Bahía Blanca | Viernes, 22 de agosto

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Desesperación en Chile por una falsa alarma de tsunami

Miles de personas abandonaron sus casas y corrieron hacia los cerros que circundan la ciudad chilena de Concepción, cuando en la madrugada de ayer se corrió la voz de alarma de olas gigantes. El rumor, que habría nacido de entre los pescadores del sector de San Pedro de la Paz que vieron al mar muy recogido durante unos minutos, comenzó a expandirse pasada la medianoche del domingo y hasta la mañana de la víspera aún permanecían pobladores apostados en los cerros.


 SANTIAGO (AFP-NA) -- Miles de personas abandonaron sus casas y corrieron hacia los cerros que circundan la ciudad chilena de Concepción, cuando en la madrugada de ayer se corrió la voz de alarma de olas gigantes.


 El rumor, que habría nacido de entre los pescadores del sector de San Pedro de la Paz que vieron al mar muy recogido durante unos minutos, comenzó a expandirse pasada la medianoche del domingo y hasta la mañana de la víspera aún permanecían pobladores apostados en los cerros.


 De acuerdo con los reportes policiales, más de 17.000 personas huyeron de sus casas para ubicarse en los sectores altos de Concepción y sus alrededores, a unos 500 kilómetros al sur de Santiago.


 La masiva huida a los cerros provocó varios accidentes de tránsito y crisis de pánico en algunas personas, que fueron atendidos por personal de emergencia del sector, sin que se registraran heridos de consideración.


 La policía debió extremar sus recursos para controlar la situación, que en ocasiones se transformó en caótica.


 Cientos de camiones, camionetas y carretas se desplazaron a máxima velocidad y en ocasiones sin seguir el sentido del tránsito hasta llegar a cerros y lomas, donde los pobladores instalaron carpas y albergues improvisados.


 La Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) confirmó de madrugada que la alarma era falsa, ya que no se registraron movimientos anómalos en el mar ni bajas drásticas en la marea.


 "Esto es absolutamente falso, no hubo señal, ni indicación de maremoto", indicó el jefe de la ONEMI de Concepción, Jaime Romero.


 El funcionario atribuyó el caos generado a la extrema sensibilidad de la población tras el tsunami que afectó varios países del Asia el pasado 26 de diciembre y que provocó más de 170.000 víctimas.


 Según los estándares internacionales, para que se produzca un maremoto en las costas chilenas es necesario que primero se registre un terremoto de al menos 7,5 grados de intensidad que tenga epicentro en el territorio del país o en alguna zona cercana.

Broma macabra. El gobierno chileno calificó de "broma macabra" a la falsa alarma de tsunami, el tipo de maremoto que afectó al sudeste asiático, que ayer causó la muerte de una persona y llenó de pánico a otras 17 mil.




 El alerta de tsunami circuló a través de Internet y llamadas telefónicas en Bío Bío, al sur de Santiago, y provocó la muerte de una mujer y por lo menos 20 heridos.


 El vicepresidente chileno, José Miguel Insulza, anunció una investigación para determinar el origen del rumor.


 "Desde luego no fue ninguna autoridad la que dio la orden de alarma. Es una cosa muy brutal que haciendo uso del temor natural de la gente después de lo ocurrido en Asia a mí me gasten esta broma macabra. Espero que haya sido un error, un malentendido", precisó Insulza.


 Algunos testigos manifestaron que hasta el mediodía de ayer todavía había gente en los cerros atemorizada por versiones sobre la desaparición de Talcahuano y Concepción, tercera ciudad en importancia del país, bajo inundaciones.


 Un periodista relató a una emisora local que los pobladores no querían escuchar razones, por altavoces la fuerza policial advertía que era un rumor sin fundamento, pero igual huían con lo puesto cargando sus bebés.