Bahía Blanca | Martes, 12 de agosto

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Con Christopher Reeve se fue mucho más que un superhéroe

Pese a que parecía bastante más grande, Christopher Reeve tenía 52 años. Ayer, quien tuvo su etapa de gloria en la década de los '70 y '80 al encarnar cuatro veces en el cine al héroe de historietas Superman y que desde 1995 se hallaba paralítico en una silla de ruedas tras caerse de un caballo, falleció en la madrugada de un ataque cardíaco en un hospital del estado de Nueva York.
Con Christopher Reeve se fue mucho más que un superhéroe. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca


 NUEVA YORK (Télam, Reuters y EFE) -- Pese a que parecía bastante más grande, Christopher Reeve tenía 52 años. Ayer, quien tuvo su etapa de gloria en la década de los '70 y '80 al encarnar cuatro veces en el cine al héroe de historietas Superman y que desde 1995 se hallaba paralítico en una silla de ruedas tras caerse de un caballo, falleció en la madrugada de un ataque cardíaco en un hospital del estado de Nueva York.


 Reeve murió en el hospital de Northern Westchester, en Mount Kisto a causa de un ataque cardíaco al agudizarse una afección típica de personas que no pueden moverse, informó su agente de prensa.


 La crisis final en la salud de Reeve comenzó el sábado pasado, ya que el actor tenía una llaga abierta --problema común en quienes están paralizados--, que se infectó gravemente, y aunque se lo internó rápidamente, sobrevinieron una serie de complicaciones que derivaron en el paro cardíaco.


 El agente de prensa de Reeve, Wesley Combs, definió al actor como "una persona valiente que sirvió de inspiración y esperanza" a millones de personas, sobre todo por lo que hizo luego del accidente que lo obligó a estar en silla de ruedas en los últimos años.


 Christopher Reeve había nacido el 25 de setiembre de 1952 en la ciudad de Nueva York, hijo de una periodista y de un escritor y profesor, quienes se divorciaron cuando el chico tenía cuatro años.


 Su madre se mudó entonces a una ciudad de Nueva Jersey con sus dos hijos. Tras recibirse en la secundaria, Christopher estudió en la universidad de Cornell, donde en el último año de cursos fue uno de los dos alumnos (el otro, nada menos que Robin Williams) elegidos para cursar en la célebre escuela neoyorquina Juilliard de Artes Interpretativas, aunque para entonces Reeve ya trabajaba en el ciclo de TV Love of Life.

Una vida, muchas vidas




 Reeve ya era padre de dos hijos --Gae Exton, nacida en 1979, y Alexandra, en 1972-- de una pareja anterior cuando en 1992 se casó con Dana, con quien pronto tuvo un varón, Will.


 Reeve se lesionó la columna en mayo de 1995, cuando cayó de su caballo durante una prueba ecuestre en Culpeper: curiosamente, uno de los últimos personajes que asumió antes de su accidente fue el de un individuo paralítico en el film Above suspicion, como tantos otros, nunca estrenado en la Argentina.


 Luego de largos meses de terapia, el actor logró volver a respirar por sus propios medios, sin ayuda artificial.


 En agosto de 2000 la salud volvió a jugarle una mala pasada cuando se rompió una pierna al caerse de la silla de ruedas durante un ejercicio, pero ese mismo año consiguió volver a mover sus dedos índices, y un tratamiento especial le permitió fortalecer sus piernas y sus brazos. Inclusive pudo recuperar la sensibilidad en otras partes de su cuerpo.


 Reeve y su esposa abrieron el 3 de mayo de 2002, en Short Hills (Nueva Jersey), el primer centro estadounidense dedicado a enseñar a vivir una vida más independiente a la gente paralítica.


 Conocido como el Christopher and Dana Reeve Paralysis Resource Center, la institución opera un sitio en Internet, publica regularmente la guía Paralysis Resource y ha acopiado la mayor colección existente en los Estados Unidos de publicaciones referidas a la parálisis.


 La fundación familiar de los Reeve ha distribuido becas para investigadores en el tema parálisis por unos 22 millones de dólares.


 Dana difundió hoy un mensaje de agradecimiento al equipo personal de enfermeros y asistentes, así como a los millones de admiradores que manifestaron su afecto y apoyo al fallecido actor, a quien la muerte sorprendió trabajando en el segundo libro de su autoría tras el éxito de su volumen autobiográfico Still Me, que se traduce como "Todavía yo".

Silencio de Bush y adhesión de Kerry




 No hace mucho, Christopher Reeve había criticado al presidente Bush y a grupos conservadores de su país por frenar las investigaciones científicas sobre las células madres embrionarias.


 El protagonista de Superman creía que esos estudios le darían una posibilidad más de volver a caminar, ya que los expertos consideran que los avances en ese tema abren alternativas para vencer enfermedades incurables y realizar trasplantes que regeneren órganos enfermos.


 Para marcar diferencias, el candidato demócrata John Kerry recordó ayer que el recién fallecido defendió el uso de todos los recursos disponibles para la ciencia en la curación de enfermedades graves.


 "El dio esperanza a millones de estadounidenses que esperan las curas salvadoras que la ciencia y la investigación pueden ofrecer", señaló en un comunicado


 Una de las principales diferencias entre Kerry y Bush es precisamente el apoyo a la investigación con células madre procedentes de embriones para tratar enfermedades hasta ahora incurables, como el Alzheimer, el Parkinson o la diabetes.

Perfil

La proeza de mover un dedo






 Reeve fue un héroe dentro de la pantalla pero también fuera de ella con su ejemplo de superación y su cruzada en favor de la investigación con células madre.


 Durante los nueve años que permaneció tetrapléjico se convirtió en un ejemplo para todos los que sufren lesiones en la médula espinal.


 Su afán de superación y de recuperación, con un admirable espíritu optimista, quedó reflejado en un documental realizado por su hijo Matthew, titulado Volveré a andar, en el que se retrataba la lucha diaria por recuperarse tras el accidente que lo dejó inmóvil del cuello para abajo.


 Además, y pese a que los doctores no le dieron la menor esperanza de recuperación, a finales de 2001 logró mover ligeramente un dedo, lo que alentó sus esperanzas en que algún día volvería a andar.


 "Me voy a levantar de esta silla, tirarla y echar a andar", dijo en una entrevista en la CNN, como prueba de su fe y optimismo.


 También relató cómo con ayuda de su familia, y en especial de su esposa Dana Morosini, pudo vencer los deseos de morir que le invadieron tras el accidente de caballo.


 A su primer libro, cuya transcripción a disco le valió el Grammy al Mejor Album hablado de 1999, se sumó otra obra publicada en 2002 y titulada Nada es imposible: Reflexiones de mi nueva vida.


 Pese a su parálisis casi total, Reeve regresó al mundo artístico en 1997 dirigiendo una película para la televisión, In the gloaming, que ganó cuatro premios Emmy, y luego protagonizó una nueva versión de la película de Hitchcock La ventana indiscreta.

Clark Kent. Aún así, su imagen estará para siempre asociada a la del periodista Clark Kent en Superman, papel para el que fue seleccionado en 1977 y que fue un auténtico éxito de taquilla, lo que le valió para protagonizar las tres entregas posteriores.




 Entre otros filmes interpretados por Reeve están Somewhere in time (En algún lugar del tiempo), La trampa de la muerte, Las bostonianas, Interferencias y Village of the damned, una de terror dirigida por John Carpenter.