Violento motín, en Coronda. Habría muertos
SANTA FE (DyN) -- Heridos y posiblemente muertos era el saldo anoche de un motín que protagonizaron unos 500 presos de la cárcel de la ciudad santafesina de Coronda, que tomaron cuatro pabellones y mantenía en las primeras horas de hoy como rehenes a dos jóvenes guardiacárceles.
En los primeros minutos de la rebelión, que se habría iniciado tras una reyerta entre presos, dos internos resultaron heridos, uno de un "puntazo" y el otro con graves quemaduras, por lo cual fueron trasladados al hospital provincial "José María Cullen" de esta ciudad.
El preso que recibió quemaduras en su rostro y su cuerpo se hallaba en estado "gravísimo", informaron a DyN voceros del Servicio Penitenciario santafesino.
En tanto, los dos guardiacárceles rehenes se encontraban en "buen estado" y no habían sido agredidos por los captores, señaló a las mismas fuentes.
Efectivos de distintas fuerzas de seguridad provinciales mantenían hoy a la madrugada rodeados los pabellones donde se registraban los incidentes, en tanto autoridades de la gobernación de Santa Fe intentaban que los reclusos den fin al motín y liberen a los rehenes, que eran amenazados en todo momento con armas blancas.
Fuentes de la sede del Servicio Penitenciario provincial indicaron a DyN que la protesta fue iniciada a las 19 por un grupo de presos comunes, quienes se encuentran alojados en los pabellones 7 y 9 de la cárcel de esta ciudad, en la calle Belgrano 2421, a unos 50 kilómetros de esta capital.
Aparentemente, los presos iniciaron una pelea entre grupos antagónicos por el asesinato, este fin de semana, de un interno que habría liderado uno de los bandos.
En tanto, fuentes policiales indicaron a esta agencia que en cambio "no hubo intento de fuga" por parte de los presos del Instituto Correccional Modelo de Coronda, que alberga actualmente a 1.399 internos en 12 pabellones.
Los reclusos mantenían como rehenes a dos agentes penitenciarios oriundos de Coronda, "uno clase 1979, de 26 años, y el otro 1980, de 25", indicó a DyN una fuente de la cárcel local que no dio sus nombres.
Los presos, que habrían pedido el ingreso de cámaras de televisión en los pabellones donde se inició el motín, exigieron también frazadas, gasas y medicamentos a las autoridades del penal, por lo que se suponía que había más heridos.
El motín había derivado también en reclamo de mejoras en las condiciones de detención y la agilización de las causas judiciales atrasadas.
Cuando los internos ya había tomado los pabellones 7 y 9, la revuelta se extendió minutos más tarde a los pabellones 3 y 11, que junto con los otros dos comprenden todo el ala norte de la unidad carcelaria santafesina.
Las fuentes indicaron que al cierre de esta edición se mantenía la tensión en los cuatro pabellones tomados por los presos y que el juez de Ejecución Penal de Sentencias, Julio César Arri, se encontraba negociando con los reclusos rebeldes.
El director del Servicio Penitenciario provincial, Fernando Rosúa, y funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos provincial también se encontraban en la ciudad santafesina para persuadir a los rebeldes de que depusieran su actitud.