La memoria de Favaloro vive en Jacinto Aráuz

Redacción de La Nueva.

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 El orgullo se palpa casi al mismo tiempo que se ingresa a Jacinto Aráuz. El trabajo efectuado en el lugar por el fallecido doctor René Favaloro en sus inicios como profesional, genera satisfacción entre los habitantes de la localidad del sur pampeano.

 Todos "sacan pecho" cuando recuerdan que una eminencia de semejante envergadura compartió durante 12 años las vivencias de esta tranquila población, que hoy cuenta con unos 2.700 habitantes.

 Por eso, tras su trágica desaparición, los araucenses comenzaron a devolver parte de todo lo que, en su momento, les dio el médico.

 Entre los homenajes más importantes se destaca el Museo Histórico del Médico Rural Doctor René Favaloro, dedicado al reconocimiento de los médicos que pasaron por la localidad.

 La iniciativa surgió de Mirta de Rodríguez, quien llevó a cabo los distintos trámites para su habilitación el 27 de septiembre del año pasado, además de la restauración de la ex estación del ferrocarril, lugar donde se erige.

 "El museo cuenta con cuatro salas. En la primera se ofrecen rasgos generales de la situación antigua del pueblo, con detalles de lo que fue el ferrocarril y efectos que pertenecieron a esa época", destacó la guía María Alejandra Gonnet, quien atiende el lugar.

 "El segundo espacio hace referencia a médicos que estuvieron en Jacinto Aráuz. Se trata de un relevamiento de lo es toda la actividad, e incluye órdenes médicas, títulos obtenidos y un paso cronológico por la vida de Favaloro. También hay fotos desde que se lo conoció en el pueblo hasta que fue reconocido como una eminencia", contó.

 "En la tercera sala se encuentran distintos elementos quirúrgicos y los libros, las actas y otros objetos relacionados con la profesión, mientras que la última es exclusivamente dedicada a Favaloro, con detalles de su trabajo, su guardapolvo y cartas que mandó en distintas épocas", entre otros elementos.

 Los colores elegidos para la pintura de las dependencias, amarillo (de los aromos) y lila (del jacarandá), se seleccionaron teniendo en cuenta algunos de los aromas que siempre recordaba el doctor René.

 "Recibimos la visita de mucha gente. La directora del museo, Mirta de Rodríguez, lleva una planilla de control y comprobamos que vinieron personas de muchos lugares", señaló Gonnet.

 "Además, tiene un gran interés cultural por el tema turístico. Este lugar está incluido dentro de un paquete de viaje que incluye el pueblo, las salinas y otras atracciones", añadió.

 A medida que transcurre el tiempo, nuevos elementos se van sumando al museo, que cuenta con el padrinazgo del Club Gimnasia y Esgrima La Plata, del cual Favaloro era hincha y socio.

 "Se van incorporando nuevos objetos y alternativas. Es más, la propuesta que existe es dejar la última sala para exhibir los elementos más representativos del doctor Favaloro y completar el resto de las salas en forma integral, con elementos del pueblo y el ferrocarril", destacó Gonnet.

 "Incluso, para diciembre está pensado realizar un concurso de los mejores pesebres y otras actividades culturales. No obstante, se cuenta con pocos fondos y todo lo que se necesita lleva dinero", comentó.

 El sitio nació con la idea de mantener vivo el mensaje y ejemplo de vida del doctor René Favaloro, a forma de homenaje por todo lo que realizó por el pueblo.

 "Favaloro siempre lo nombró (a Aráuz) en muchas partes del mundo. La calidad humana del doctor era imborrable e intachable. Es un golpe muy fuerte saber que alguien que vivía cotidianamente con la gente del pueblo, que inventó el by pass y que fue una eminencia, terminó como terminó", consideró.

Los horarios

 Aquellas personas interesadas en conocer el Museo Histórico del Médico Rural René G. Favaloro pueden visitarlo de martes a viernes, de 9 a 12, o los sábados, domingos y feriados de 19 a 21.

