Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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Suris habría entrado dos kilos de cocaína por semana

El empresario acusado de liderar una banda de narcotraficantes a gran escala seguía anoche prófugo. Mientras tanto, se estima que esta semana declararán los detenidos. El fiscal Cantaro habla de fortaleza probatoria.

Dos kilos de cocaína de alta pureza por semana, traídos en auto desde Buenos Aires para ser fraccionados en la lujosa, pero sobre todo apartada, casa quinta de Las Lomitas y distribuidos aquí por un sistema organizado en tres o cuatro escalones de jerarquía.

Este era el esquema básico de funcionamiento de la organización narco que lideraría el empresario bahiense Juan Suris, quien no hace más de unos meses atrás era promocionado, junto con su amigo Leonardo Fariña, como los posibles inversionistas que rescatarían el fideicomiso de DyF y salvarían la vivienda de centenares de afectados.

Luego, por supuesto, nada de eso ocurrió; una seguidilla de escándalos arrinconaron a ese muchacho que hasta no hace mucho posaba sonriente y cómodo para algunas fotos: desde investigaciones vinculadas con empresas fantasmas y estafas, hasta la causa por la camioneta BMW robada que figuraba a su nombre y que motivó la detención de Leonardo Fariña, tiempo atrás.

Ahora se suma la imputación de Suris como el cabecilla y principal prófugo de una de las investigaciones más grandes vinculadas a la comercialización de estupefacientes en la historia judicial de la ciudad.

¿Dónde conseguía la droga Suris?

Si bien fuentes cercanas a la investigación mencionaron que en algún momento se siguió una línea que los vinculaba con el norte (Salta), la principal hipótesis que la justicia buscará probar tiene su epicentro en Buenos Aires.

Allí, según fuentes confiables, el bahiense conseguía los estupefacientes a un “pez muy gordo”, para luego trasladarlos en auto a la ciudad.

Algunos investigadores estiman que, al menos en los últimos 18 meses, Suris pudo haber ingresado a Bahía más de cien kilos de cocaína de máxima pureza, a través de este traslado hormiga.

Justamente, se estima que el día en que estaba prevista su detención mediante un operativo-trampa en la ruta 51, (que logró evitar gracias a un llamado cuyo origen se está investigando), el empresario trasladaba estupefacientes.

Antes de viajar esa noche, en Buenos Aires, Suris habría estado con la vedette uruguaya Mónica Farro.

Llamado fanstasma

¿Quién le avisó sobre el operativo? Todavía es un misterio que desvela a los investigadores judiciales y policiales.

El operativo estaba planeado bajo un estricto secreto. Ni siquiera los agentes que lo llevaban adelante sabían de quién se trataba.

Sin embargo, una escucha en la que Suris llama a un cómplice desde la ruta, le pide que “limpie todo” y avisa que “pegaba la vuelta”, ratifica el hecho de que fue alertado.

El fraccionamiento

Una vez en la ciudad, Suris había organizado (o se había hecho cargo de una organización preexistente, no está claro) un sistema de distribución, con al menos tres lugartenientes de mucha confianza.

Ellos son Fernando Alexis Bond Stork, Sandro Miranda y Ezequiel Ferrari, los tres detenidos. También, entre los cómplices de mayor confianza, figuraría Johana Giménez, que se hizo cargo del trabajo que realizaba otro de los integrantes, Carlos “el Chino” Alberti, privado de su libertad.

Debajo de ellos había una cadena de distribución con “perejiles”, muchos de los cuales, cuando caían presos por tenencia de drogas bajo el fuero de la justicia provincial, quedaban al amparo del propio Suris, quien, al parecer, les prestaba apoyo a ellos y sus familias.

Como sea, siempre según la hipóstesis judicial, la droga se fraccionaría en la quinta del barrio Las Lomitas, ubicada en las calles San Sebastián y Bahía San Julián, que a su vez funcionaba como centro de diversión.

El lugar venía siendo vigilado por los investigadores desde hacía varios meses, así como los teléfonos de todos fueron intervenidos y sus titulares seguidos por policías. de incógnito.

La fiscalía confía en las pruebas que hay

"Nada a la ligera". “No es una cosa que se haya hecho a la ligera, para evitar cualquier tipo de debilidad probatoria para el juicio, que es lo que a nosotros nos importa”. Así definió el fiscal general federal, doctor Alejandro Salvador Cantaro, la serie de procedimientos llevados a cabo anteayer en nuestra ciudad, en el marco de la investigación de la banda acusada de distribuir y comercializar drogas en Bahía Blanca y la región.

Indagatorias. Esta semana el juez comenzará con las indagatorias de los sospechosos. “Supongo que mañana (por hoy) el magistrado tomará contacto con las actuaciones y determinará el orden en que las llevará adelante”.

Año y medio. A lo largo del año y medio que se extendió la investigación, se trabajó de manera directa con el personal de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense.

El aviso. “Se sabía -explicó Cantaro- que no estaba en Bahía, por lo que se esperaba que regresara el fin de semana. A último momento, cuando lo estaban esperando, se supo que le dieron aviso de que no viniese, aunque, de todas maneras, el juez determinó seguir con el operativo y decretar la captura de los que no fueran habidos”.

Las Lomitas. Anoche la quinta de Las Lomitas se mostraba desierta, aunque alguien había entrado a los perros, que horas antes ladraban abandonados. Los vecinos dicen que Suris nunca los molestó, pero han perdido la calma. En el primer allanamiento, la policía se equivocó y entró a la casa de al lado.