La consigna es "cuidar a quien nos cuida"
En la actualidad, la mujer entabla una lucha profunda y cotidiana contra el cansancio y las limitaciones que le genera ocupar un rol activo en sus tareas, que se dividen entre el hogar, el trabajo, los hijos y la sociedad.
Por ello, este año el lema oficial propuesto para el Día Internacional de la Mujer "Compartiendo el cuidado por el futuro" apela a la necesidad de que las mujeres cuiden de sus familias sin descuidarse a sí mismas.
Sin embargo, y más allá de este objetivo, en la estructura de vida diaria que llevan las argentinas, esto parece cada vez más difícil de implementar. Según el ministerio de Trabajo, el 55.7% de las mujeres argentinas percibe un salario por el trabajo que realiza. En pocos años, su empleo se ha constituido como el ingreso principal de muchas familias.
Como ejemplo de esta evolución, en el año 1991 sólo 693 mil mujeres eran jefas de hogar, mientras que en mayo de 2003, el número ascendió a 1.364.000.
Es decir: el número de mujeres cuyo ingreso es el sostén principal del hogar se duplicó en el lapso de algo más de diez años. Actualmente, el 73.4% de las mujeres que trabajan son jefas de hogar.
Tampoco el varón descansa adecuadamente ni cuida de su salud: el 50,3% de los varones trabaja más de 45 horas semanales y su presencia en los consultorios de medicina preventiva es casi nula.
Y esto también puede ser un signo más de que a familia no ha podido incluir al varón en las responsabilidades domésticas cotidianas.
En tanto, el 63,2% de las mujeres se inclina hacia tareas de cuidado y servicio: el 76,4% de quienes trabajan en la enseñanza son mujeres, así como el 63,2 % de quienes cumplen tareas de salud y servicios, mientras que el servicio doméstico es casi exclusivamente femenino.
Sin embargo, y pese a la importancia que estas tareas representan, las mujeres reciben un salario equivalente al 70,8% de la mensualidad asignada a los varones por igual tarea, y sólo un 27,4% llega a ocupar una jefatura.
"Esta situación laboral y social femenina, y la acuciante falta de tiempo para ellas y su cuidado tienen un impacto negativo en el área de la salud que implica un daño a sus familias", explicó Alicia Figueroa, miembro del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam).
Figueroa detalló que según una encuesta sobre anticoncepción, una de cada cuatro argentinas no cumple con sus controles médicos anuales: no efectúan su papanicolaou, que es el único estudio capaz de prevenir el cáncer de cuello uterino, ni se realizan su examen mamario.
Al momento de planificar la familia y retardar o espaciar el nacimiento de los hijos, las mujeres también optan por caminos aparentemente más breves o sencillos.
"El 27% de las argentinas iniciaron su método anticonceptivo obteniéndolo en farmacias sin receta médica, mientras que un 21% lo eligió por sugerencia de sus amigos parejas o familiares. Esta automedicación, desprovista del consejo profesional, determina muchas veces errores en el uso que inciden negativamente en la eficacia de los métodos", enfatizó Figueroa.
La automedicación implica un riesgo importante de utilizar el método incorrectamente. Según la encuesta de Celsam, cuando se trata de pastillas anticonceptivas (con un 99,9% de eficacia cuando se utilizan correctamente), las mujeres suelen cometer olvidos, realizar descansos en la toma o iniciar el primer envase con demora.
Esto determina una reducción sustancial de su efectividad. Para el caso del preservativo (método con una eficacia del 97% cuando es utilizado correctamente), suelen utilizarlo sólo al final de la relación sexual o en algunas fechas del mes consideradas folklóricamente más fértiles.
"Los errores en el uso de los métodos anticonceptivos son responsables de uno de cada cuatro embarazos no deseados. Una vez que se ha producido un embarazo no buscado, las consecuencias también suelen ser enfrentadas por las mujeres", informó Figueroa.
Según cifras oficiales del Ministerio de Salud, cada día 1.400 argentinas se someten a un aborto en condiciones de riesgo y una de ellas muere como consecuencia de esta práctica.