Ahora va por otros 45 años
Tras grandes disputas políticas, Raimundo Piqué, el 11 de abril de 1960, pudo cumplir su sueño y abrir la farmacia que fundó con su apellido y que hoy está punto de cumplir 45 años de intachable trayectoria en el rubro.
La actividad profesional de Piqué había comenzado mucho tiempo antes, en el rubro droguería, pero su mayor anhelo era tener una expendedora propia.
"Raimundo era un verdadero visionario del tema; era un adelantado. Y nosotros, humildemente, tratamos de seguir el camino que nos marcó a fuego", señaló Juan Carlos Vázquez, el actual copropietario de Farmacia Piqué.
El céntrico local, ubicado en San Martín 117, cuenta con un listado de casi 20.000 productos, aunque no todos se encuentren disponibles para ser comercializados.
"Podríamos decir que hace unos años tocamos fondo y, actualmente, vamos en busca de la boca del pozo. Y a partir de allí comenzaríamos a crecer", graficó Vázquez.
Pese a los avances tecnológicos y a los adelantos de las políticas comerciales, Vázquez esgrimió que prefiere los viejos tiempos, cuando se podía dialogar con el cliente.
"Si hoy me preguntaran que farmacia quiero, no dudaría en decir que la de 1960, donde la relación era más directa y todo se resolvía mano a mano con el cliente", sostuvo.
En su lugar, la realidad muestra que a veces se debe confrontar con un cliente urgido por los compromisos, sin tiempo para escuchar una sugerencia o cambiar impresiones con el profesional.
"Nosotros tratamos de preservar el trato cordial y el diálogo, pero la vorágine de la vida cotidiana muchas veces conspira contra eso", explicó.
La farmacia también sirve de catarsis a emociones reprimidas de los propios pacientes, y no son pocas las veces en que sus responsables son instados a opinar sobre el grado de acierto médico, al recetar un medicamento.
"Nosotros siempre tratamos de preservar el trato personal, pero notamos que la gente, cada vez en mayor medida, necesita tener a alguien que la escuche", comentó Vázquez.
El genérico
"La receta de los genéricos expandió el mercado en el sentido que mucha gente de escasa posición económica tuvo acceso a los medicamentos que antes, por los costos, no podía adquirir", opinó Vázquez.
--¿Es bueno el genérico?
--Por poner un ejemplo: Hay una misma droga de 16 pesos, de 10 y de 2, pero todos sabemos que la de 2, por más que al bolsillo de la gente le venga bárbaro, no es del todo efectiva. Entonces, si el cliente no puede comprar el más caro, le recomendamos uno intermedio, que generalmente cumple el mismo efecto que el más oneroso.
"Es como todo, lo barato sale caro", graficó.
--¿Qué parámetros toman para recomendar un medicamento que viene recetado de esa forma?
--Charlamos con el cliente. En este sentido hay dos franjas: en una está el medicamento tradicional, que tiene su valor, y que la gente ya conoce. En función de la crisis, el cliente debió achicar sus gastos. Allí se pone en funcionamiento la segunda franja, con medicamentos parecidos pero de menor valor.
"En ese mismo momento comienza la responsabilidad del farmacéutico, en el sentido que tiene que saber lo que recomienda. Por eso, en esta farmacia decidimos no vender medicamentos que no tienen un respaldo detrás", aseguró el copropietario de Farmacia Piqué.
--¿Las obras sociales cumplen?
--Mejoraron muchísimo. El filtro se achicó después de la crisis de 2001 y sobrevivieron las mejores. Hoy achicamos el período de cobro a 40-45 días y el mercado es más transparente.
"Con esta medida, beneficiamos a las obras sociales cumplidoras, que pagaban los platos rotos por las ineficientes. Y los afiliados ganaron en servicios", expresó.
--¿Se mejoró el control de la venta de medicamentos fuera de la farmacia?
--Se sigue haciendo, pero no es tan evidente como antes, cuando cualquier kiosco vendía antibióticos.
"Lo peligroso de eso era que nadie sabía de dónde procedía ese medicamento, que usualmente era `trucho' o robado", consideró.
--¿Se imagina a Farmacia Piqué dentro de 45 años?
--La verdad que no me animo. Hemos soportado tantas crisis que no se pueden proyectar cosas a más de un año. Sería muy lindo que esta empresa pudiera subsistir tanto tiempo. Hacemos todo el esfuerzo para que así sea, pero en este país nunca se sabe.
"Hoy puedo decir que estamos atravesando una primavera, que ojalá, por el bien del sector, se prolongue".