A través del tiempo
* René Gerónimo Favaloro nació en La Plata el 14 de julio de 1923.
* Se graduó de cirujano a fines de 1948 y el 26 de mayo de 1950, por pedido de sus tíos Manuel Rodríguez Diez y Ofelia Rafaelli, se radicó en Jacinto Aráuz.
* Tres años después, se le unió su hermano Juan José, recientemente recibido como cirujano.
* No sólo a los araucenses atendió el "doctor René", como se lo conocía, sino que también asistió a gente de Guatraché, General Acha, Darregueira, Bordenave, San Germán, Puan, Bernasconi, Río Colorado, Santa Rosa y Bahía Blanca.
* Su despedida de la localidad se produjo a mediados de 1961. Más de mil personas se congregaron en la Asociación Española (hoy Juventud Agraria) para saludarlo.
* En su libro Recuerdos de un médico rural, Favaloro aseguró que en Jacinto Aráuz su alma había sido enriquecida, que había vivido intensamente y, por sobre todas las cosas, que conoció la otra Argentina, la verdadera, tan lejos de la General Paz.
* El 11 de noviembre de 1962 partió a Cleveland, Estados Unidos, para cumplir un curso de especialización en cardiocirugía. Allí realizó el primer by-pass exitoso de la historia de la medicina.
* Regresó a la Argentina en 1971. Comenzó a efectuar los primeros transplantes de corazón en el país y pronto se convirtió en una eminencia. Logró, además, que la tasa de mortalidad durante la realización de los by-pass se redujera del 10 al 5 por ciento.
* En total, hasta su muerte, Favaloro realizó más de 13 mil operaciones de by-pass.
* Luego, pasó a dirigir el Instituto de Cardiología del Sanatorio Güemes, que se convirtió en el lugar de referencia a nivel latinoamericano en el ámbito de la cardiocirugía.
* En 1992, Favaloro logró cumplir un sueño: el establecimiento de su propia clínica, que llamó Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, pero que se conoce con el nombre de la fundación que la sustenta: Fundación Favaloro.
* El primer procedimiento quirúrgico de la Fundación se realizó el 20 de junio de 1992. Desde entonces, se han efectuado más de 20.000.
* En poco tiempo, la Fundación se convirtió en el centro especializado más importante de Latinoamérica. En la actualidad, allí se realizan hasta 8 operaciones diarias, muchas de ellas gratuitas para pacientes de bajos recursos.
* Favaloro volcó muchos de sus conocimientos en más de 350 escritos científicos. También escribió varios libros de interés general.
* En 1992, nada menos que el New York Times resumió un reconocimiento generalizado: "Favaloro es un héroe de la humanidad".
* Entre las decenas de premios nacionales e internacionales, se destaca el gran reconocimiento que le hizo, en 1996, la Universidad de Tel Aviv (Israel), que lo propuso para el premio Nobel de Medicina.
* En los últimos años de su vida se dedicó especialmente a la enseñanza en carreras de grado y posgrado. Su fundación llegó a tener un nivel académico comparable con los mejores centros de enseñanza del mundo.
* El doctor René Favaloro se quitó la vida el 29 de julio de 2000. La noticia de su suicidio conmocionó a la opinión pública argentina e internacional, y fueron incontables las expresiones de pesar por su desaparición.
* Dejó inconcluso el desarrollo de una nueva técnica que hubiera mejorado notablemente el by-pass: la transformación de venas en arterias, mediante ingeniería genética.
* Luego de su trágica desaparición, se le realizaron varios homenajes en Jacinto Aráuz. Además de una calle que lleva su nombre, se erigió un monumento con su figura y se inauguró el museo que alberga varios efectos personales.

En la memoria

 Los restos de Favaloro también descansan en Jacinto Aráuz. Tal cual era su voluntad, en una ceremonia que se efectuó en secreto, el 26 de mayo de 2001 sus cenizas fueron esparcidas en el monte Pena, ubicado en un establecimiento situado a unos 18 kilómetros al sur de la localidad.

