oleaginosas, y por ser Bahía Blanca el punto de localización del Polo Petroquímico, la PLAPIQUI ha fijado como prioridad la investigación sobre la tecnología de procesamiento y conservación de los productos mencionados. Actualmente, su director es el doctor Daniel Damiani.
Instituto de Matemática de Bahía Blanca (INMAB)
También adscripto al Conicet funciona el Instituto de Matemática de Bahía Blanca. Fue creado en la UNS en julio de 1956 pero realmente inició sus actividades un año después, al incorporarse el eminente matemático portugués Antonio Monteiro. La biblioteca del Instituto es una de las mejores de la Argentina, gracias a las publicaciones del Departamento de Matemática de esa casa de altos estudios y al intercambio con otros centros del país. Lo dirige la doctora María Inés Platzeck.
Instituto de Investigaciones en Ingeniería Eléctrica (IIIE)
Desarrolla sus actividades dentro del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras (DIEC) de la UNS. Fue creado en 1997, y se integró al Conicet una década después. Su tarea se orienta a formar recursos humanos en diversas disciplinas relacionadas con las ingenierías electricista y electrónica. Sus investigadores desarrollan sus trabajos en varias áreas: Comunicaciones, Control, Dinámica de Sistemas, Electrónica, Electromecatrónica, Sistemas Digitales, e Ingeniería de Programación. Su dirección está a cargo del doctor Osvaldo Agamennoni.
Instituto Geológico del Sur (INGEOSUR)
Funciona desde 1994. Su incorporación al Conicet se produjo junto con el IIIE, en 2007. Su objetivo es "la promoción y ejecución de tareas de investigación científica y tecnológica, la transferencia de los resultados al medio socio-productivo y la formación de recursos humanos que contribuyan a favorecer el desarrollo del conocimiento" especialmente en las diferentes áreas de la investigación geológica del entorno regional y nacional. Es dirigido por doctor Ernesto Bjerg.
Los actos previstos
El próximo jueves a las 10 se realizará un acto celebratorio en el Campus Conicet del CCT, camino La Carrindanga km. 7. Abrirá con una proyección de un discurso del doctor Eduardo Charreau -presidente del Conicet-, seguido de palabras del doctor Francisco Barrantes, director del CCT-Bahía Blanca y entrega de insignias a los Investigadores Superiores. Luego se exhibirá un video institucional, se realizará un número artístico.
Los actos finalizarán con la imposición del nombre "Ing. Martín Urbicain" al auditorio mayor del Centro, en homenaje a quien dirigiera el CRIBABB desde su fundación en 1978, hasta su fallecimiento, en abril de 2007.