Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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El escándalo de corrupción golpea los mercados de Brasil

Los mercados financieros de Brasil cayeron ayer golpeados por las denuncias de corrupción que afectan al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su partido, mientras crecía la presión para que el mandatario se deshaga de colaboradores clave. Lula, que enfrenta la peor crisis desde que asumió la presidencia en enero de 2003, mientras tanto lanzó un paquete de estímulo a la industria, una medida que busca recuperar la iniciativa perdida luego de que un diputado aliado denunciara a su Partido de los Trabajadores (PT) de pagar por apoyo legislativo.


 BRASILIA (Reuters y AFP) -- Los mercados financieros de Brasil cayeron ayer golpeados por las denuncias de corrupción que afectan al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su partido, mientras crecía la presión para que el mandatario se deshaga de colaboradores clave.


 Lula, que enfrenta la peor crisis desde que asumió la presidencia en enero de 2003, mientras tanto lanzó un paquete de estímulo a la industria, una medida que busca recuperar la iniciativa perdida luego de que un diputado aliado denunciara a su Partido de los Trabajadores (PT) de pagar por apoyo legislativo.


 "Los hechos imponen cambios estructurales en el gobierno y en el PT, ni tan rápidos para que no sean vistos como una señal de miedo, ni tan lentos que parezcan una provocación a la realidad", indicó el analista Carlos Lopes, de la consultora Santa Fe Ideias.


 "Si el gobierno aleja a los principales focos de denuncias puede contar con la perspectiva de achicar la crisis. De lo contrario, será aún más perturbado por la creciente tensión", agregó.


 El diputado denunciante, Roberto Jefferson, quien era un estrecho aliado del gobierno, puso en el centro de la mira al jefe de gabinete de Lula, José Dirceu, al que señaló como autor intelectual de operaciones en su contra para involucrarlo en casos de corrupción en la empresa estatal de correos.


 Esas operaciones llevaron a Jefferson a denunciar que el PT "compraba" el apoyo de dos partidos en el Congreso, el Liberal (PL) y el Progresista (PP), mediante el pago de mensualidades de 12.000 dólares, según dijo el propio legislador en un testimonio ante el Consejo de Etica de la Cámara de Diputados.


 Una alta fuente del gobierno brasileño dijo a la agencia Reuters el martes que Lula ya decidió la salida de Dirceu del gobierno, y que su reemplazo se haría junto al de otros hombres clave, entre ellos, el tesorero del PT, Delubio Soares, y el secretario general, Silvio Pereira.


 Armando Monteiro, presidente de la poderosa Confederación Nacional de la Industria (CNI), la mayor organización empresarial de Brasil, sostuvo que la crisis "impone una reforma ministerial. El gobierno va a tener que recomponerse con cambios en el gabinete".


 La preocupación de los inversores por un eventual agravamiento de la crisis política golpeó la Bolsa de Valores de San Pablo, que caía más de 2 por ciento al promediar la rueda.


 "El gran miedo del mercado es que la crisis política se mantenga", aseguró Alexandre Póvoa, director de Modal Asset Management.


 Entre los factores que contribuyeron a las pérdidas de los mercados, operadores incluyeron la publicación en la revista local "Istoé" de una entrevista a una ex secretaria de un publicista acusado por Jefferson de llevar en valijas el dinero pagado por el PT a legisladores.


 La ex auxiliar del publicista afirmó que su antiguo jefe tenía nexos fluidos con caciques políticos del PT y que vio salir de su agencia grandes sumas de dinero en efectivo.

Crecimiento. Mientras, en el Palacio del Planalto, la futurista sede del gobierno brasileño, Lula lanzó medidas de estímulo a la industria, entre ellas la exención del pago de tributos a la compra de maquinaria y equipos en el bienio 2005-2006.




 Al anunciar la medida Lula prometió que el país no dejará de crecer pese a las dificultades que afronta su gobierno.


 "El ciclo de crecimiento va a continuar, con las dificultades que Brasil tiene", aseguró, al tiempo que reafirmó el rumbo de su estricta política económica.


 "Este país va a gastar aquello que puede gastar, no lo que los intereses electorales quieran gastar", concluyó.

Caída del real. El real se depreció ayer a 2,445 unidades por dólar desde un cierre anterior a 2,434, también por el recelo de los operadores ante el escenario político.