Pensamientos del "doctor René"
* "Durante los años que viví en Jacinto Aráuz, en el camino de regreso a mi casa, con frecuencia me dejaba cautivar por los hermosos atardeceres --los atardeceres de La Pampa son realmente fascinantes, quizás por el clima seco y los fuertes vientos que golpean sobre las nubes--. En esas ocasiones, detenía el auto en medio de la ruta y, mientras el cielo se encendía con colores tornasolados que cambiaban a cada momento, mis sueños y utopías se entremezclaban con las nubes. En esos momentos imborrables la injusticia social ocupaba un lugar en mi mente y desde entonces nunca dejó de ocupar ese lugar" (De la Conferencia Internacional Paul D. White, noviembre de 1998).
* "Toda realidad futura se eleva sobre cimientos de ideales y utopías. Sin duda, soñar es tarea fecunda. Dejaría de existir si no tuviera por delante desafíos que involucren por sobre todas las cosas, contribuir dentro y fuera de mi profesión al desarrollo ético del hombre" (Conferencia "Ciencia, Educación y Desarrollo", Universidad de Tel Aviv, mayo de 1995).
* "Todos somos educadores. Cada acto de nuestra vida cotidiana tiene implicancias, a veces significativas. Procuremos entonces enseñar con el ejemplo" (idem anterior).
* "Proceder con honestidad en aras de la dignidad del hombre es el compromiso más trascendente en nuestro corto paso por este mundo" (Conferencia "Responsabilidad social del universitario de nuestro tiempo", Universidad Católica de Córdoba, septiembre de 1981).
* "Debemos trabajar, trabajar y trabajar con pasión. Siempre habrá tiempo para el ocio fecundo, en beneficio de todos. Hemos de esforzarnos para mejorarnos individualmente, pero entendiendo que formamos parte de una sociedad que demanda nuestra participación. Hay que aprender a no marearse con las alturas de la montaña. En la montaña de la vida nunca se alcanza la cumbre" (Mensaje a los estudiantes reunidos en Glacier Park Lodge, Montana, Estados Unidos, 1993).
* "Los progresos de la medicina y de la bioingeniería podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser un privilegio para las minorías" (Buenos Aires, Congreso de Bioingeniería, 1999).
* "Si no estamos dispuestos a comprometernos --principalmente los universitarios-- a luchar pos los cambios estructurales que nuestro país y toda Latinoamérica demanda, principalmente en educación y salud, seguiremos siendo testigos de esta sociedad injusta donde parece que el tener y el poder son las aspiraciones máximas" (De Recuerdos de un médico rural).
* "En estos días en que tanto hablamos de la universidad, yo creo que hemos perdido el derrotero en cuanto a prioridades en la enseñanza. Nos debería preocupar más la primaria y la secundaria --pues es en la niñez y en la pubertad cuando se forma el ciudadano del futuro-- que la universitaria, que si se la analizara en profundidad tendría que rendir cuentas al país por su ineficacia" (idem anterior).

Interesante

 En el sitio www.fac.org.ar/faces/gral/fava2.pdf se pueden leer cientos de emocionantes mensajes enviados desde el exterior del país con motivo de la muerte de Favaloro. También puede hallarse más información y pensamientos del doctor en el sitio de la Fundación Favaloro: http://www.fundacionfavaloro.org.

El mejor homenaje es honrarlo

 Podemos decir que durante los más de 10 años que el doctor René Favaloro estuvo en Jacinto Aráuz cambió la medicina de la localidad y de una importante zona de influencia.

 También que montó, junto con su hermano Juan José, una clínica con quirófano, trajo el primer aparato de rayos X, atendió emergencias aún en condiciones muy precarias, participó activamente en instituciones locales, se comprometió con los problemas de la comunidad...

 La importancia de su labor puede medirse en el cariño y la admiración que la comunidad siempre le profesó. Con su humildad, sencillez y hombría de bien se ganó el respeto de la gente, que lo consideró como a un igual.

 El cariño fue recíproco. Fueron innumerables las ocasiones en que públicamente hizo mención a la importancia que le asignaba a la experiencia adquirida en este pequeño pueblo del sudoeste pampeano. A tal punto, que tomó la decisión de que sus cenizas se esparcieran en los montes cercanos, donde otrora pasara tantas tardes buscando descanso.

 En vida no quería homenajes, aunque seguramente sabría que el día en que ya no estuviera entre nosotros sería inevitable que se los hicieran, sobre todo en Jacinto Aráuz, donde Favaloro sigue vivo entre su gente. Para que lo sigan sintiendo de esta manera las generaciones venideras se levantó un monumento en su memoria y se inauguró el museo, que recuerda el paso de todos los médicos que asistieron a la comunidad.

 De todas formas, el mejor homenaje --y el más difícil-- que deberíamos hacerle es honrarlo, tratando de imitar y de educar a nuestros jóvenes con su ejemplo de hombre íntegro, honesto, comprometido, con valores que rigieron su vida y su muerte.

María del Carmen Subotich/Corresponsal en Jacinto Aráuz