El huracán Irma bajó su intensidad en su paso por Cuba pero aumentará camino a Florida
Con ráfagas que superaron los 260 kilómetros por hora, el huracán Irma afectó el norte de Cuba, y aunque bajó a categoría 4 se espera que vuelva a subir su intensidad a medida que se aleje de la isla y se aproxime a Florida, en Estados Unidos, informó hoy el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
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Hasta ahora, en su paso por las islas del Caribe, Irma dejó al menos 18 muertos aunque no se reportaron víctimas fatales en Cuba.
El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba informó que el huracán azota las provincias centrales con la intensidad de categoría cuatro de la escala Saffir Simpson y avanza al oeste-noroeste a 19 kilómetros por hora.
Desde el NHC no descartan que a medida que se aleje de Cuba y se aproxime a Florida -ya está a unos 360 kilómetros de Florida-- suba la intensidad y "continúe como un poderoso huracán".
Desde la mañana de hoy se podían ver los destrozos que ya habían causado las lluvias y los vientos cerca de las localidades de Remedios y Caibarién, en la provincia central de Villa Clara, ya que Irma había entrado en la noche del viernes por la costa norte, en Camagüey, con la ferocidad de un huracán categoría 5, la máxima de todas, consignó la agencia Efe.
Pero a pesar de la intensidad no se registraron víctimas hasta el momento ya que desde hace dos días las autoridades cubanas evacuaron la zona conocida como la "cayería", en el norte de la isla, donde se encuentran los polos turísticos de Cayo Santa María, Cayo Coco y Cayo Guillermo.
En cambio en La Habana, donde las consecuencias de Irma serán más leves, se esperan que en la tarde se produzcan inundaciones en las costas, en la zona del famoso Malecón, que podrían avanzar entre 200 y 500 metros tierra adentro.
El último reporte del NHC señala que sobre la medianoche de hoy el huracán comience a girar hacia el noroeste para llegar a los Cayos de Florida sobre la mañana del domingo.
Irma, el huracán más poderoso registrado en el Atlántico, ha dejado al menos 18 muertos en su paso por las Antillas Menores y Puerto Rico y ha destruido la isla de Barbuda y la parte francesa de Saint Maarten.
Ante su inminente llegada, cientos de miles de residentes cargaron sus vehículos con todo tipo de enseres y provisiones.
Las autopistas quedaron colapsadas de gente que abandonaba las zonas de riesgo, mientras convoyes militares se dirigían al sur con gasolina para permitir el traslado de más personas.
Más de un millón de personas ya estaban sujetas a una orden de evacuación obligatoria en Florida y en la vecina Georgia, aunque el gobernador del primero, Rick Scott, había advertido que los 20,6 millones de habitantes del estado debían "estar preparados para evacuar pronto".
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"Es una tormenta catastrófica como este estado nunca ha visto antes", enfatizó. Las autoridades de Florida habilitaron albergues.
La furia de José y de Katia
Irma dejó al menos 19 muertos en el Caribe: dos en Puerto Rico, cuatro en las Islas Vírgenes, uno en Barbuda, 10 en las islas francesas San Martín y San Bartolomé, y dos del lado holandés de San Martín, además de decenas de heridos, y un desaparecido en Haití, donde más de 5.000 personas estaban en albergues.
El papa Francisco, de visita en Colombia, dijo que oraba por las víctimas del huracán.
Bahamas, vecina de Cuba, escapó casi ilesa de los horrores de este feroz huracán, sin víctimas ni daños importantes en las infraestructuras.
En Puerto Rico, más de la mitad de los tres millones de habitantes estaba sin electricidad; Barbuda se encontraba "totalmente devastada"; en San Martín no había agua potable ni gasolina y las rutas estaban intransitables.
Según la reaseguradora pública francesa especializada en desastres naturales (CCR), los daños provocados por Irma en la isla de San Bartolomé y la parte francesa de San Martín fueron evaluados en 1.200 millones de euros (1.450 millones de dólares).
Los esfuerzos de socorro y lucha contra los saqueos se complicaban además por la llegada de un nuevo huracán, José, de categoría 4 y esperado en la zona el sábado.
Un tercer huracán afecta el oeste del Golfo de México. Katia tocó tierra la noche del viernes en el estado mexicano de Veracruz, pero fue degradado a tormenta tropical, dando un respiro a la población y las autoridades tras el sismo de 8,2 en el sur del país que dejó más de 60 muertos. (AFP-NA)