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Por Franco Pignol / fpignol@lanueva.com
La cultura del hip hop es importada (ver página siguiente). De eso no hay dudas. Lo interesante es ver qué hacen con eso los artistas de acá.
Dos de los mejores exponentes del género en nuestra ciudad formaron parte el sábado pasado de la tercera fecha del ciclo "Por una vez que nos juntamos (Indoor)".
Cappo y Koyo. Con personalidades y propuestas totalmente distintas, sólo hermanadas por el rap, ambos demostraron que se pueden hacer shows del estilo con mucha riqueza audiovisual.
Quien sólo fue a ver un show de rap, se equivocó. Hubo de todo como comentaremos más adelante.
Además los espectadores colaboraron con más de 80 litros de leche para los niños y familias de Villa Caracol, a través de la fundación no gubernamental Fundación Ar.
El ciclo es organizado por la Secretaría de Cultura y Extensión de la Universidad Nacional del Sur, auspiciado por Profertil y en colaboración con el Instituto Cultural de nuestra ciudad.
La próxima fecha será la cuarta, el próximo 16 de agosto, con Zoom (homenaje a Soda Stéreo).
También será gratuito y se solicitará sin compromiso un litro de leche.
Luego quedarán dos fechas más: el 13 de septiembre tocará la banda de heavy y rock progresivo Eidyllion (presentará Savia, su reciente producción discográfica).
La sexta y última se realizará el sábado 20 de octubre cuando sea el turno de la banda de cumbia Tachame la Doble, en conjunto con el grupo de baile Los Fears.
Felices
"Fue una hermosa oportunidad de haber podido mostrar mis canciones en el Aula Magna. Estoy muy contento", explicó Koyo.
"Lo que canto es lo que vivo. Hice estas canciones con mi banda y espero que les haya gustado", aclaró Cappo antes del final del show.
Lo dicen de frente
El hip hop es un movimiento compuesto por un amplio conglomerado de formas artísticas, originadas dentro de una subcultura marginal en el sur del Bronx y Harlem, en la ciudad de Nueva York (EE.UU).
Se caracteriza por cuatro elementos, los cuales representan las diferentes manfestaciones de la cultura: rap (recitar o cantar), DJ (musical), breakdance (baile) y graffiti (pintura).
Seis robots
Koyo abrió la noche. El rapero local que residió durante un gran tiempo en Buenos Aires tuvo una riqueza audiovisual inesperada.
Además de sus canciones con letras propias y pretenciosas, puso en escena seis robots de luces multicolores, una máquina de humo, flash, un láser y un cañón de luz.
Todo eso, sumado a lasimágenes en pantalla gigante y las pistas a cargo de Ariel Etcheto hicieron que sus 10 temas desfilaran sorprendentes durante 60 minutos.
Además, contó con la participación de Agustín Matoso (voz y coros) y Federico Matoso (sonido).
Fue variado, con temas románticos (Lo que siempre he soñado, con la gran voz de Sophia Laura), tangueros (La vida en la calle, con Mariel y Miguel como bailarines) y un final rockerísimo, con todos de pie aplaudiendo (Escapándole a la muerte).
Un "Cappo"
Sobre el escenario se transforma. Saca de adentro la bronca contenida ante tanta injusticia social. Denuncia, señala y lo dice sin matices.
Matías Carrica es el líder de Cappo Band. Nació en la villa, se crió en la periferia, juntó cartones y aún hoy la sigue peleando por las ardientes veredas de la periferia.
"Soy pobre, pero bien honrado", aclara.
Allí es donde escribió sus vivencias. Y allí fue donde se le ocurrió armar una gran banda y presentarse en vivo.
Lo acompañaron Sophia Laura (voz), Franco Liberatti (bajo), Manuel Corral (batería), Santiago Vázquez (guitarra eléctrica), Jero Belardinelli (teclado) y Santiago Oreda (luces, producción).
Arrancó con los sinceros y afiladísimos propios Mi estilo, Pobre mundo e Historia de Barrio.
También eligió poderosos covers que dejaron emocionado a más de uno: Latinoamérica, La vuelta al mundo , Calma pueblo (Calle 13), Gimme the power (Molotov) y Sr. Cobranza (la versión popularizada por Bersuit Vergarabat).
Sobre el final llegó la sorpresa. Cappo invitó a Koyo para hacer en conjunto Mujer latina. De esa manera, se unieron los dos raperos de distintas estéticas pero un mismo fin: decirte las cosas en la cara. Sin anestesia.
Se podía hacer rap en Bahía con un plus de calidad.
"Por una vez que nos juntamos (Indoor)", terminó con los artistas sobre el escenario y la clásica selfie con el público detrás.