"Contra Inglaterra en México 86 fue el partido que lo tuvo todo"

Redacción de La Nueva.

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   El periodista Andrés Burgo afirma que el enfrentamiento entre Argentina e Inglaterra en el Mundial de México, hace 30 años, "lo tuvo todo".

   Aquel 22 de junio de 1986 la selección albiceleste ganó 2-1 con goles inolvidables de Diego Maradona y pasó a la semifinal de un torneo que finalmente obtuvo.

   Burgo acaba de escribir un libro sobre ese choque, titulado, justamente, El partido, y repasa para lanueva.com:

   -Tuvo el gran gol, el gran antigol (el de la mano), la contaminación emocional de una guerra 4 años atrás y decenas de historias pequeñas, por ejemplo cómo una camiseta confeccionada de apuro en el Distrito Federal el día anterior, la azul de Le Coq Sportif, terminó valiendo cientos de miles de dólares en un puñado de minutos.

   Ese es apenas uno de los detalles -decenas de ellos: contundentes, reveladores, incluso hilarantes- que aportan las casi 300 páginas que a Burgo le costaron 3 años de trabajo.

   -Es un partido "aléphico" en la historia del fútbol argentino y mundial, un partido al que recurrimos casi todos los días, incluso 30 años después: ¿quién no dice o escucha periódicamente las expresiones "barrilete cósmico" y "la mano de Dios", o vuelve a ver el segundo gol de Maradona, o escucha el relato canónico de Víctor Hugo Morales?

   Burgo, formado en el periodismo gráfico pero actualmente en radio Vorterix y el canal TyC Sports, reconstruyó el antes, el durante y el después con todas las voces más o menos implicadas... excepto una: la de Maradona.

   "Intenté entrevistarlo -cuenta en la página 19- pero me explicaron que lo conveniente, si uno no tenía un vínculo previo con él, era acercarle una oferta económica."

   Tampoco le importó tanto. Se concentró en "la letra chica de la épica, los monaguillos de la misa maradoniana": Burgo suele encariñarse más con los personajes secundarios. Y, de hecho, sostiene que su ídolo deportivo es el "Chapu" Andrés Nocioni.

   -Me sensibiliza mucho más el esfuerzo, la resiliencia, esa cuestión casi homérica, que el talento -le dijo a Página/12-. Creo que en esto un poco también incide que no soy habilidoso: cómo podría aspirar a un Maradona, si jamás conté con esa posibilidad. Por eso prefiero mirar a los Nocioni: prefiero Nocioni a Ginóbili.

Esa cosa cabulera

   Según el periodista, su libro se podría haber titulado "El delirio y la gloria", porque aquel plantel tenía un "impresionante carrusel de cábalas".

   -Hasta Maradona cumplía rituales... -le dice Burgo a lanueva.com- y ante eso hay que rendirse: si aquel Diego, el del 86, creía que necesitaba cábalas para ganar, ¡todos necesitamos cábalas! También los hinchas, aunque suenen ridículas: yo, por ejemplo, en un grupo de hinchas de River llamado "La Trezeguet", tengo que decir antes de cada partido "ganemos 7 puntos de los próximos 9 o que el técnico sea Gustavo Alfaro", lo cual suena a delirio, porque es un DT en las antípodas. Pero es una frase que "nos ha funcionado" antes de varios partidos importantes.

Todo deporte

   Andrés Burgo tiene 41 años y está casado con Estefi ("la chica con la que empecé a soñar en 1986, cuando tenía 11 años", según la dedicatoria del libro). En estos días se viene Félix, su primer hijo.

   El partido, editado por Tusquets, se vende por 319 pesos y es el cuarto de su carrera: antes publicó Ser de River, Diego dijo (con Marcelo Gantman) y El último Maradona (con Alejandro Wall).